La misión del espiritismo 1zw0v2s


Pese a la polémica existente hoy día en el seno espirita con relación al florecimiento de un espiritismo más orientado hacia la religión y el servicio al prójimo de lo que volcado al estudio empírico del fenómeno, me atrevo a colocar a continuación, la opinión (podría decir esclarecimiento) de Ramatís con respecto al interrogatorio que se le hizo con respecto a la finalidad y misión que tiene el espiritismo (doctrina kardeciana) desde su aparición y sincretización interreligiosa, ¿qué finalidad tiene como doctrina propia?, ¿qué finalidad tiene con relación a los hombres?, ¿qué finalidad tiene con relación a la religión y otras doctrinas?, ¿qué relación tiene como elemento sincrético cuyos subproductos le heredan aspectos filosóficos y científicos? Estos y otros puntos a continuación, serán revelados.
 
Este tema será clave indispensable para entender el papel existencial y pedagógico del espiritismo en la faz de la Tierra. Para aquellos que no sienten simpatía por él y se hallan confundidos mientras procuran encontrar en él aspectos que no le conciernen desde su gestación en el abstracto mundo de los Espíritus. Este tema aclarará, porqué el espiritismo es lo que es y no lo que buscan podría o debería ser. Luego de esto, se entenderá porqué la era del espiritismo es la era del entendimiento del fenómeno y el derrocamiento de la superstición, el involucro del raciocinio a la fe y la asociación de la ciencia de ambos mundos en una sola obra. Y se entenderá dónde se halla la dificultad del adepto al espiritismo de participar de las alegorías, simbologías, lenguajes complejos, sacramentos iniciáticos y demás procesos en los que se envuelve el religioso.
 
Aclaración: lo que leerá a continuación no es un determinante de directriz para la doctrina espirita (aclaratoria que hago a los espiritas ortodoxos decantados por la pureza doctrinaria) y puede tomarse como una opinión. No se admiten en el presente tema conductas proselitistas y sectarias orientadas a la difamación de este u otro autor de libros espiritas ni agresiones ideológicas dirigidas hacia adeptos de otras ideologías.
 
La misión del espiritismo
 
Pregunta: Conforme dicen los espiritas, el Espiritismo ¿es la doctrina más compatible con la evolución actual del hombre?
Ramatís: El Espiritismo es la doctrina más apropiada para la evolución del ciudadano moderno. Sus enseñanzas son acce­sibles a todos los hombres y se ajusta perfectamente al progreso científico de los tiempos actuales. Es el Consolador prometido por Jesús. Le cabe la misión de incentivar y disciplinar la "facultad mediúmnica en todos los seres humanos", estimulan­do por medio de las voces del Más Allá, las luchas por la evo­lución moral. A través de los médiums, los espíritus sabios, amorosos y angélicos, enseñan las cosas sublimes del "Espíritu Santo", conforme a la predicción evangélica. [1]
 
[1] "Si me amáis, guardad mis mandamientos; y yo rogaré a mi Padre y Él os enviará otro Consolador, para que quede con vosotros eterna­mente el Espíritu de la Verdad que el mundo no puede recibir, porque no lo ve, ni tampoco lo conoce. En cuanto a vos lo conoceréis, porque que­dará con vosotros y estará en vos. Pero, el Consolador, que es el Santo Espíritu que mi Padre enviará en mi nombre, os enseñará todas las cosas y os hará recordar todo lo que os tengo dicho." (Juan, Cáp. XVI, vs. 15, 16, 17 y 26.) Véase también, el Capítulo "Misión del Espiritismo" de la obra Roteiro de Emmanuel.
 
Pregunta: También es evidente, que antes de la codificación espirita, los hombres se redimían a través de otras doctrinas, filosofías y religiones.  ¿No es verdad?
Ramatís: Indudablemente, la mayoría de las almas que for­man la humanidad celestial, jamás conocieron el Espiritismo y fueron promovidas por otras doctrinas religiosas, como son el Hermetismo, Confucionismo, Budismo, Judaísmo, Islamismo, Hinduismo, Catolicismo y otras sectas reformistas. Además, algunas de esas religiones nunca oyeron hablar de Jesús, el sintetizador de las enseñanzas de todos sus precursores. Desde el comienzo de la civilización humana, las almas evolucionaron en forma independiente de cualquier doctrina, sectas o religiones. El camino de la "salvación" está determinado por la acción en pro del bien y no por la creencia del adepto.
 
