TOMADO DE LA WEB.
¿Cómo es que sentimos a Dios?
Regresemos al discernimiento de lo absoluto y lo relativo, lo absoluto es eterno por definición, lo relativo está definido en el tiempo y el espacio por lo tanto no puede ser eterno, su expresión es finita y ésta expresión finita la conocemos a través de los cinco sentidos, así que cualquier esperanza de vida eterna en lo material, es simplemente absurda, un acto de una completa ignorancia acerca de lo relativo material; sin embargo nosotros no sentimos solamente con los sentidos, existen otros tipos de sensaciones que es necesario distinguir correctamente para comprender su origen y también su verdadera importancia, porque el cuerpo espiritual que existe, lo sentimos en el alma, pero en la mente no se entiende el origen de estas sensaciones, porque no hay una diferencia aparente entre lo que expresamos con el alma y lo que sentimos del espíritu.
La razón, memoria e imaginación producen en la mente conceptos subjetivos que se traducen en emociones, pero las sensaciones que tienen su origen en el Absoluto, que también son subjetivas y que por su origen deberíamos considerar como trascendentes, las sentimos a través de nuestro cuerpo espiritual también en la mente, y aun cuando éstas tienen su origen en lo trascendente no les podemos dar su debida importancia, porque no hemos discernido el alma y el espíritu en nosotros, por lo que no distinguimos el origen de éstas sensaciones y no podemos valorar correctamente lo que sentimos.
Tenemos muy claros los cinco sentidos, aunque tengo que hacer la observación de que los sentidos también se disciernen en la mente no en el cuerpo, en el cuerpo están los sensores que mandan la información al cerebro, ahí comienza el proceso de abstracción hasta que se discierne y se le da sentido en el alma, pero lo que si queda muy claro es el origen de ésas sensaciones, que es lo relativo material y como conocemos de lo objetivo hacia lo subjetivo, lo que falta es discernir correctamente en lo subjetivo, el alma y el espíritu, por lo que tenemos que encontrar la verdad que nos ayude a distinguir correctamente la diferencia.
En el alma sentimos además de los sentidos, emociones de acuerdo al significado de los conceptos y también sentimientos que tienen su origen en la esencia de los actos, por lo tanto los sentimientos de los que estamos conscientes de forma elemental “empírica”, son la forma en la que sentimos al Absoluto, ésa conciencia es la que nos acusa o nos excusa en nuestra toma de decisiones, por ser la conciencia de nuestra propia esencia, con la que fuimos creados, de la cual nos desprendemos porque es Dios; la cual por no comprender su origen y significado no ha pasado a ser parte de nuestra vida, ésta conciencia sólo es motivo de temor o guía puesta para nuestro servicio, pero de ninguna manera nuestra voluntad, sólo hasta que ése cuerpo espiritual estuviera consciente en nuestro entendimiento, sería parte de nuestra voluntad y nuestra vida, por ésta razón es que los sentimientos no han sido valorados correctamente, pues no han significado algo valioso para nuestra mente, aun cuando nos duelan o complazcan en nuestra conciencia, al no haber comprendido el valor trascendental de eso que sentimos y que podemos ser.
La razón, memoria e imaginación producen en la mente conceptos subjetivos que se traducen en emociones, pero las sensaciones que tienen su origen en el Absoluto, que también son subjetivas y que por su origen deberíamos considerar como trascendentes, las sentimos a través de nuestro cuerpo espiritual también en la mente, y aun cuando éstas tienen su origen en lo trascendente no les podemos dar su debida importancia, porque no hemos discernido el alma y el espíritu en nosotros, por lo que no distinguimos el origen de éstas sensaciones y no podemos valorar correctamente lo que sentimos.
Tenemos muy claros los cinco sentidos, aunque tengo que hacer la observación de que los sentidos también se disciernen en la mente no en el cuerpo, en el cuerpo están los sensores que mandan la información al cerebro, ahí comienza el proceso de abstracción hasta que se discierne y se le da sentido en el alma, pero lo que si queda muy claro es el origen de ésas sensaciones, que es lo relativo material y como conocemos de lo objetivo hacia lo subjetivo, lo que falta es discernir correctamente en lo subjetivo, el alma y el espíritu, por lo que tenemos que encontrar la verdad que nos ayude a distinguir correctamente la diferencia.
En el alma sentimos además de los sentidos, emociones de acuerdo al significado de los conceptos y también sentimientos que tienen su origen en la esencia de los actos, por lo tanto los sentimientos de los que estamos conscientes de forma elemental “empírica”, son la forma en la que sentimos al Absoluto, ésa conciencia es la que nos acusa o nos excusa en nuestra toma de decisiones, por ser la conciencia de nuestra propia esencia, con la que fuimos creados, de la cual nos desprendemos porque es Dios; la cual por no comprender su origen y significado no ha pasado a ser parte de nuestra vida, ésta conciencia sólo es motivo de temor o guía puesta para nuestro servicio, pero de ninguna manera nuestra voluntad, sólo hasta que ése cuerpo espiritual estuviera consciente en nuestro entendimiento, sería parte de nuestra voluntad y nuestra vida, por ésta razón es que los sentimientos no han sido valorados correctamente, pues no han significado algo valioso para nuestra mente, aun cuando nos duelan o complazcan en nuestra conciencia, al no haber comprendido el valor trascendental de eso que sentimos y que podemos ser.