Los excesos cometidos en nombre de la Umbanda
Por el Pai Antonio de las Almas.
Mensaje canalizado por Géro Maita.
Pregunta: ¿El padre podría hablarnos al respecto de los excesos cometidos dentro de ciertos Terreiros en nombre de la Umbanda?
Pai Antonio: Muy bien colocado hijo mío cuando dice “en nombre de la Umbanda”, pero vale recordar que “no es Umbanda”.
El padre comienza esta conversa hijo, dejando claro que no deseo con mis palabras crear un código de conducta dentro de la Umbanda, muchos ya intentaron y todavía no consiguieron, pues la transformación viene a través de la concientización y eso agrada y suena menos invasivo para el padre.
Encontramos hoy muchos Terreiros alimentando más vanidad de lo que fundamentos ligados a Umbanda y la practica mediumnica. Médiums que se preocupan más con el nombre de su guía, o sea, “Caboclo X, Baiano Y, Exu tal”, pues el nombre ya crea una fama.
Médiums que alimentan la vanidad de “mi guía es mejor de lo que el tuyo” o incluso, “observan todo, desdoblan con inmensa facilidad, escriben con maestría”, pero no son capaces de sustentar estas hazañas cuando se encuentran lejos de los reflectores de la “idolatría” de los que les siguen, más manipulados de lo que fascinados.
Encontramos todavía estos mismos médiums desviándose en sus “horas vagas”, como si eso ocurriese dentro de la siembra de la caridad en los caminos tortuosos de la lujuria que corrompe el ser, de los vicios tanto materiales como morales e, infelizmente, en la inercia y en la pereza, haciendo valer el “haga lo que yo digo, pero no haga lo que yo hago”.
Generalmente hijo, encontramos a estos mismos médiums víctimas de obsesiones complejas, teniendo la proximidad de espíritus infelices que alimentan su quiebra estimulando sus prácticas anti doctrinarias, como muchos así las llaman.
Mediumnidad antes que más nada, es compromiso con la caridad y esta caridad debe comenzar con su propio cambio, pero, no todos piensan y actúan de esta manera hijo y, quien acaba pagando por estos anatemas infantiles es la ley de Umbanda que acaba siendo generalizada por quien no conoce sus fundamentos sagrados.
Y por hablar de fundamentos, tenemos los dirigentes dichos umbandistas. Abren sus casas con la fachada de la caridad, pero en realidad “caridad manipulada y cobrada”.
Encontramos vergonzosamente hijo, casas “vendiendo” a los sagrados Orixás en la esencia pura de Dios, colocando y relacionando los mismos a costas de la humanización sin ningún fundamento doctrinario. Ofrecen trabajitos para esto, para aquello, pensando que Umbanda es un mercado, donde procurando un determinado ítem, usted encuentra la sesión correspondiente al mismo.
Comercializan la ilusión de los amarres, demandas, venganzas, mentiras, manipulan vidas ostentando el nombre de la Umbanda, irrespetando el propósito del Caboclo de las 7 Encrucijadas. Se envuelven con hijas de su casa, fomentan la maledicencia y creen que después de todo eso, predicando la figura del “poder” bien diferente de la eficiencia de liderazgo, “doblan” sus hijos en la fe.
Ya es hora de cambiar, hijos míos.
Ya es hora de desviarnos de los ritos exteriores para vivir la Umbanda en nuestros corazones.
Ya es hora de acabar con el derramamiento de sangre dentro de los Terreiros pensando que con esta práctica se resuelve este o aquel problema.
Umbanda es simple de practicarse, nada más, nada menos, de lo que manifestar el espíritu para la caridad. Y caridad siempre viene acompañada de buen sentido. Y buen sentido se adquiere con estudio, con doctrina y, encima de todo, con fe razonada.
Los dirigentes no son dueños de la vida de nadie hijos míos, son solamente seres que más endeudados, reciben la tarea de conducir vidas que en época pretérita hayan desviado.
Mediumnidad no es “bicho de siete cabezas”, pues todos somos médiums, sino tarea que debe ser pautada en la ley de amor enseñada por el Cristo y no por la vanidad, por el egoísmo o por la sensación de poder.
“Bienaventurado el hombre que no anda según el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se asienta en la rueda de los escarnecedores. Antes tiene su placer en la ley del Señor, y en su ley medita de día y de noche. Pues será como el árbol plantado junto a arroyos de aguas, el cual da su fruto en su tiempo; sus hojas no caerán, y todo cuando hiciera prosperará. No son así los impíos; que son como los tamos que arrebata el viento. Por tanto no se levantarán los malos en el juicio, ni los pecadores en la congregación de los justos. Porque el Señor conoce el camino de los justos; pero el camino de los impíos perecerá.” – Salmos 1:1-6.
¡Estudien hijos míos, estudien!
La Umbanda es linda, pero necesita de mentes renovadas y no presas en conceptos anticuados… ¡Reflexionen!
¡Con la fuerza y la luz de Ogum!
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.