PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE LA OBSESIÓN
 
254. Terminaremos este capítulo con las respuestas dadas por los Espíritus a algunas preguntas, viniendo en apoyo de lo que hemos dicho.
 
1. ¿Por qué ciertos médiums no pueden desembarazarse de los Espíritus malos que se unen a ellos, y cómo los Espíritus buenos que evocan no son bastante poderosos para alejar a los otros y comunicarse directamente?
"No es el poder el que falta al Espíritu bueno; muchas veces es el médium que no es bastante fuerte para secundarle; su naturaleza se presta mejor a ciertas relaciones; su fluido se identifica más bien con un Espíritu que con otro; esto es lo que da mucho imperio a los que quieren mortificar".
 
Intentaré explicar de manera simple a fin de que se entienda. A lo que se refiere esto es nada más ni menos a la sintonía. En el contexto espiritualista (para referirme a una realidad global) se solicita la sana mentalidad y control de las emociones decantándolas hacia la pureza durante el tiempo que dura la asistencia o intercesión por parte de los Espíritus invocados. Dado que esto se solicita con causa lógica pero sin explicarse razón, no se entiende que la elevación de la calidad de pensamientos y sentimientos predispone mayor receptividad al ser elevado de lo que al propio obsesor con el cual por causa natural al hallarse en semejanza situación moral, se corresponde mejor con nuestras ideas y sentimientos que rápidamente controla a su favor y que cultiva induciendo malos pensamientos, malos sentimientos y malos actos que retiren el mérito que secunda la autoridad que intenta ejercer el Espíritu intercesor.
 
Ingenuamente y fruto de la ignorancia a nivel internacional en Latinoamérica se ha difundido por transmisión oral una verdad a medias que afirma que el africanismo ha demostrado mayor eficacia a la hora de resolver problemáticas relacionadas a las obsesiones espirituales y resolución de problemas de índole material de nulo interés para los más elevados. Pues, lo cierto es que, esto sucede y se apoya en lo anteriormente dicho: dado que los hombres encuentran mucha dificultad para ponerse en sintonía y ser receptivos a la intercesión de Espíritus más elevados, por lo general encuentran mejores resultados bajo intercesión de Espíritus más materializados y en cercanía al hombre. Sobre esto puede decirse que la negligencia o “debilidad” no es una característica de la escala espiritual, pues, los más elevados con su autoridad pueden gobernar y neutralizar a los más inferiores logrando por el mérito moral lo que otros logran con la fuerza, no obstante, se requiere un periodo de santificación que cree condiciones para beneficiarse.
 
Aquí podemos decir que individuos benévolos cuyos fluidos son más sutiles, perfil psicológico y emocional se corresponde mejor a las filosofías cuya asistencia espiritual es más desmaterializada, estos encontrarán gran beneficio. Los otros, por otra parte, reportarán ineficacia, ni siquiera dirán haber sentido su cercanía lo cual constituye en la mayoría de los casos un falso negativo.
 
2. ¿Nos parece, sin embargo, que hay personas muy meritorias, de una moralidad irreprochable, y con todo se ven imposibilitadas de comunicarse con los Espíritus buenos?
"Esta es una prueba; ¿y quién os ha dicho que su corazón no esté manchado con un poco de mal, que el orgullo no domine un poco la apariencia de la bondad? Estas pruebas, mostrando al obcecado su debilidad, deben conducir/e a la humildad.
 
¿Hay alguno sobre la Tierra que pueda llamarse perfecto? Habrá quien tenga todas las apariencias de la virtud, y aun puede tener muchos defectos ocultos, un antiguo germen de imperfección. Por ejemplo, vosotros decís de aquel que no hace mal y que es leal en sus relaciones sociales: es un hombre bueno y digno. ¿Pero sabéis vosotros si sus buenas cualidades están empañadas por el orgullo, si hay en él un fondo de egoísmo, si es avaro, celoso, rencoroso, maldiciente y cien otras cosas que vosotros no apercibís, porque vuestras relaciones con él no os han puesto en este caso? El medio más poderoso para poder combatir la influencia de los Espíritus malos es el acercarse todo lo posible a la naturaleza de los buenos".
 
Lo anterior no nos plantea novedad aunque sí nos lo explica en un lenguaje simple. Si la iglesia católica dice que incurrir en pecado abre las puertas al demonio, es decir, a los malos Espíritus, y el espiritismo dice que la imperfección moral hace exactamente lo mismo, la imperfección moral es causa que apoya la concupiscencia en contra de nuestra integridad espiritual. ¿Dónde está la diferencia? Ya Jesús en el “nuevo testamento” lo dijo al liberar a un poseso: “ve y no peques más”; los malos Espíritus son jueces del pecado o deslices morales, de ahí adquieren libertades para prosperar con su gobierno en nuestras vidas.
 
