Espiritista escribió: Saludos fraternales estimado hermano
@Alianza Naiguatá, entiendo su punto y coincido en que existen los embaucadores, los que llamamos burlones, hay mas de esos que otra cosa, así es, pero créame, a un demonio lo va a reconocer cuando lo vea, no son para nada parecidos. Por cierto, ¿Ha visto alguna vez una bruja transformada (de las que vuelan o de las que andan)?, ¿Como cree que obtienen ese poder?, ¿Quien se los otorga?, es uno de los casos populares que es bueno analizar para abrir la mente a las posibilidades.
Luz brillante en sus caminos!
Sí, por supuesto. De hecho, una de las grandes interrogantes que generalmente me acosan tiene que ver con el hecho que indiferente de la postura, siempre hay cabida al cuestionamiento y la duda (de ahí que crea que la duda es la vacuna más segura) y es que asumiendo cualquier postura (la de creer o no), siempre se evidencia un tipo de contradicción que nos conduce a considerar la versión que se opone a la nuestra (sea la de insinuar su existencia si lo dudamos o sea que insinúe su no existencia si creemos).
Ahora, usted coloca un punto muy relevante que es ese, el otorgamiento de poderes y bienestar sobrenatural que traspasa todo límite humano y lo digo siendo consciente de esta realidad teniendo a la cercanía personajes que pactaron y obtuvieron una condición especial siendo capaces de producir fenómenos verdaderamente fantásticos. Generalmente quienes dan evidencia de la llegada del demonio nada más evidencian fenómenos simples que fácil reproducen los Espíritus y eso sí lo pude verificar gracias al Kardecismo donde es natural ver a los Espíritus producir a voluntad toda clase de fenómenos dejando ver que por sí solos, ellos son capaces de superar aquello que atribuyen a su actuación que para mí no pasan de ser el acoso de simples Espíritus atormentadores. Sin embargo, opuesto a ese perfil, está el caso de los sucesos serios ligados a los poderes adquiridos, ahí sí se puede hablar de una personificación que posee poder siendo un hecho que simples Espíritus no logran conceder.
Ahora, tampoco he de rendirme a las certezas dogmáticas porque si el Diablo existe, me parece que tenemos demasiado conocimiento sobre él, ¿acaso eso no es sospechoso? Le conocemos el origen, naturaleza, modo de obrar, cómo combatirlo, etcétera..., cuando de nosotros mismos, como Espíritus, básicamente no sabemos nada. ¿Es coherente que no tengamos certezas sobre nuestra propia realidad pero sí tengamos el genoma de Satanás ya decodificado? Eso abre la posibilidad de que todo lo que se sepa sobre él también sea falso, y eso nos regresa a lo mismo que dije: no todo está para ser revelado al hombre, es decir, se convierte en un misterio que en vida dudosamente vamos a descubrir, excepto que Dios interceda, pero ni de Dios tenemos certezas más que las que la religión nos da y estas se pueden refutar por ser delimitadas a comprensión humana. Para mi opinión personal que el hombre crea tener certeza de algo, una verdad aunque sea a medias es un acto soberbio como insustentable; los caminos espirituales, ni siquiera protagonizados por actos buenos, curas y buena dirección, una moral impecable nos dan la garantía que sea un camino bueno y eso se respalda con aquella afirmación de 2 Corintios 11:14. Yo no he podido en lo que llevo de vida, conciliar una vivencia espiritual que no sea cuestionable, razón por la cual reitero lo que dijo Sócrates: sólo sé que no sé nada.
Personalmente, ¿usted ha conseguido 1 camino en el cual no quepa incógnita sobre si posiblemente haya algo falso? Yo a menudo me hago la pregunta de que afirmaciones de los apóstoles sean ciertas y estemos metidos en la paila, por otra parte, tampoco se evidencia mucha excepción por parte del cristianismo y si vamos a dudas, el Espíritu Santo de la actualidad ha perdido las virtudes atribuidas a Cristo si ya en cultos pentecostales se presta para maldecir vidas y amarrar maridos infieles, es muy fácil ver un pentecostal rodeado de sombras, y en el caso de María, pese a lo bonito, las versiones que se oponen a su culto tienen lógica de manera objetiva, pero la apologética mariana también. ¿En qué creemos? ¿Nos enlistamos en el antiteísmo, el ateísmo o agnosticismo? Nunca he tenido la sensación de cercanía a Dios en religión alguna, al contrario, todo lo que he percibido incluso en las cosas más puras como la curación me dejan más espanto que convicción y alegría. Sólo he tenido la sensación de cercanía a Dios en sucesos excepcionales, y con esa versión me he quedado.
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.