"(...)figura histórica que resalta en las cortes mariolenceras es sin duda Bolívar, jefe de la corte libertadora o bolivariana, como es llamada en tiempos muy recientes, seguido por personajes de la Independencia o que han sobresalido en la historia posterior, como es el caso de Gómez. La presencia de Bolívar en el culto de María Lionza no es reciente y, según Clarac de Briceño, se introduce a partir de la década de los setenta (Clarac de Briceño, 1992), aunque en la zona de Barlovento parece haber existido un culto espiritista a Bolívar desde la primera mitad el siglo XX (Salas, 1987, 97). Sin embargo, su aumentada presencia e importancia en el culto se debe particularmente al cambio radical del contexto político venezolano, con la llegada al poder de Hugo Chávez, que ha impulsado “el renacimiento exacerbado del nacionalismo en su vertiente bolivariana, expresado básicamente en la exaltación de la gesta independentista como etapa más significativa de nuestra historia” (Fernández y Barreto, 2002, 15).
La iconografía y hagiografía oficial de Simón Bolívar son en gran parte el reservorio de elementos de los cuales los cultores de María Lionza se apropian para construir su imagen. Así, dicen, le gusta mucho que se le cante el himno nacional, que haya una bandera de Venezuela y que los presentes se pongan en posición de firme, tal como militares que obedecen (Clarac de Briceño: 1992, 181-182). En cuanto a sus características personales, a menudo llega tosiendo, es decir, mostrando debilidad así como la iconografía oficial presenta los últimos días de su vida terrenal; bebe champaña y brandy y no le gustan los niños, que manda sacar. En cuanto a sus acciones, da consejos sobre la vida relacional, peleas y conflictos; bendice joyas, etc., y hasta da consejos políticos o aconseja a candidatos a cargos públicos. Veamos una oración a la corte libertadora: Ofrezco estas santas luces, con el permiso del gran poder de Dios, la Santísima Trinidad, Corte Celestial y Santos del Cielo, a la Corte Libertadora, en esta hora, para con su fuerza y este poder me den luz y protección, venciendo así todo obstáculo de cualquier índole que se presente para tener fuerza y valor y salir adelante en cualquier momento y circunstancia que se presente (Pollak, 1994, 164).
No todas las materias pueden recibir a Bolívar, sino solamente aquellos que han superado gran parte de las etapas de su perfeccionamiento (Salas, 1987,100). En este sentido, a la jerarquía de las cortes y de los espíritus, corresponde una jerarquía equivalente entre los diferentes médium mariolenceros, con diferente estructuración según el centro y su organización particular (ver el caso del Centro Madre Erika de Caracas). Aun así, antes que Bolívar baje, a menudo es el Negro Felipe quien llega antes “para preparar el camino”, siendo esta una evolución de cuando Bolívar no bajaba directamente sino que era el Negro Felipe que transmitía sus palabras.
Sin embargo, el Bolívar que se incorpora en la materia no siempre está en una misma etapa de su vida, pudiendo variar su edad y su comportamiento.
Véase un testimonio recogido por Yolanda Salas: Además lo he visto en muchas facetas, lo he visto bajar cuando ya estaba muriéndose y se caracteriza por la tos de un enfermo pulmonar. La otra es Bolívar pasando el páramo. Decía que tenía mucho frío y pedía su capa. Las otras veces baja como guerrero: el hombre fuerte. Y hay que cantarle el himno nacional. Aquí su voz es muy dulce y trasmite algo especial (Salas, 1987, 102).
Es evidente la utilización de los datos de la hagiografía y de la historia oficial. Sin embargo, es importante resaltar que esta historia ha sido reestructurada y rescrita desde las exigencias identificatorias de los grupos populares, comenzando por los mismos datos de su nacimiento: habría nacido en Capaya y no en Caracas, de una negra esclava, siendo así mulato. En otras versiones, es hijo de una india, descendiente del mismo cacique Guicaipuro. Estas otras historias de Bolívar circulan de manera oral y casi clandestina, aunque parece que la actual dirigencia política bolivariana las ha estado tomando en consideración, como se desprende por ejemplo de la inclusión de Capaya, donde la familia Bolívar tenía una hacienda, en el plan de excavaciones del proyecto de arqueología bolivariana que el Instituto del Patrimonio Cultural de Caracas ha recientemente realizado (2006).
La iconografía y hagiografía oficial de Simón Bolívar son en gran parte el reservorio de elementos de los cuales los cultores de María Lionza se apropian para construir su imagen. Así, dicen, le gusta mucho que se le cante el himno nacional, que haya una bandera de Venezuela y que los presentes se pongan en posición de firme, tal como militares que obedecen (Clarac de Briceño: 1992, 181-182). En cuanto a sus características personales, a menudo llega tosiendo, es decir, mostrando debilidad así como la iconografía oficial presenta los últimos días de su vida terrenal; bebe champaña y brandy y no le gustan los niños, que manda sacar. En cuanto a sus acciones, da consejos sobre la vida relacional, peleas y conflictos; bendice joyas, etc., y hasta da consejos políticos o aconseja a candidatos a cargos públicos. Veamos una oración a la corte libertadora: Ofrezco estas santas luces, con el permiso del gran poder de Dios, la Santísima Trinidad, Corte Celestial y Santos del Cielo, a la Corte Libertadora, en esta hora, para con su fuerza y este poder me den luz y protección, venciendo así todo obstáculo de cualquier índole que se presente para tener fuerza y valor y salir adelante en cualquier momento y circunstancia que se presente (Pollak, 1994, 164).
No todas las materias pueden recibir a Bolívar, sino solamente aquellos que han superado gran parte de las etapas de su perfeccionamiento (Salas, 1987,100). En este sentido, a la jerarquía de las cortes y de los espíritus, corresponde una jerarquía equivalente entre los diferentes médium mariolenceros, con diferente estructuración según el centro y su organización particular (ver el caso del Centro Madre Erika de Caracas). Aun así, antes que Bolívar baje, a menudo es el Negro Felipe quien llega antes “para preparar el camino”, siendo esta una evolución de cuando Bolívar no bajaba directamente sino que era el Negro Felipe que transmitía sus palabras.
Sin embargo, el Bolívar que se incorpora en la materia no siempre está en una misma etapa de su vida, pudiendo variar su edad y su comportamiento.
Véase un testimonio recogido por Yolanda Salas: Además lo he visto en muchas facetas, lo he visto bajar cuando ya estaba muriéndose y se caracteriza por la tos de un enfermo pulmonar. La otra es Bolívar pasando el páramo. Decía que tenía mucho frío y pedía su capa. Las otras veces baja como guerrero: el hombre fuerte. Y hay que cantarle el himno nacional. Aquí su voz es muy dulce y trasmite algo especial (Salas, 1987, 102).
Es evidente la utilización de los datos de la hagiografía y de la historia oficial. Sin embargo, es importante resaltar que esta historia ha sido reestructurada y rescrita desde las exigencias identificatorias de los grupos populares, comenzando por los mismos datos de su nacimiento: habría nacido en Capaya y no en Caracas, de una negra esclava, siendo así mulato. En otras versiones, es hijo de una india, descendiente del mismo cacique Guicaipuro. Estas otras historias de Bolívar circulan de manera oral y casi clandestina, aunque parece que la actual dirigencia política bolivariana las ha estado tomando en consideración, como se desprende por ejemplo de la inclusión de Capaya, donde la familia Bolívar tenía una hacienda, en el plan de excavaciones del proyecto de arqueología bolivariana que el Instituto del Patrimonio Cultural de Caracas ha recientemente realizado (2006).