Sobre esto conviene mucho la auto-observación ya que, por el género de la obsesión podemos descubrir defectos nuestros. Pues, sólo el iracundo padece por influjo de Espíritus que comparten la ira. Si te sucede, aunque no lo exhibieras hasta ese momento, eras una persona iracunda pero de forma pasiva. A menudo los obsesores son llamados caricaturistas por llevar a hipérbole o exageración nuestros defectos. Si nos creíamos virtuosos, ellos saben cómo amplificar lo que ante nuestro pensar no existe en nosotros y de eso se sirven para dañarnos.
 
3. La obsesión que se opone a que un médium obtenga las comunicaciones que desea, ¿es siempre una señal de ser indigno por su parte?
"Yo no he dicho que esta fuese una señal de poca dignidad, sino que puede ponerse un obstáculo a ciertas comunicaciones; lo que debe procurar es quitar el obstáculo que está en él; sin esto, sus oraciones y sus súplicas nada hacen. No basta que un enfermo diga a su médico: Dadme la salud, yo quiero estar bueno; el médico no puede nada si el enfermo no hace lo que es necesario."
 
4. ¿La privación de comunicarse con ciertos Espíritus sería, acaso, una especie de castigo?
"En ciertos casos esto podría ser un verdadero castigo, así como la posibilidad de comunicarse con ellos es una recompensa que debéis esforzaros en merecer." (Véase 'Pérdida y suspensión de la mediumnidad, número 220').
 
5. ¿Pueden combatirse las influencias de los Espíritus malos, moralizándoles?
"Sí; esto es lo que no se hace y es lo que no debe olvidarse de hacer, porque a menudo es una tarea que se os ha dado y que vosotros debéis cumplir caritativa y religiosamente. Por sabios consejos puede excitárseles al arrepentimiento y activar su adelantamiento."
5.1. ¿Cómo puede un hombre con relación a esto tener una influencia que no tienen los mismos Espíritus?
"Los Espíritus perversos se aproximan más bien a los hombres que procuran atormentar, que a los Espíritus, de los que se alejan todo lo posible. En este contacto con los humanos, cuando encuentran quien los moraliza, en un principio no le escuchan, se ríen; después, si se les sabe conducir, concluyen por dejarse conmover. Los Espíritus elevados no pueden hablarles sino en nombre de Dios, y esto les asusta. El hombre no tiene, ciertamente, más poder que los Espíritus superiores, pero su lenguaje se identifica mejor con su naturaleza, y viendo el ascendiente que puede ejercer en los Espíritus inferiores, comprende mejor la solidaridad que existe entre el cielo y la tierra.
Por lo demás, el ascendiente que el hombre puede ejercer sobre los Espíritus está en razón de su superioridad moral. No domina a los Espíritus superiores, ni aun a aquellos que, sin ser superiores, son buenos o benévolos, pero puede dominar a los Espíritus que le son inferiores en moralidad." ('Véase número 279').
 
6. ¿La subyugación corporal, llevada hasta cierto grado, podría tener por consecuencia la locura?
"Sí, una especie de locura cuya causa no es conocida de la gente, pero que no tiene relación con la locura ordinaria. Entre los que se tienen por locos hay muchos que no son más que subyugados, les sería necesario un tratamiento moral, mientras que se les vuelve verdaderamente locos con los tratamientos corporales. Cuando los médicos conozcan bien el Espiritismo, sabrán hacer esta distinción y curarán más enfermos que con los baños de chorro." ('221').
 
7. ¿Qué debemos pensar de aquellos que, viendo algún peligro en el Espiritismo, creen que el medio de evitarlo es prohibir las comunicaciones espiritistas?
"Si pueden impedir a ciertas personas el comunicarse con los Espíritus, no pueden impedir las manifestaciones espontáneas, hechas a estas mismas personas, porque no pueden suprimir los Espíritus ni impedir su influencia oculta. Esto se parece a los niños que se tapan los ojos y creen que nadie les ve. Sería locura el querer suprimir una cosa que ofrece grandes ventajas, porque los imprudentes pueden abusar; el medio de evitar estos inconvenientes, es, al contrario, el hacer conocer el fondo de esta cosa."

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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal? 
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.