Hola, acá les traigo esta lectura, muy edificante como siempre, ¿Qué la disfruten!!
"El miedo puede ser la excusa perfecta para no hacer algo o, en su defecto, ese empujón que te falta para decidirte y probar fortuna. Si tropiezas siempre podrás levantarte.
¿No estás cansado de luchar contra el miedo y que parezca que nunca lo vencerás?
La realidad es que nunca podrás ganar la batalla contra el miedo, pero se puede adiestrar.
Tú sabes cuánto daño hace sentirse asustado, lo que te ha provocado en el pasado y lo que te causará en el futuro si no lo detienes. Seguro que conoces varios “métodos” para vencer este sentimiento pero, sin importar las veces que lo derrotes, siempre vuelve por más. Esto no te sucede solo a ti. En realidad el miedo es parte de nosotros y nos permite estar a salvo en situaciones de peligro. El problema es que, con el tiempo, este sentimiento puede instalarse en tu vida y apoderarse de tu voluntad.
Identifica algunas de las cosas que el miedo no quiere que sepas. Luego, trabaja en ellas para reducir sus efectos.
1. El miedo te miente.
La primera de las cosas que el miedo no quiere que sepas es que constantemente nos miente y nos hace sentir miserables con cada pensamiento que tenemos:
¿Obtener un ascenso? Solo los mejores lo consiguen.
¿Luchar por tus derechos? Si te tratan mal es porque lo mereces.
¿Explicar una idea nueva? Solo lograrás que se burlen de ti.
El miedo es una emoción muy poderosa. Fisiológicamente es uno de los mecanismos de defensa más útiles que tiene el ser humano. Sin embargo, debes evitar que distorsione tu realidad.
Aunque no podemos deshacernos de él, es fundamental aprender a mantenerlo controlado para evitar que determine la forma en que actúas.
2. Eres capaz de lograr lo que te propongas.
Otra de las cosas que el miedo no quiere que sepas es que, sin importar tu situación actual o las dificultades que crees que puedan conllevar, podrás hacer aquello que te propongas.
Mucha gente se deja llevar por el miedo y le hace caso a todos los mensajes negativos que su mente le envía.
Es cierto que lograr las grandes metas es complicado y cuesta mucho tiempo y esfuerzo. Y es que, si no fuese así, no te sentirías motivado por el resultado y no aprenderías en el proceso.
3. Nunca es demasiado tarde para cambiar.
¿Cuánto has aguantado esa relación de pareja tóxica? ¿Cuánto tiempo llevas dándole vueltas a ese viaje que te emociona más que cualquier otra cosa? ¿Hace cuánto estás soportando esas cosas por el miedo?
Otra de las cosas que el miedo no quiere que sepas es que ni la edad ni ninguna otra circunstancia es un obstáculo para cambiar. Para que un cambio pase de la imaginación a la realidad basta con hacer que suceda.
Si en verdad hay algo que va muy mal en tu vida o hay algo que deseas hacer, crea un plan de acción. Ya tienes la meta. Ahora da los pasos necesarios para hacerla realidad.
4. Nadie está más cualificado para decidir en tu vida que tú.
Un factor que suele causar mucho miedo es la opinión ajena y es que todos comentan sobre las vidas de los demás, ya sea para criticar o ayudar.
No obstante, eres tú el único que tiene el derecho de decidir que cambios harás en tu vida.
El miedo a la crítica puede hacer que te quedes varado en situaciones que no te gusten o que practiques una profesión que no te apasiona.
Quizás piensas que de esta forma, al menos, tendrán el reconocimiento de los demás, pero esto no es necesariamente cierto.
Al final, siempre va a haber alguien hablando de ti, pues esta es la naturaleza humana. Y está bien. No puedes caerle bien a todo el mundo siempre.
Lo que sí puedes hacer es vivir de acuerdo a tus expectativas y sueños. Es muy probable que te sigan criticando pero, sin duda, serás más feliz.
5. Tu errores pasados no definen tu futuro.
La quinta de las cosas que el miedo no quiere que sepas es que los errores que has cometido no tienen por qué definir cómo será tu futuro. Todos cometemos errores y todos traemos a cuestas un montón de cosas que no debimos hacer.
Eso es natural, pues la vida se trata de probar cosas nuevas y de tomar decisiones. Cuando haces estas dos cosas no hay forma de ir libre de errores.
Ahora bien, esos errores pueden serte de gran ayuda para encontrar el mejor camino hacia tus metas. No seas de las personas que por un error dejan de intentar y ahí se quedan.
En lugar de eso, usa tus errores para ver qué camino tomar o para aprender la lección.
6. La única cosa que se interpone en tu camino no es el miedo, eres tú.
¿Crees que el miedo es el que te mantiene paralizado? La verdad es que esto no es así. Es cierto que el miedo puede generar incertidumbre y dudas, pero el que decide quedarse congelado eres tú.
Siempre que el miedo aparece tienes dos opciones:
Hacerle caso y quedarte estancado.
Ver la advertencia que el miedo quiere darte, tomar tus precauciones y actuar.
Cuando dejas de ver al miedo como el gran obstáculo de tu vida, tomas responsabilidad plena de ti. Prueba a hacerlo cuanto antes.
Verás que, aunque causa incertidumbre, hacerte responsable de tus actos es muy gratificante."
