Espiritismo y Umbanda

Veo con curiosidad esa eterna discusión sobre la denominación “espirita-umbandista” que algunas personas usan, y que causa profundo incomodo entre los umbandistas e irritaciones entre los espiritas.
Incomodo entre los umbandistas porque sabemos que la Umbanda tiene personalidad propia y que a pesar de estudiar la doctrina de Kardec, no somos espiritas, pues espirita es quien sigue esta doctrina codificada por él. Bien, por lo menos esto es lo que la gran mayoría piensa, aunque en julio de 1953, a la página 149, el órgano oficial de la Federación Espirita Brasilera, El Reformador, declaró oficial y textualmente: “Todo aquel que cree en las manifestaciones del espíritu es espirita”. Y concluye: “Por lo que estamos entendiendo, los umbandistas creen en las manifestaciones, luego son espiritas”. En el año de su muerte, Allan Kardec declaró en la Revista Espirita, de 1869, pagina 25: “Para que alguien sea considerado espirita, basta que simpatice con los principios de la Doctrina (más allá de la creencia en Dios, en los espíritus inmortales y en la comunión de ellos, en la evolución, en la ley de causa y efecto, pre-existencia del espíritu, pluralidad de los mundos habitados, etc.) y que por ella paute su conducta”. Citado por Luciano Napoleão da Costa e Silva, en el libro “Nuestro Amigo Chico Xavier”. La Umbanda tiene su propia doctrina que no fue codificada por encarnado ninguno, pero sí por las entidades que militan en la Siembra Umbandista. Nosotros encarnados es que perdemos tiempo discutiendo fundamentos, preceptos, etc., cuando deberíamos estudiar mejor aquellos fundamentos y preceptos que desconocemos. La función de la Umbanda es bien diferente de la función espirita frente la Espiritualidad Mayor. Sin embargo, ellas no son conflictivas, como muchos desean hacer al laico creer, pero sí complementares. Esa “división” existe solamente en un nivel de tierra y no en nivel de Astral. Lo que existe es una categoría que no significa superioridad ni inferioridad, pero sí especialidades diferentes, apenas eso. Infelizmente los espiritas nos ven como inferiores, pues lidiamos con entidades que “hablan errado”, utilizamos rituales, velas, sahumadores, cuando ellos no utilizan nada de eso y trabajo del mismo modo. Son médiums del mismo modo. Sin embargo, desde que el mundo es mundo y comenzaron a existir las religiones, todas tienen ritualistica, con inicio, medio y fin. Solamente la Doctrina Espirita no tiene. La gran mayoría de los espíritus desencarnados que precisa de ayuda, tuvieron algún tipo de contacto mientras encarnados, con algún tipo de religión, consecuentemente con algún tipo de ritualistica, por eso muchos son encaminados por la espiritualidad superior, para los Terreiros de Umbanda, pues entenderán más rápidamente el “lenguaje” que allí es hablado. Por eso los trabajos de desobsesión en la Umbanda son más rápidos que en los Centros Espiritas.
Una diferencia más entre Espiritismo y Umbanda es que esta última da oportunidad a cualquier entidad en cualquier faja vibratoria y evolutiva de trabajar en función del bien, indiscriminadamente y sin preconceptos. Que el espirita haya hecho esta opción es un derecho de él y no cabe a nadie ir en contra, sin embargo, lo que él no tiene es el derecho de decir que la Umbanda es inferior o que esté en un estadio evolutivo abajo del Espiritismo, basado simplemente en el hecho de la Umbanda servirse de rituales que ellos están lejos de entender o no identificarse, o todavía por la Umbanda tener en sus raíces influencias africanas, amerindias, católicas y espirita. Criticar lo que no se entiende o desconoce no fue un acto del Codificador del Espiritismo, más allá el verdadero espirita no tiene ese tipo de actitud.
Por otro lado, vemos los detractores del Espiritismo y de las religiones espiritualistas colocan en un mismo saco la Umbanda, el Espiritismo y el Candomblé, y lo que es peor, personas que denigren el nombre de la Umbanda y del Candomblé. Es obvio que si usted es espirita, por lo tanto estudioso de las cosas del espíritu, médium dedicado y consciente, y totalmente adverso a rituales, quedará indignado al ser comparado con terceros. Importante es entender que Umbanda y Candomblé no son sub-divisiones, corrientes o líneas del Espiritismo, pero sí religiones espiritualistas, con características propias y bien establecidas. El gran problema son esos hermanos deshonestos e ignorantes que se dicen espiritas, umbandistas o candomblecistas y salen cometiendo desatinos en nombre de una de estas tres religiones que tienen en común apenas el hecho de comunicarse con la espiritualidad.
Que espiritas, umbandistas y candomblecistas se indignen y reaccionen contra los deshonestos, los charlatanes, pero no unos contra los otros, sin agresiones mutuas, intentando actuar de la misma manera que los mentores y guías de cada segmento, esclareciendo y orientando, o sea, fraternamente y con respeto. ¡Que ellos sean nuestro ejemplo!