heka escribió: ¿Podría castigarse a un espíritu que nos ha hecho algún daño por petición de una persona? En caso negado ¿es que acaso es inimputable? y de ser afirmativo ¿Cómo se haría o quién lo haría y cuál es el procedimiento a seguir?
La Creación está regida por principios de rectitud, orden, justicia. Esto resulta necesario para que se manifieste la vida como obra perfecta de amor en lo pequeño y en lo grande. Las Siete Leyes, son principios universales dirigidos por altas inteligencias desde los planos superiores. Cuando se manifiestan en forma aparentemente casual, son conocidas como “la Providencia” por su oportunidad y altos beneficios; pero, si surgen dificultades, sufrimientos, a eso la llaman castigo de Dios (Karma) y, a lo primero Dharma.
Estos siete principios ponen en orden divino todo cuanto existe. Son siete porque este número rige en este sistema solar y en la galaxia donde está la Tierra: 1.- Mentalismo; 2.- Correspondencia; 3.- Vibración; 4.- Polaridad; 5.- Ritmo; 6.- Causa y Efecto; 7 Generación.
No, desde este Plano Dimensional, a no ser que usted tenga completa familiarización con entidades pertenecientes a la Quinta Dimensión, así como también con miembros del Consejo Kármico.
No hay castigo alguno sino lecciones por aprender y la Ley de Retribución en acción, que es la justicia impersonal. Tampoco las penas son “eternas”, pues cesan para cuando los desencarnados se arrepienten de sus delitos, piden clemencia.
Dicho espíritu corresponde al Bajo Astral. El Bajo Astral, es una escuela de aprendizaje fuerte para quienes tienen graves delitos por pagar y deben compensar, rectificar su conducta. Considero que el que va a pagar dicha deuda, con más peso sería el operador u operadora, o sea quien realizó el trabajo o le envié dicho implante energético.
No es del todo inimputable, pues la Ley de Causa y Efecto, se encargará sobre los casos que le correspondan. Todo tiene una causa a la cual sigue un efecto correspondiente; por lo tanto, los sobresaltos y conflictos de esta vida tienen su origen en existencias pasadas durante las cuales no se procedió correctamente y se causó mal a otras personas. No se vive una sola vida, ya que hay muchísimas. Lo mismo que se recoge la mala cosecha, también se recibe la buena, lo cual se llama "dharma", que es la alegría, sorpresa y felicidad por el bien causado anteriormente. No existe la casualidad sino la causalidad y memos, el castigo de Dios, El destino se lo forma uno mismo con sus actos.
Saludos
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"Que el Gran AMOR Infinito de el DIOS UNO Padre-Madre te envuelvan en la Suprema LUZ Divina. "