UMBANDA BLANCA Y LÍNEA BLANCA
Pregunta: ¿por qué se le dice "Línea Blanca de la Umbanda”?
Ramatís: Las tribus africanas, ignorantes y simples, antes de tomar contacto con la civilización no tenían noción sobre el bien y el mal en sus prácticas mediúmnicas y de fetichería. Ya hemos dicho, anteriormente, que la moral y la conducta humana evolucionan distinto de una época para otra; entre los antiguos salvajes brasileños, era un bien comer la carne del valiente guerrero, así como en las guerras de los civilizados es un bien matar el mayor número de enemigos. Sin embargo, hoy es un mal ser antropófago, y mañana será un gran mal matar a su prójimo.
Además, la fetichería era practicada entre los negros como un encantamiento, como proceso técnico disciplinado por las leyes dinámicas de la Magia. No les pasaba por la mente que estuvieran practicando actos de perversidad, sino que se estaban sirviendo de los más avanzados recursos para sobrevivir en el mundo que les tocaba vivir. El encantamiento a través de los objetos, aves, animales, vegetales o residuos humanos, era parte de una lucha heroica, inmunizándose contra las fieras y los reptiles, defendiéndose contra las calamidades de la naturaleza y eliminando a sus enemigos. En verdad, los hombres civilizados también sustentan otra forma de fetichismo, empleando bombas atómicas, gases mortíferos, lanzallamas y hasta gérmenes virulentos en la magia negra del genocidio.
Los africanos hacían uso de la magia indistintamente, como un proceso de dinamismo y acción para controlar las energías del mundo oculto, apoyados por sus "Orixás" o espíritus de la naturaleza. No distinguían la magia negra como actividad maligna, o la blanca como sentido benéfico, sólo la magia con sus correspondientes procesos de encantamientos o fetichería. Después que esas prácticas fueron trasplantadas a otros pueblos, surgió la diferenciación; el hechizo pasó a ser considerado magia negra, porque además de ser un proceso preferido por los negros, eran actividades paralizantes, enfermizas y mortíferas. Y todo lo opuesto, era la acción de destruir el hechizo, conocido como magia blanca, siendo así, todo encantamiento o rito que beneficia al ser humano. También podría decirse hechizo negro, cuando es práctica adversa y hechizo blanco, si se ayuda al prójimo.
En base a tales consideraciones, los umbandistas prefieren denominar "Línea Blanca de la Umbanda" para distinguirla de la "Línea Negra" de los magos que trabajan en forma destructiva. Sin embargo, esa denominación es innecesaria, porque Umbanda en la acepción del vocablo, aunque se refiere a una doctrina y no a la vibración mística, que es expresión de actividad beneficiosa.
Pregunta: ¿Qué diferencia existe al decir "Línea Blanca de Umbanda" y "Umbanda Blanca"?'
Ramatís: En base a los actuales procedimientos, costumbres y eventos científicos de la civilización, es imposible la práctica de la Umbanda en los moldes, rigurosidad y ritualismo genuino africano, donde existen ritos, ofrendas y obligaciones tan nauseabundas y bárbaras, que chocan con los más rudimentarios preceptos de la higiene, el buen sentido y compostura humana.* Por otra parte, los ritos africanos variaron de una tribu a otra, dependiendo de costumbres, leyendas, creencias y del grado de belicosidad de sus componentes.*
Sucede, que ante esa denominación de Umbanda, los ritos, consagraciones e intercambio mediúmnico, eran conocidos solamente como "candomblé" y "macumba", bajo el dominio del genuino negro africano versado en la magia grosera de su tierra.
No había "Padre del santo" mulato o blanco en el ceremonial religioso africanista en el Brasil colonial.
Eso se debe a la desaparición del original negro africano, y la frecuente penetración de elementos blancos en otras razas no africanas, así como la cultura cristiana, se introdujo en el sentir de la ética brasileña.