Pregunta: Considerando que los hombres se salvan por sus obras, antes que por su creencia, entonces ¿cuál es el papel que le cabe desempeñar al Espiritismo?
Ramatís: No tengáis la menor de las dudas, que es explicar a los hombres el mecanismo de la acción y reacción que rige al Universo. El bien será el Bien y el mal será el Mal. Eso, tan sencillo induce al hombre a que practique las obras buenas.
 
Pregunta: Nos podéis decir, ¿cuál es el motivo para que el Espiritismo supere a los demás movimientos religiosos del siglo?
Ramatís: El espiritismo es la doctrina más apropiada para la mente moderna, porque no contiene adornos inútiles, comple­jidades doctrinarias, posturas fastidiosas o "tabúes" religiosos. Sus enseñanzas son simples y directas, no cansan a sus discípulos, haciéndoles perder su precioso tiempo en busca de la Verdad. La hora profética de los "Tiempos Llegados" ya no requiere doctri­nas o religiones subordinadas a símbolos o ritos, supersticiones o alegorías dogmáticas de carácter especulativo.
 
Pregunta: ¿Que atractivo fundamental tiene el Espiritismo, para ser aceptado por el pueblo?
Ramatís: Es el de generalizar y esclarecer las actividades del mundo oculto para las masas comunes, en forma de reglas simples y atrayentes, proporcionando la iniciación espiritual a la "luz del día", en forma clara y objetiva, sin terminologías difi­cultosas o lenguaje iniciático, pues tanto aprende el sabio como el hombre común, el viejo, como la criatura. Sus fundamentos doctrinarios se basan en la creencia en Dios, la Reencarnación y la Ley del Karma, procesos estos, que señalan el camino del perfeccionamiento del espíritu inmortal.
 
Pregunta: El Espiritismo, ¿no es una doctrina electiva para los occidentales únicamente, es decir, para un sector de la humanidad?
Ramatís: Las raíces doctrinarias del Espiritismo se introdu­cen en el conocimiento de la filosofía espiritual de todos los pueblos de la tierra, como son la Reencarnación y la Ley del Karma. Por eso, lo interpretan fácilmente los chinos, hindúes, árabes, africanos, latinos, germanos, eslavos o sajones. Aún los judíos, tan arraigados a los dogmas y preceptos mosaístas, ingre­san en el Espiritismo, ajustándose a sus prácticas mediúmnicas y objetivos filantrópicos. Además de ser una doctrina fácilmente asimilable para cualquier tipo de persona, su mensaje se adapta a todos en general, porque estudia la disciplina de los fenóme­nos mediúmnicos, que son comunes a todas las razas de la tierra. La fenomenología mediúmnica es un hecho comprobado por todos los pueblos y civilizaciones como las de Atlántida, Lemuria, China, Hebraica, Egipto, Persia, Caldea, Cartago, Asiría. Grecia, Babilonia, India, Germania o Arabia. Lo manifestado se comprueba fácilmente por su historia, leyendas o folklore, cuyos fenómenos fueron evidenciados hasta en los propósitos guerre­ros, inclusive, de los pueblos más primitivos. Los escandinavos, principalmente los "vikingos", relatan sus encuentros con brujas, sirenas y entidades fascinadoras, que surgían de las misteriosas brumas, persiguiéndolos durante las noches de luna llena. Las historias musicalmente creadas por Wagner en sus óperas y pie­zas sinfónicas, confirman el espíritu de religiosidad y la creencia en el mundo invisible por parte de los pueblos germánicos y anglo sajones. Rendían sus homenajes a los dioses, genios y deidades, considerándolos habitantes de un mundo extraño, dife­rente al habitado por los hombres. Las leyendas brasileñas tam­bién son pródigas en fenómenos mediúmnicos.
 
