Amigo, si usted lo que interroga es sobre qué puede ofrendar por simpatía a éste espíritu, sepa usted que dentro del Espiritismo, sin hacer distinción de vertiente, la voluntad vale más que el hecho, es decir, que su corazón es quien determina la mejor ofrenda que puede realizar. Los espíritus, muy contrario a la creencia popular, no delimitan aquello que nosotros les podemos ofrendar en muestra de afecto ya que incluso, un amor abnegado, exento de toda ofrenda material dignifica bastante a ese espíritu que se alimenta con esa energía saludable proyectada desde nuestras almas. Una vela, apoyado con el elemento sentimiento sincero viene a ser la ofrenda más valiosa, y sin necesidad de sentirse mal, habrá dado más a los ojos de ese espíritu que aquel que gastó todas sus prestaciones del año en un obsequio donde su corazón nunca se entregó sincero y puro en sus sentimientos.
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.