Fuente: Mejor con salud.com
Les envío un montón de sonrisas, sean felices y tratemos de no tener miedo
Meredith 
"El miedo puede ser la excusa perfecta para no hacer algo o, en su defecto, ese empujón que te falta para decidirte y probar fortuna. Si tropiezas siempre podrás levantarte.
¿No estás cansado de luchar contra el miedo y que parezca que nunca lo vencerás?
La realidad es que nunca podrás ganar la batalla contra el miedo, pero se puede adiestrar.
Tú sabes cuánto daño hace sentirse asustado, lo que te ha provocado en el pasado y lo que te causará en el futuro si no lo detienes. Seguro que conoces varios “métodos” para vencer este sentimiento pero, sin importar las veces que lo derrotes, siempre vuelve por más. Esto no te sucede solo a ti. En realidad el miedo es parte de nosotros y nos permite estar a salvo en situaciones de peligro. El problema es que, con el tiempo, este sentimiento puede instalarse en tu vida y apoderarse de tu voluntad.
Identifica algunas de las cosas que el miedo no quiere que sepas. Luego, trabaja en ellas para reducir sus efectos.
1. El miedo te miente.
La primera de las cosas que el miedo no quiere que sepas es que constantemente nos miente y nos hace sentir miserables con cada pensamiento que tenemos:
¿Obtener un ascenso? Solo los mejores lo consiguen.
¿Luchar por tus derechos? Si te tratan mal es porque lo mereces.
¿Explicar una idea nueva? Solo lograrás que se burlen de ti.
El miedo es una emoción muy poderosa. Fisiológicamente es uno de los mecanismos de defensa más útiles que tiene el ser humano. Sin embargo, debes evitar que distorsione tu realidad.
Aunque no podemos deshacernos de él, es fundamental aprender a mantenerlo controlado para evitar que determine la forma en que actúas.
2. Eres capaz de lograr lo que te propongas.
Otra de las cosas que el miedo no quiere que sepas es que, sin importar tu situación actual o las dificultades que crees que puedan conllevar, podrás hacer aquello que te propongas.
Mucha gente se deja llevar por el miedo y le hace caso a todos los mensajes negativos que su mente le envía.
Es cierto que lograr las grandes metas es complicado y cuesta mucho tiempo y esfuerzo. Y es que, si no fuese así, no te sentirías motivado por el resultado y no aprenderías en el proceso.
3. Nunca es demasiado tarde para cambiar.
¿Cuánto has aguantado esa relación de pareja tóxica? ¿Cuánto tiempo llevas dándole vueltas a ese viaje que te emociona más que cualquier otra cosa? ¿Hace cuánto estás soportando esas cosas por el miedo?
Otra de las cosas que el miedo no quiere que sepas es que ni la edad ni ninguna otra circunstancia es un obstáculo para cambiar. Para que un cambio pase de la imaginación a la realidad basta con hacer que suceda.
Si en verdad hay algo que va muy mal en tu vida o hay algo que deseas hacer, crea un plan de acción. Ya tienes la meta. Ahora da los pasos necesarios para hacerla realidad.
4. Nadie está más cualificado para decidir en tu vida que tú.
Un factor que suele causar mucho miedo es la opinión ajena y es que todos comentan sobre las vidas de los demás, ya sea para criticar o ayudar.
No obstante, eres tú el único que tiene el derecho de decidir que cambios harás en tu vida.
El miedo a la crítica puede hacer que te quedes varado en situaciones que no te gusten o que practiques una profesión que no te apasiona.
Quizás piensas que de esta forma, al menos, tendrán el reconocimiento de los demás, pero esto no es necesariamente cierto.
Al final, siempre va a haber alguien hablando de ti, pues esta es la naturaleza humana. Y está bien. No puedes caerle bien a todo el mundo siempre.
Lo que sí puedes hacer es vivir de acuerdo a tus expectativas y sueños. Es muy probable que te sigan criticando pero, sin duda, serás más feliz.
5. Tu errores pasados no definen tu futuro.
La quinta de las cosas que el miedo no quiere que sepas es que los errores que has cometido no tienen por qué definir cómo será tu futuro. Todos cometemos errores y todos traemos a cuestas un montón de cosas que no debimos hacer.
Eso es natural, pues la vida se trata de probar cosas nuevas y de tomar decisiones. Cuando haces estas dos cosas no hay forma de ir libre de errores.
Ahora bien, esos errores pueden serte de gran ayuda para encontrar el mejor camino hacia tus metas. No seas de las personas que por un error dejan de intentar y ahí se quedan.
En lugar de eso, usa tus errores para ver qué camino tomar o para aprender la lección.
6. La única cosa que se interpone en tu camino no es el miedo, eres tú.
¿Crees que el miedo es el que te mantiene paralizado? La verdad es que esto no es así. Es cierto que el miedo puede generar incertidumbre y dudas, pero el que decide quedarse congelado eres tú.
Siempre que el miedo aparece tienes dos opciones:
Hacerle caso y quedarte estancado.
Ver la advertencia que el miedo quiere darte, tomar tus precauciones y actuar.
Cuando dejas de ver al miedo como el gran obstáculo de tu vida, tomas responsabilidad plena de ti. Prueba a hacerlo cuanto antes.
Verás que, aunque causa incertidumbre, hacerte responsable de tus actos es muy gratificante."
Fuente: Mejor con salud.com
Les envío un montón de sonrisas, sean felices y tratemos de no tener miedo
Meredith