Pregunta: ¿Qué significa la iniciación a la 'luz del día", popularizada por el Espiritismo?
Ramatís: Antiguamente las iniciaciones espirituales eran se­cretas y exclusivas de las agrupaciones esotéricas, cuyas pruebas simbólicas y hasta sacrificiales, servían para controlar el valor personal y el entendimiento psíquico de los discípulos.  Sin embargo, los candidatos debían poseer cierto desenvolvimiento eso­térico y dominio de la voluntad en el mundo profano, para poder graduarse en las pruebas decisivas.  De esa forma, el intercambio con los Maestros o espíritus desencarnados, solo era permitido a unos pocos adeptos, entrenados en las iniciaciones secretas.
Con el advenimiento del Espiritismo se abrieron las puertas de los templos secretos, eliminó la compleja terminología y el vocabulario simbólico de las prácticas iniciáticas, transfiriendo el conocimiento espiritual directamente al pueblo a través de reglas y principios lógicos para el progreso humano. Divulgando el conocimiento milenario de la Ley del Karma y la Reencarna­ción, demostró a los hombres su responsabilidad personal en la cosecha de los frutos, buenos o malos que haya sembrado otrora. Eliminó la absurda idea del infierno que estimulaba virtudes por medio de amenazas sobre los sufrimientos eternos, pero advirtió, que más se salva el hombre por sus obras que por la creencia aprendida. Aclaró, que ninguno consigue abolir sus pecados en la hora extrema de la muerte, por medio de sacerdotes, pastores o maestros ficticios propuestos como procuradores divinos. El cielo y el infierno son estados inherentes al espíritu, consecuente de su mal o buen vivir sobre la tierra. En verdad, el hombre es el único responsable por su gloria o desdicha.
En el siglo XX, el discípulo evolucionó por las pruebas ini­ciáticas que se le presentan a cada instante en la vida cotidiana, sin necesidad de recogerse en instituciones, conventos o frater­nidades iniciáticas. El entrenamiento del espíritu debe ejercer­se conviviendo en medio de todo el mundo, a través de los su­frimientos, fracasos, vicisitudes o miserias que se le presenten, cuales lecciones severas y pedagógicas presentadas por lo Alto, que lo gradúan conforma a su comportamiento. No es necesario que el hombre se aísle del mundo, en una vida totalmente con­templativa, para poder alcanzar la sabiduría espiritual, que el mundo ofrece por demás en el trato cotidiano. El discípulo dili­gente y disciplinado, trabajando espiritualmente en la vida moderna, se promueve a un nivel superior, si sabe aprovechar cada minuto de su vida, si es obediente a los postulados espiritas y sumiso a los preceptos evangélicos de Jesús.
 
