Estimados hermanas y hermanos; existen miles de millones de espíritus rondando en el etéreo, algunos perdidos (deambulando), otros ya encaminados; de manera que a nuestro rededor, en todo lugar y a cada instante están presentes y muy deseosos de compartir con nosotros. Ahora bien, un espíritu sea cual sea, puede incorporar -si se le ayuda- en una materia, sólo es cuestión de que sea llamado o invitado, y que la materia sea óptima para recibirlo. Por eso, de que un espíritu baja en uno o otro sitio determinado es puro cuento, todo depende del conocimiento del operador mágico y de la afinidad que pueda tener el espíritu con el entorno en la sesión realizada para tal fin. De manera, que si se investiga sobre determinado ser que existió en una fecha determinada y se le conoce por referencias bibliográficas, se puede hacer bajar en un médium, y este bajará a menos que ya esté muy elevado y no quiera venir, en ese caso si la comprensión y le poder del operador no da para tanto, no podrá ser obligado el espíritu a bajar. Por tanto, considero que en el culto Maríalioncero se puede bajar a cualquier espíritu que no esté muy elevado espiritualmente, siempre y cuando la materia esté bien preparada.