Uno para qué recurre a un templo espiritual?
A veces recurrimos porque tenemos una fe consolidada, porque sentimos la necesidad de encontrarnos con el mundo espiritual, otras veces porque nuestra fe está debilitada, quizás, por problemas que nos aquejan, a veces vamos por curiosos, una religión como la Umbanda genera mucha curiosidad, y otras veces vamos creyendo que encontraremos respuestas a nuestras preguntas existenciales, personales o solución a los problemas actuales como si la religión fuese solo una despensa de ayudas inmediatas.
Escuchamos muchas veces, gracias a la Umbanda me ascendieron en el trabajo, gracias a la Umbanda tengo una pareja estable, gracias a la Umbanda gané un juicio muy largo. Sin embargo la Umbanda no genera estas soluciones: solo da las herramientas para que podamos ejercer en nuestra vidas el bienestar.
Pensar en la religión como un sistema de milagros y soluciones, y sobre todo usar a la Umbanda como un medio para conseguir deseos, es descartar la Evolución, es retroceder la espiritualidad al nivel bajo de troca, de negocio, es retirar la unión con lo divino. Por eso, cuando un templo trabaja para la Ley de Dios, muchas son las frustraciones de sus asistentes que fueron a pedir deseos personales y no fueron cumplidos en el plazo esperado, la Umbanda no es una religión de soluciones, la Umbanda sobrepasa el deseo humano y va por lo que le hace bien.
Uno puede ir a una clínica y pedir una cirujía estética para la nariz, pero si uno no está preparado para una intervención quirúrjica por problemas del corazón o de otro órgano, el cuerpo médico primero va a diagnosticar, luego a tratar esos problemas y cuando eso sane se podrá realizar la operación estética. Pasa lo mismo, uno puede ir a un templo de Umbanda a pedir prosperidad material, pero discute mucho con sus hermanos o su matrimonio está basado en mentiras o existen errores que cometió que se manifiestan y necesita sanar, entonces la prosperidad no es ahí prioridad, la prosperidad material se ve atrasada justamente por estos problemas que no queremos enfrentar.
El trabajo de la Umbanda es justamente trabajar para la Ley de Dios, la Ley es clara, y se espeja en nuestras actitudes, si nos ponemos a disposición de esa Ley con que trabaja la Umbanda, nos comprometemos a Ordenar primero y antes que nada nuestras vidas.
El milagro de la Umbanda es que nos hace cada día más humanos y más divinos, nos limpia de todas las ilusiones que nos hemos creado inconcientemente, nos acerca a la naturaleza y nos une a Dios por medio de la humanidad, nuestras relaciones se van purificando y nuestros miedos son transmutados en fuerza para caminar. Entonces el deseo ya no es ascender en el trabajo, ganar más dinero, conseguir una pareja, curar una enfermedad, vivir seguros, el deseo es transmutado a ser mejores seres humanos y sobre todo y el más grande milagro de la Umbanda es el deseo de ayudar, es la Caridad!
La Umbanda es la manifestación del espíritu para la Caridad.