A partir de 1939, el Movimiento Umbandista comenzó a ganar cuerpo y estructurarse a fin de obtener el estatus de religión brasilera. Primero, se creó la Federación Espirita de Umbanda en este mismo año, actual Unión Espirita de Umbanda de Brasil, cuyo objetivo primordial era servir de interlocutor entre los templos filiados, el Estado y la Sociedad. Después, se promovió el Primer Congreso Brasilero el Espiritismo de Umbanda (1941), cuya finalidad era la unificación del culto y la normalización de una doctrina mínima.
 
El Congreso traería, también, a la luz explicaciones de cuño científico que pudiesen desmitificar algunas prácticas mágicas, como la utilización de baños con hierbas, sahumerios, tabacos, pipas, bebidas alcohólicas, pólvora, puñales, etc.; y, todavía, correlacionaría el origen de la Umbanda a un tiempo remoto, inmemorial que, sin negar la herencia africana, trascendería la propia África esclavizada: Lemuria, Atlántida, Vedas, India y Egipto.
Al analizar el contenido simbólico de las comunicaciones presentadas durante el Congreso de 1941, se observa que los intelectuales de Umbanda en búsqueda de legitimidad, intentaron construir una identidad más próxima de lo "científico" kardecista de lo que de las "primitivas" religiosidades africanizadas. La estrategia adoptada estaba en sintonía con la coyuntura política, pues la dictadura Vargas veía con buenos ojos la religión Espirita, más de lo que la Católica. Cabe recordar que, en la época, los Terreiros de Umbanda eran obligados a ser registrados en las Comisarias de Policía y que era obligatoria la inclusión de la palabra Espirita en el nombre del templo para que se hiciera efectivo tal registro, liberando el funcionamiento del Terreiro.
 

En 1961, HENRIQUE LANDI JUNIOR fue electo por las Comisiones Organizadoras del Segundo Congreso Brasilero de Umbanda, su Presidente Nacional. Asumió la Presidencia y pasó a coordinar los trabajos de las Comisiones y reuniones preliminares en otros Estados. Prontas las comisiones, con sus tesis elaboradas, se realizó en el Maracanãzinho (Rio de Janeiro), el 28 de Junio de 1961, la Fiesta de Confraternización del Segundo Congreso Brasilero de Umbanda, en que comparecieron cerca de cuatro mil médiums uniformados, más allá del gran público asistente.

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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal? 
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.