Pregunta: ¿Podríais darnos algunos ejemplos prácticos de esa iniciación a la 'luz del día'?
Ramatís: Es evidente que los hombres concurren a las igle­sias católicas protestantes, sinagogas judías, mezquitas musulma­nas, pagodas chinas, santuarios hindúes, centros espiritas, "tatwas" esotéricos, agrupaciones teosóficas, fraternidades Rosa Cruz o terreiros de la Umbanda, buscando el conocimiento y el con­fort espiritual para sus almas debilitadas. Pero su perfecciona­miento no se procesa por la adoración de los ídolos, meditaciones esotéricas, interpretaciones iniciáticas, reuniones doctrinarias o ceremonias cansadoras. En tales momentos, los fieles, creyentes, adeptos, discípulos, o simpatizantes, sólo aprenden las reglas y procedimientos que tendrán que aplicar en el mundo profano. Los templos religiosos, las agrupaciones teosóficas, cofradías iniciáticas, instituciones espiritas o tiendas de Umbanda, tienen cierta semejanza con las agencias de informaciones, que ofrecen el programa de las actividades espirituales recomendadas por lo Alto y conforme a las preferencias de determinados grupos hu­manos. [?]
Las prácticas a la "luz del día" gradúan a los discípulos en forma imprevista porque las ejercen bajo la espontaneidad de la vida en común. Aquí el discípulo es probado en la virtud de la paciencia por la demora de los cajeros, al servicio del comercio, o por la reacción colérica del guarda del ómnibus; allí se prueba la tolerancia por la descortesía del egoísta que se antepone en la fila de espera, o por la intransigencia de los agentes que diri­gen el tráfico en las populosas ciudades; acullá, por la renuncia y el perdón después de haber sido explotado por el vendedor, insultado por el conductor del taxi o perjudicado por el robo del empleado.
Así, en el transcurso de vuestras actividades humanas, sois enfrentados con los graves problemas, exponiendo vuestra meri­toria ejercitación de paciencia, bondad, tolerancia, humildad, re­nuncia o generosidad. Os ha de herir la calumnia del vecino malintencionado, el mal trato del patrón o seréis explotados por el mejor de los amigos. El Espiritismo, por lo tanto, con su doctri­na racional y electiva a la mentalidad moderna, puede enseñar­nos la mejor compostura espiritual en los momentos de esas pruebas iniciáticas a la "luz del día", sin complejidades, miste­rios o secretos. Es tan simple como la propia vida, pues en me­dio de la agitación neurótica o lucha desesperada para poder vivir, el hombre del siglo XX aprende los programas salvadores, elaborados en el interior de los templos religiosos o instituciones espiritualistas, para después ejercerlos en las actividades de la vida cotidiana.
 
[?] «… Los templos religiosos, las agrupaciones teosóficas, cofradías iniciáticas, instituciones espiritas o tiendas de Umbanda, tienen cierta semejanza con las agencias de informaciones, que ofrecen el programa de las actividades espirituales recomendadas por lo Alto y conforme a las preferencias de determinados grupos hu­manos». Esto se refiere a la aprobación de estructuras cuya cosmovisión y listado de actividades se han aprobado por conferir condiciones de progreso a Espíritus (encarnados y desencarnados) dados a una situación existencial y evolutiva. Podría decirse que el espiritismo es el camino libre, a través del cual, el discípulo puede moverse libremente y elegir entre las actividades y realizaciones, en tanto las instituciones consagradas, con sus sistemas, jerarquías, sacramentos y demás constituyen una plantilla de base sobre la cual trabajar y en los que puede conducirse el individuo moviéndose dentro de los márgenes o patrones predefinidos.
 
Pregunta: Muchos espiritas dicen que el Espiritismo debe predominar en el aspecto científico y no religioso, como lo hacen los pregonadores evangélicos. Además, refuerzan sus decires por las palabras que Allan Kardec, que dicen: "El Espiritismo será científico o no sobrevivirá." ¿Qué nos podéis aclarar?
Ramatís: El Espiritismo filosófico y científico puede satis­facer la exigencia especulativa del intelecto, pero el Evangelio, es el único que ilumina el corazón de los hombres. Recordemos, que a pesar del cuidado y la atención que merece la contextura de la lamparilla eléctrica, nada puede hacer sola, sino recibe la energía que proviene de la usina.
Por eso, Allan Kardec fundamentó la codificación espirita en la moral evangélica, pues estaba seguro que los resultados cien­tíficos pueden convencer al hombre de su inmortalidad, pero el Evangelio es el único capaz de convertirlo para las condiciones de la línea espiritual superior. La misión del Espiritismo no con­siste solamente en comprobar la vida inmortal, también le cabe consolar al espíritu, dándole luz en la lamparilla de la concien­cia, para después seguir iluminando al mundo.
 