A medida que los africanos fueron desencarnando, los pegis o dioses y la mística africanista en Brasil, pasó a manos de los oriundos del país, quienes no pudieron soportar la línea iniciática de los ritos negros en su manifestación original. Entonces las macumbas y los candomblés se fueron impregnando de las creencias católicas, de las leyendas y magia amerindia y del influjo creciente del Espiritismo. Los mulatos pasaron a dominar en los terreiros y gradualmente están cediendo el cetro a los blancos procedentes de todas las razas, siendo bastante difícil ver a un negro calificado de "Padre del Terreiro".
Numerosos caballos (médiums) y jefes de los terreiros, son descendientes de italianos, portugueses, sirios, polacos, alemanes, japoneses y hasta judíos, en el más genial espíritu de confraternización con las algarabías de los viejos negros y el lenguaje, brusco, vigoroso e imponente de los indios.
Cada vez se hace más intensa la influencia de ciertas doctrinas hindúes en los terreiros, debilitando la vieja magia africanista, justificando la presencia de los blancos por la fórmula de "Umbanda Blanca".
*He aquí una de las iniciaciones bárbaras de aquella época. Cuando un candidato daba señales de incorporar a su Orixá y deseaba ser médium, debía someterse a la iniciación, que era bastante dolorosa e incómoda, además del período agotador que debía permanecer bajo la guardia de los dioses, es decir, su representante en la tribu. Llegado el día de la solemnidad era totalmente depilado, fuera mujer u hombre, después se lo lavaba con el agua de una cascada o fuente sagrada. Ante la imposibilidad de ese baño depurador, se sustituía por un cocimiento de hierbas fuertes y olorosas, portadoras de poderes mágicos. El candidato era vestido de acuerdo a las particularidades de su Orixá, haciéndole tres tajos en cada lado del rostro, en vertical, y dos en la cabeza en forma horizontal, cuyas cicatrices después comprobaban estar subordinado y consagrado a su Orixá. A continuación se hacían una serie de sacrificios de aves y animales, en donde se acostumbraba a mezclar la sangre de los consagrados. En base a las prohibiciones de tales actos, perjudiciales para la integridad física y hechos en los genuinos trabajos de los "candomblés", actualmente, los cortes en la cara de los iniciados se hacen con pinturas.
*Uno de los factores influyentes en que exista una intolerancia tan radical y uniforme en países donde ha proliferado la Umbanda es justamente la inconveniencia y mala recepción que se tiene con respecto a elementos y ritos que emulan la ritualista africana, es decir, estamos situados en escenarios cuyas metodologías hieren la sensibilidad y preferencia particular de las urbanizaciones mejor organizadas y más delicadas en cuanto al tipo de sonidos, olores y sucesos que están dispuestos a tolerar en su entorno de modo que hallan muy perturbador no sólo en el campo de la psicología sino de la salud emocional la reproducción de una micro-áfrica en sus propias localidades. No se ha reportado 1 sólo caso de intolerancia ni conflictos relacionados a la Umbanda desentendida del africanismo, y todo lo contrario se ha observado en el afro-umbandismo encontrando leyes locales que facilitan su persecución, aprisionamiento y allanamiento por cualquier motivo.
Pareciera un simple rechazo al africanismo cuando más bien podría decirse que se trata de la discordia cultural. Y naturalmente, ¿de qué manera habría de reaccionar la conservadora comunidad que se ha educado desde la infancia bajo las directrices de la puritana Iglesia Católica y ahora debe tolerar escándalos provenientes de los tambores, olores de hierbas y tabacos, los gritos de los animales inmolados y peor aún, encontrarse con cadáveres de animales despechados en ofrendas en la encrucijada de su avecina? La sociedad organizada y civilizada ha procurado aislar las cosas desagradables para no tenerlas a la vista, y hay varios elementos que por no ser autóctonos de estas tierras producen de muchas maneras estados estresantes que atentan contra el derecho y el bienestar de una mayoría civil. Ahora, lo que más disgusta de la herencia africana en estos países es el uso de elementos orgánicos provenientes de organismos bióticos que sufren biodegradación por autolisis y pasan por procesos de putrefacción, es gracioso pero ya se ha observado en vivo, frente a las cámaras el arresto de personas incorporadas por la tenencia de osamentas humanas y por el hedor que emana de estos centros espirituales, identificados como umbandistas pero que practican a cabalidad los ritos del pueblo yorùbá.
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.