El esclarecimiento dejado en el Espiritismo [doctrina codificada] en la hechicería no interviene más que los pensamientos y emociones del individuo. En esos casos, Espíritus afines al deseo del individuo se aproximan y aumentan el potencial de lo que se está realizando. Eso deja a concluir que, quienes obran rituales para hacer el mal y estos se dan es porque tienen un poder maligno inmenso que surge de su íntimo, por ello, sería cuestionable el hecho de que hayan individuos que obran el mal y el bien al mismo tiempo. Tanto lo que se piensa, se siente, se dice o se hace debe ser de igual manera cuidado ya que todos son promotores de esas energías que destruyen vidas; en base a eso, el chismoso que no consigue dejar hablar de los otros es un hechicero en el sentido de la palabra y las desgracias que ocurren en la vida del individuo no dejan de ser más que el efecto de esos fluidos que son proyectados por tan insalubre persona. En el caso opuesto, también las curaciones, aperturas de camino, etc…, son el resultado de nuestra fuerza mental y emocional dirigida a algo en específico.
Me entusiasma ahora que nos traiga esa reflexión considerando que, tiempo atrás usted publicaba dominios en el foro ashe con el tabaco y no le encontró nada de malo a ese hecho, pero ya lo entiende.
e¡Saravá!z
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.