Pregunta: Naturalmente, esos espiritas, mencionados ante­riormente, temen una vulgarización del Espiritismo a semejanza de lo sucedido con la pureza iniciática del Cristianismo, desvir­tuado por la pompa del Catolicismo e infantilizado por los dog­mas bíblicos, ¿no es verdad?
Ramatís: Considerando que el Espiritismo codificado por Allan Kardec no admite imágenes, culto material, simbolismos cabalísticos, insignias u organizaciones jerárquicas, es natural, que su mensaje espiritual no será pregonado por sectarismos re­ligiosos ni desfigurado por los ceremoniales del mundo. No pide templos apropiados para la adoración estandarizada con la Divi­nidad, pero admite la reunión evangélica en el hogar o el lugar elegido, bajo la recomendación del Maestro, que dijo así: "Don­de estuvieren dos o más reunidos en mi nombre, allí estaré yo en espíritu."
Desde que la ciencia es sinónimo de investigación y exac­titud, el Espiritismo es predominantemente científico, pues ade­más de sus investigaciones y experimentaciones continuas sobre la vida oculta, se distingue por la exactitud de sus preclaros e in­sustituible principios, porque no depende de fórmulas, dogmas o fantasías religiosas. Además, no existen sacerdotes o instructo­res intermediarios para interpretar el modo personal de las en­señanzas espiritas, como en el caso de la Biblia, donde centenas de sectas religiosas discuten de modo diferente los mismos ver­sículos.
 
Pregunta: Sin embargo, algunos espiritualistas, opinan que el Espiritismo no reveló ninguna novedad, digna de admiración, pues la Ley del Karma y la Reencarnación, eran postulados mile­narios pertenecientes a las filosofías orientales. ¿Cuál es vuestro parecer?
Ramatís: Sin lugar a dudas, que el Espiritismo popularizó en forma disciplinada y bastante fácil para la mente moderna, los conocimientos que anteriormente se elucidaban en la intimi­dad de los templos fraternistas y velados por una dificultosa terminología iniciática. Pero, también demostró aquello que era superfluo e incoherente, además de complejo para interpretar algunos pasajes, que esas corrientes orientalistas poseían en sus enseñanzas iniciáticas. La codificación espirita se transformó en una copa de agua cristalina, sin ningún colorante particular que la pueda confundir, perfectamente accesible a la mentalidad occi­dental y adversa a los adornos y supersticiones, muy del agrado oriental.
Allan Kardec adoptó el método lógico para sus experimen­taciones, y su doctrina brotó directamente de la observación de los hechos. Los postulados espiritas no es el fruto de las tradi­ciones, impuesta por cualquier escuela del espiritualismo orien­tal, pues el codificador no aceptó ninguna afirmación que no fuera la propia, para definir positivamente sus principios doctrinarios.
 
Pregunta: ¿Nos podéis citar alguna cosa, que Kardec haya encontrado incoherente, respecto a las corrientes espirituales de Oriente?
Ramatís: Inicialmente, rechazó el dogma de la "metempsicosis", puesto que los egipcios e hindúes admitían la transmigra­ción del alma humana para el cuerpo de un animal, como castigo por los pecados cometidos por el hombre en vidas pasa­das. Los sacerdotes enseñaban al pueblo, que el espíritu encar­naría en la especie, adecuada al tipo de su pecado; el glotón en el puerco, el irascible, en el toro, el bruto en el elefante, el terco en el asno. Mientras tanto, Allan Kardec rechazó ese pos­tulado, explicando que el espíritu no retrograda, como tampoco admitió la concepción reencarnacionista del Brahmanismo, con su orgullosa división de castas aristocráticas y sacerdotales, resaltando sobre la despreciable condición de los desheredados parias.
Realmente, el Espiritismo no aportó revelaciones inusitadas en el campo de la Reencarnación y de la Ley del Karma, expuestas milenariamente por las escuelas orientales; pero Allan Kardec, sólo aceptó tales enseñanzas o postulados después de someterlos a la unánime y rectora opinión de los espíritus, que estaban al servicio de la doctrina. Los admitió, obediente a la coherencia de lo Alto y por la sensatez en la solución de los problemas del mundo trascendental, cuando confirmaron el ori­gen de las diferencias entre los seres humanos, la conciencia de existir, el destino, el libre albedrío, el bien y el mal en la transitoriedad de la vida terrena.
 
