Buscando mi Orixá

Él andaba triste, por mucho tiempo buscaba una respuesta para sus aflicciones religiosas. Temía que su fe minase al punto de no batir cabeza [reverencia]… cuando ocurrió este encuentro. En medio al perfume de las hierbas quemando en la brasa, al sonido de los atabaques [especie de tambores], penumbra iluminada por velas, él ojea y se desploma:

-Abuelo, ya no aguanto más…

-¿Qué te aflige hijo mío?

-Abuelo, yo amo los Orixás, no tengo duda. Pero pasé por tantas desilusiones, fui engañado por personas que se decían maestros en el culto a los Orixás, ostentando todo tipo de títulos y artefactos. Sé que de cierta forma aprendí cosas, pero en el fin siempre una desilusión…

-Continúe hijo mío…

En lágrimas él recobra el aliento y prosigue.

-Entonces mi viejo, ya me hice por Santo, ya asenté Orixás, ya pasé por muchos fundamentos cuando yo adoraba el Orixá en otro segmento que no era Umbanda. Hoy no sé cómo hacer, de unos tiempos para acá comenzó mi Caboclo a manifestarse, descubrí que amo la Umbanda y este es mi camino, el Caboclo dijo que debo fundamentarme en la Umbanda y debo asentar mis Orixás. Ocurre que mis asentamientos fueron confiscados por mi último Babalao. Pienso que mis Orixás están bravos, me están cobrando, ¡tengo certeza!

-Hijo mío, ¿qué cobran ellos?

-No sé mi viejo.

-¿Entonces usted va a pagar lo que ni sabe qué debe?

-Vea mi viejo, como estoy confuso. Creo que necesito asentar mis Orixás para calmarme. ¿Cómo hago eso?

-Hehe… eso hijo mío, ¡usted ta en una encrucijá! Intonce, aquiete su corazón, sienta este olor de hierbas quemando y escucha con atención lo que este viejo negó tiene para hablar…

-Mi viejo, soy toda atención, gracias… - dije él en llantos.

-Hijo mío, los hombres en esta tierra tienen una necesidad constante de crear formas para expresarse, en este caso, el nego va a atenerse en la religión. Por eso muchas son las formas de adorar los Orixás, muchas incluso, y es cierto que muchas prácticas, no siendo incluso tolerantes a las diferencias, es posible aceptar. Pues, hijo mío, cuando el amor no fuera el camino y el buen sentido no fuera el límite, intonce mucho problema va a ocurrir. Sabe hijo, este viejo conoció los Orixás en la antigua África, y allá era todo muy diferente, simplemente diferente, no me arriesgaría a decir mejor, pues así nego negaría la evolución constante. Este contacto de mi alma con esa luz que llamamos de Orixás cambió la existencia de negó, y de tanto que amo y me siento bien, tras mi pasaje para el mundo espiritual, insistí para que Olorun me dejase cerca de sus Orixás. Soy feliz por eso hijo, porque nuestro Creador me oyó. Y fue así que este viejo aprendió algunas cosas simples. En la carne este nego procuró mucho los Orixás por la vida, por entre las cosas de la Tierra, mi Yá había enseñado que los Orixás estaban en la naturaleza, pero como yo no huía a la regla general, entendía que esa naturaleza sería el plano físico del árbol, la selva, agua, fuego, hehe… como que si yo teniendo un poco de agua yo tendría “aprisionado” el Orixá. Entendí ya aquí en el mundo espiritual hijo que Orixá no está fuera de nosotros, sino se encuentra dentro. Él traspasa nuestros poros y nos toma por entero cuando entendemos y reconocemos eso. Hijo, Orixá es la esencia de todo lo que usted ve, escucha y siente, está más allá de estos pobres sentidos humanos y muchísimo más allá de nuestra razón humana. Incluso este viejo intentando explicar Orixá, cometió un error, pues sé, hijo mío, que Orixá no se explica, se siente. Pero como ya dije, necesitamos crear formas, entonces hijo, que su forma sea la más próxima de lo abstracto y de lo sutil, porque así tal vez esté próximo de lo que sea Orixá.

Por eso hijo mío no se apegue tanto a las formas de cómo adorar o asientan los Orixás, principalmente cuando le enseñan métodos que no encuentra aceptación en su corazón. Los Orixás hablan al corazón, intonce es él que usted debe escuchar para saber cómo encontrará los Orixás. Si, por ejemplo, usted quiere asentar un Orixá de las selvas, vaya a una selva, sienta el olor de las hojas, tóquelas, converse con el Orixá, cante, baile, recoja las hojas, lianas, raíces, tierra, vaya agarrando un poquito de lo que hay allá, porque eso simboliza al tal Orixá fragmentado en la naturaleza, con eso monte un espacio donde colocará eso y allá usted reza por tal Orixá. ¿Entendió hijo mío?

Él sollozando y limpiando las lágrimas con la voz embargada responde:

-Mi viejo, abuelo querido, muchas gracias. Ahora siento el Orixá dentro de mí. Entendí su mensaje y no sé cómo agradecer.

-Hijo no tiene de qué. Ahora vaya al encuentro de sí mismo para encontrar los Orixás. Sea feliz hijo mío por entender que de la esencia solo bebe aquellos que aman simplemente por no saber explicar. Y siempre que hermanados los hijos de este plano estuviesen, sin máscaras, sin recelos, sin pretensiones, allá, a través del corazón sincero de cada uno, el Orixá se manifestará. Todos ustedes son hijos de Orixá y adoptados por todos los Orixás del Universo, somos hijos del Padre y Madre Celestiales y nada existe sin la relación armoniosa y continua de todos los Orixás en un enmarañado perfecto. Y si ¡buscas “tu” Orixá, entonces encuéntralo dentro de ti! ¡Saravá!

Y así, con tres chasquidos de dedos, el viejo sacudió a su médium, retornando para su Aruanda, una sensación de paz profunda sustentaba en el ambiente y el atabaque secó el cuero, un silencio se hizo en el aire y podía oír el chisporroteo del fuego en las velas, este silencio eran los Orixás hablando al corazón de cada uno presente en aquella Gira.

Probablemente se trate de un concepto Nueva Era relacionado al principio masculino y femenino de la divinidad. En Umbanda lo que ocurre es que la organización espiritual persigue el objetivo de emitir mensajes y explicaciones a las personas no basados en un lenguaje propio doctrinario sino adoptando la terminología tal cual la interpreta el propio sujeto, de este modo, no ser considerados proselitistas mientras la mismo tiempo se procura dar a entender el punto central del mensaje; en el caso personal que relata la persona que es un umbandista de Brasil que ahora participa en algunas redes, ha de tratarse de sus vínculos doctrinarios lo que conllevó a definir así a la Causa de todo y que consideran muchas religiones como Padre o Madre Divina (o). 

En lo tocante a los Orixás ya ese es otro tema, todo tiene que ver con el concepto que da la Umbanda a los mismos que los considera irradiaciones cósmicas divinas, una manifestación de las cualidades de esa Causa primera de todas las cosas que existen que conocemos por el nombre de Dios y referimos como Padre o Madre respectivamente acorde a la concepción que tengamos de la idea de Dios. La Umbanda no atiende a tradiciones terrenas, oferta una visión que se encuadra mejor en la metafísica por lo que discrepa en cuanto a las concepciones que el mundo tiene sobre esto y aquello.