Influencias de los Orixás sobre sus hijos

En este capítulo trataré de las influencias, y no de dogmas, que determinan todas las actitudes en la vida de una persona. Hablaré de arquetipos, de tendencias que están íntimamente relacionadas con la formación moral de cada persona, o sea, ¡el ser humano es el único responsable por sus actos y no los Orixás! cabe a la persona, a través de su libre albedrío, adorar y cultivar las vibraciones mayores de sus regentes y no las vibraciones menores que son los excesos, y consecuentemente el desequilibrio. Por eso, difiero vehemente de la posibilidad de una persona descontrolarse y agredir físicamente a otra persona porque es hijo de Ogum y “¡hijo de Ogum no lleva desfachatez para la casa!” ¡Esto es un enorme absurdo! la persona puede, sí, por tener un genio impetuoso y no tener la menor intención de buscar control sobre sus actos, estar sufriendo influencias negativas del exceso de vibración de este valeroso Orixá, provocada probablemente por exceso de culto a él, o simplemente por falta de vigilancia. Al final, usar la excusa de ser hijo de Ogum da mucho menos trabajo que buscar controlar su genio intempestivo. En fin, ¡la índole de cada uno de nosotros es el que determina nuestro comportamiento y no nuestra regencia u Orixá alguno!
Con relación a la influencia negativa del exceso de vibración de Orixá (o entidades) se debe analizar que la pre-disposición venida, por ejemplo, de vidas anteriores se suma a la característica de la Entidades más próxima de la persona. Esta Entidad, cuya aproximación se dio en el momento del nacimiento de la persona, está directamente ligada a sus vidas pasadas. Ejemplos:

Una persona que tenga como misión ser un científico innovador, tendrá en el momento de su nacimiento la determinación del Astral Superior para tener la Regencia de Xangó (Orixá del Conocimiento) con fuerte influencia de Oxossi si este conocimiento fuera ligado al área biomédica. El par (o mãe) dependerá de la necesidad de él aquí. Si precisa ser un orador, probablemente el par será Iansá (Orixá de la fluidez verbal y de la rapidez del raciocinio).
Si hubiera la necesidad de que una persona pase por grandes sufrimientos expiatorios, pues en vidas anteriores hizo por merecer, probablemente sus Regentes serán Omulú y Oxum, o sufrirá gran influencia de estos dos Orixás, porque estos dos Orixás dan consciencia de karma y resignación frente de las dificultades (Omulú), más allá de equilibrio emocional (Oxum) para enfrentar adversidades que, si acontecen con alguien que no tiene esta influencia causarían con gran facilidad el desespero.

Teniendo en mente que todo en la naturaleza en exceso es perjudicial, como por ejemplo, exceso de lluvia, de viento, de energía, de movimiento, o sea, cuando hay exceso hay un desequilibrio, una desarmonía, comprenderemos el porque es fundamental el culto equilibrado de los 7 Orixás básicos y por qué el exceso de culto a alguna línea específica (auxiliar o principal) es perjudicial al médium umbandista. Algunos llaman a este exceso (desequilibrio) de vibración negativa. Difiero del uso de este término porque posibilita la idea de que el Orixá genera energía negativa, lo que bajo hipótesis alguna es verdad. Es importante que se comprenda que el exceso es perjudicial, genera desequilibrio, pero la “culpa” de esto no es del Orixá, pero sí del médium. Existen razones para el médium provocar el exceso de vibración de determinado Orixá (energía):

El desequilibrio de culto, o sea, solamente adorar determinado Orixá.
Solamente tomar baño con hierbas de un mismo Orixá.
Solamente pedir, invocar, implorar, rezar al mismo Orixá (independiente de ser el área de actuación de él).
Justificar sus actitudes, generalmente negativas, como habiendo sido por influencia de la actuación del Orixá.

El médium tiene por obligación buscar la evolución para impedir la justificativa de sus malezas en nombre de los Orixás. El exceso de vibración de cualquier Orixá puede provocar más desequilibrio en las actitudes, comportamientos y pensamientos del médium. Pero esta influencia ocurre, principalmente con los médiums que no se vigilan o están desequilibrados y que no solo permiten como también refuerzan estas actitudes. Acuérdese: ¡nunca la “culpa” es del Orixá!