Pregunta: ¿Qué fundamento tiene el afirmar, que el Espiri­tismo es una doctrina Universalista?
Ramatís: Indudablemente, el Espiritismo es una doctrina universalista, porque el motivo principal para actuar y existir son los acontecimientos derivados de los diferentes problemas del Espíritu inmortal, es decir, de la entidad universal. Su fundamental motivo es el Espíritu inmortal, sea luz, energía, llama, centella o ser imponderable e indiscutible a nuestro entendimiento humano, pero siempre ha de ser el "eslabón" de nuestra conciencia con el Absoluto, el sustentador de la Vida y del Universo.
 
Pregunta: Si el Espiritismo es doctrina universalista, ¿por qué determinados espiritas combaten a los credos, filosofías o mensajes mediúmnicos, inclusive, hasta nuestras comunicacio­nes mediúmnicas?
Ramatís: Repetimos: El Espiritismo es universalista, pero no le cabe la culpa si muchos espiritas desmienten ese elevado concepto y pierden su precioso tiempo en juzgamientos y agre­sividad mental para los demás trabajadores de la espiritualidad. [?]
 
[?] La realidad en la comunidad espirita se traduce en la sectarización y asidua separación no sólo ideológico sino lingüístico. Podría decirse que la doctrina otorgada por el trabajo de Kardec es la base del prejuicio pero Kardec no fue así, no estableció algo así y no lo aprobó. Por tal motivo, se entiende que las actitudes que han bautizado de “preconceptuosa” a la comunidad por dedicarse más a la censura y discriminación que a la propia evolución y trabajo, es fruto única y exclusivamente de la falta de madurez, comprensión y buena voluntad (fruto de viejas actitudes sectarias, dogmas y credos de anteriores encarnaciones) de parte de los actuales adeptos doctrinarios quienes responsabilizados de perpetuar la existencia del espiritismo y mantener su progreso, se han desviado lacerándolo por disputas de poder y popularidad en el seno espirita; dicho así, hace rato el único tema que se plantea en el medio espirita es la difamación de otros espiritas y su trabajo.
 
Pregunta: Algunos colegas, dicen que tienen necesidad im­periosa de defender los principios del Espiritismo, a fin de evi­tar la mezcla o sincretismos religiosos.
Ramatís: La argumentación es bastante débil, pues lo que es invulnerable a la influencia o agresión exterior, no necesita defensa alguna. El rosal plantado en cualquier terreno, conti­nuará dando rosas, sin esperar que cambie la modalidad de esa especie floral. Evidentemente, muchos espiritas reviven en modernas sublimaciones, los dogmas de los viejos credos que agra­daron en ésta o en reencarnaciones pasadas. Revelan en el me­dio espirita la intolerancia religiosa, el pesimismo y la mala disposición que tienen hacia las ideas y trabajos ajenos, que ultrapasan las fronteras de sus convicciones y simpatías. Bajo nuevos aspectos doctrinarios reproducen el vicio de excomu­nión del pasado, aunque sean cultos o conscientes del más avanzado programa espiritual. El peligro de disolución doctri­naría del Espiritismo debido a los conceptos o mezclas extrañas, desaparecerá si los espiritas estuvieran integrados y convenci­dos de los postulados doctrinarios, cuyas raíces son indestruc­tibles. Sólo la convicción absoluta puede afianzar la "fe que transporta las montañas"; sólo la fe viva, continua y fuerte, puede sustentar a cualquier ideal, esa especie de fe citada, es la que recomendamos para los espiritas temerosos de una posible confusión.
 
Pregunta: ¿El Espiritismo no se contradice en su universa­lismo al rechazar cualquier aproximación de credos o postula­dos espiritualistas?
Ramatís: Naturalmente, pero nosotros nos estamos refi­riendo al universalismo, que es fruto de la convicción basada en la cultura y en el discernimiento espiritual del hombre, aje­nos a los simples ajustes de credos, principios religiosos, prácti­cas diversas o variedad de creencias. El Espiritismo es una doc­trina espiritualista, porque está por encima de los conflictos y de las contradicciones religiosas, juzgando las actividades humanas en forma global y beneficiosa.
Además, expone el conocimiento oculto de todos los pue­blos, sin complejidades, en lenguaje simple y exceptuado de enigmas alegóricos, y su texto, moral y filosófico puede ser comprendido con suma facilidad por todos los seres y sin ne­cesidad de herir los postulados ajenos [2] Su sentir universalista está comprobado por el elevado deseo de comprender y servir a todos los seres en cualquier latitud de la tierra. Por el hecho de no incorporar en sus bases revelaciones o conceptos de otras fuentes espiritualistas, eso no desmiente su verdadero tenor de universalismo.  En verdad,  se  evita  el sincretismo  religioso o doctrinario, para no fatigar o crear complejidades a todo cuanto fue dicho con tanta simplicidad.
 
