Hermano
Gran rey guaicaiuro, mis saludos para usted e igualmente mis respetos
Muy buenas,
Edd, hermano...
Ciertamente no todo es un mal enviado, creo que mas arriba coloque algo al respecto, muchísimas variaciones, si, es cierto por eso no todo se quita con un reventa-miento, lampara o cualquier otra cosa... pero por la gran variedad que hay en ocasiones lo mas simple es lo mas conveniente... recordemos que no todo aplica igual para todos, esto esta mas definido así en la santería que en el espiritismo, pero la variedad existe tanto en los tipos de magia como en los tipos de cura y dependiendo de que cosa es la que realmente ayuda a quien lo necesite... Sí, bueno, en realidad pienso
de una manera similar.
Por eso no le doy tanto crédito a la "sangre". Es más, el 90%
de las veces yo a lo "mío" le doy
de comer como "premio" por algo
ya realizado, pero no para que realice. Salvando casos donde "lo mío" lo considera imprescindible, que son realmente pocos. A menudo no es lo grotesco
de lo que se realiza como sinónimo
de la profundidad
de fuerzas que se maneja. Un trabajo a simple y externa vista "sencillo" puede estar manejando fuerzas más grandes
de las que creemos.
En realidad esto se debe al "ojo" que tenga el espiritista
de turno, y por eso me pareció tan hábil la opinión
de Gran rey guaicaiuro, pues pienso que cuando se conoce la exactitud del daño, y todos sus recovecos, inmediatamente se conoce la forma
de tumbarlo
de manera relativamente práctica, y a veces hasta sencilla. Pero es vital que el espiritista conozca con todo lujo
de detalles como esa agresión viene encaminada...
Esto lo comparto del todo... Porque el problema radica en que hay gente que con medio conocer algo o apenas se dan cuenta de que están desarrollando un don ya quieren independizarse y se creen saber el todo..(no digo que YO sea un sabelotodo porque la verdad mucho camino me falta por recorrer) Entonces en ese momento me parece que la persona deja de obtener conocimientos como tal, pues todos necesitamos ser guiados asi tengamos, como dicen por hay un don de nacimiento, igual hace falta ser guiado.Esto ocurre en todos los cultos, desgraciadamente.
Opino como usted, hermano.
Pues creo que es porque en aquel tiempo no era una moda, y en aquellos tiempos ser espiritista era un privilegio hoy en día es casi que un hobby para muchos. la seriedad, el sentido de pertenencia y la forma de vida para la gente de antaño era el espiritismo para quienes lo practicaban, en aquella época no estaba influenciado como ahora por otros cultos, de hecho ni collares se usaban, hoy en día como lo sabemos hay mucha mezcla Aquí señala un asunto importante que recordé después
de postear el mensaje pero ya decidí dejarlo correr para otra oportunidad.
¿Hasta qué punto las mezclas están perjudicando el adiestramiento
de los espiritistas?
Reforzando los valores culturales de la persona apenas entre al altar y quiera iniciarse, estudiando y comprendiendo a aprendiendo de las raíces del culto... Ejemplo La corte Calet, no critico a esta corte pero si a quienes se hacen hasta fannes de la misma, eh conocido a mucha gente (jóvenes) que al hablarle de espiritismo piensan primero en ismael u otra entidad antes que a la reina... los viejos chamarreros están siendo olvidados al igual que los indígenas están siendo desplazados por la corte vikinga.. OJO no digo que estas sean cortes negativas pero realmente no se les da el sentido real... y si se sigue expandiendo esta moda pronto me atrevo a decir que se extinguirá en su mayoria la originalidad del culto... Cabe destacar que mucho de esto no es culpa del creyente si no del maestro al ignorar que esta siendo asechado por entidades que suplantan a las verdaderas engañando asi a los terrenales debido a una mala formación o ignorancia y esto se va transmitiendo o sea ah ido transmitiendo hasta nuestros dias...Entiendo lo que dice, sí.
El maestro tiene una gran responsabilidad en todo esto, por supuesto, pues su función lejos
de ser algo para destacar o lucrarse, es una función sagrada. El maestro
de cualquier culto, del espiritismo o
de cualquier otro, es un representante terrenal
de las fuerzas y energías, entidades y espiritualidades,
de su propio culto y su misión es la correcta supervivencia
de dicho culto a través
de los años y a través
de las generaciones.
Así pues, a sus puntos, que como yo he dicho comparto... Yo me atrevería a añadir un punto más: el maestro, o el padrino, o como se le deseé llamar, ha
de comprender bien la función sagrada que se le encomienda y lo destacado y vital
de su papel. Él (o ella) no es una persona corriente, sino una embajada
de su culto aquí en la tierra, esté en Venezuela o en Tokio, y su vida está consagrada a tal servicio.
Hasta que la mayoría
de religiosos
de todos nuestros cultos no comprendan esto... vamos a seguir teniendo problemas, y finalmente llegaremos al momento en el que nuestros cultos den su punto
de inflexión sin retorno. Y ese día, amigo mío, todos nos podremos poner
de luto.