Pregunta: Ante los esfuerzos eclécticos de unir otras re­ligiones, como sucede actualmente al Catolicismo a través de sus concilios ecuménicos, aun así, ¿el Espiritismo debe consi­derarse universalista, aunque se mantenga al margen de tales iniciativas?
Ramatís: Es misión del Espiritismo conjugar los valores inherentes a la inmortalidad y despertar en los hombres la simpatía y el respeto hacia todas las creencias e instituciones religiosas del mundo, encendiendo en el alma de sus prosélitos la llama ardiente en la búsqueda común de la Verdad. Es men­saje universalista porque valoriza los esfuerzos del ser humano en favor del Bien y de la comprensión espiritual, en una visión global del conocimiento, sin necesidad de unir credos o sectas religiosas, en una fusión improductiva que bajaría la cualidad original, en base a la mezcla de postulados.
Universalismo no es un manto confeccionado con un pe­dazo de cada religión y doctrinas espiritualistas, es el enten­dimiento panorámico de las costumbres, temperamentos y sen­timientos religiosos de los hombres, convergiendo hacia un solo objetivo espiritual.
 
Pregunta: ¿Qué nos podéis decir sobre el Espiritismo, an­te la crítica de ciertos movimientos espiritualistas orientales, que lo juzgan como una doctrina prematura y hasta peligrosa para las masas populares?
Ramatís: Aunque la doctrina espirita divulgue en sus pos­tulados viejas enseñanzas de la tradicional filosofía espiritua­lista de oriente, también es cierto que la Teosofía, el Rosa Cruz y algunas instituciones esotéricas critican desairosamente el Es­piritismo y no aconsejan sus prácticas mediúmnicas. Alegan que el ejercicio de la mediumnidad es un arma de dos filos, que co­locan al médium bajo el peligroso control de los espíritus maléficos del mundo invisible.
Como es lógico, el uso de la mediumnidad exige prudencia, estudio y rigurosa elevación moral, pues las anomalías psíqui­cas, como las obsesiones, fascinaciones o comunicaciones me­diúmnicas indisciplinadas, son propias de la ignorancia e im­prudencia humana.
El Espiritismo, además de ser un sistema filosófico disciplinado y de experiencia científica, posee la garantía moral del Evangelio de Jesús. Lógico y criterioso en sus principios, en cien años de actividades doctrinarias jamás causó perjuicios directos a los estudiosos y adeptos bien intencionados. En sus enseñanzas, fácilmente comprensibles y sin objetivos persona­les, fue delineado para la emancipación espiritual de la huma­nidad del siglo XX.
 
Hasta aquí se plantea la misión y papel pedagógico del espiritismo como doctrina, que adapta al lenguaje moderno y hace selección de los elementos que indispensables, participan de la dinámica esencial del fenómeno espiritual habido en todos los pueblos, vistos por todas las razas, en todas las épocas de la humanidad.
 
Él es una actualización del conocimiento antiquísimo llevado a un lenguaje actual y capaz de penetrar al hombre moderno. Él comprende que disociar los superfluo y externo de lo íntimo e influyente sobre el Espíritu y su realidad existencia y evolutiva constituyen bases fundamentales para su progreso más allá de las estructuras y dogmas litúrgicos materiales que no ejercen un influjo sino aparente sobre los Espíritus.
 
¿Algún punto a discutir? Cítelo y plantee su interrogante o refuta.
 
El siguiente tema a tratar: el espiritismo como tercera revelación.
 

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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal? 
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.