Trabajos encomendados y promesas de solución
Iassan Ayporê Pery
Iassan Ayporê Pery
¿Qué pensar de estos anuncios vinculados en periódicos o panfletos distribuidos en las calles que prometen la solución de nuestros problemas amorosos, financieros y de salud? ¿ellos funcionan incluso? ¿traen la solución tan deseada? Creo que existen dos aspectos que deban ser analizados. El primero se refiere al desespero de la persona que necesita o desea la solución. El segundo es ver envuelto el nombre de la Umbanda en esta cuestión. Analizando el primer aspecto, podemos desglosarla también en dos vertientes. La primera comprensión de la persona que por creer que su problema no sea de su merecimiento o “culpa”, busca en lo externo la solución del mismo. Personas que buscan por este tipo de “atendimiento” no tienen menor noción de espiritualidad, de merecimiento, y no están ni un poco preocupadas con las consecuencias que este tipo de envolvimiento puede traer, pues las desconocen. Por creer que su problema es consecuencia de acciones de terceros, desafían al propio Dios, diciéndose no merecedoras de lo que están pasando. Dentro de sus mentes obnubiladas por el dolor y sufrimiento, quieren una solución rápida, mágica, que las hagan verse libre y feliz.
La segunda vertiente dice respecto específicamente al sentimiento del solicitante. Muchos piden que “la persona amada vuelva”. Ahora, sabemos que quien ama realmente desea solamente el bien del ser amado, por lo tanto no irá a hacer un pedido de esta naturaleza. Otras personas piden que “fulano” pierda el empleo, pues él precisa trabajar y el “fulano” está interrumpiendo; o entonces piden por el desencarne de “beltrano”. ¡Francamente! Pero, ¿esos “trabajos” funcionan? No para todos, pero sí para muchos o algunos. Pero en el fondo, en el fondo, es imprescindible que haya absoluta armonía entre el solicitante, el ejecutante y el astral inferior. Por lo tanto, obtener el resultado deseado apenas confirma la absoluta sintonía entre esas tres cosas. Pero ¿quién ejecuta estos trabajos en nivel astral? Espíritus que trabajan con fuerzas tenebrosas, de bajo patrón vibratorio y alta densidad espiritual. Espíritus altamente ligados a la materia, al mundo encarnado. No son desprovistos de inteligencia, muy por lo contrario, son desprovistos de luz, de esclarecimientos de la verdad eterna, de amor. Espíritus que nostálgicos de sus tiempos en la Tierra todavía precisan alimentarse, fumar, beber, orinar, defecar, sentirse encarnados todavía, sienten dolor, placer sexual, etc. Y para satisfacer sus necesidades fisiológicas y otras intenciones maléficas, se reúnen entorno de encarnados que podrán, por similitud vibratoria, atenderlos en sus deseos y aspiraciones. Muchos se agregan a los médiums que por su falta de vigilancia, ceden lentamente a esas aspiraciones, ellos son astutos, llegan a hacerse pasar por Exu, dando al médium la impresión de estar siendo asistido por su propio Exu. Por esto es tan importante que el médium estudie siempre y se mantenga en el camino del bien y de la caridad. Dentro de su osadía, esos obsesores envuelven al médium dándole “poderes” y sensaciones placenteras en nivel de tierra. Atienden rápidamente las necesidades más mundanas del médium y se presentan como “solucionadores” de diversas cuestiones. Pero todavía no es ahí que comienza el cobro. El médium excitado se desvía todavía más, comienza a procurar lugares donde haya el mismo tipo de afinidad vibratoria, y todo lo que estudió recibe otra connotación. Comienza a atender personas en casa y pedir, sugestionado por los obsesores, los elementos que irán a satisfacer las necesidades de ellos, y no ve nada de mal en cobrar también por el trabajo que irá a ejecutar. Al final tiene que “salvar el santo”, “salvar el suelo”, y salvar no sé qué más. la persona que fue a pedir, podrá o no recibir la “gracia”, o sea, la solución tan deseada, pero ciertamente ella recibirá algunas tantas compañías que turbarán todavía más su mente ya tan preocupada y perturbada por el dolor. En este caso en especial, no recibir la “gracia” es que es la verdadera gracia, pues es señal que la persona no está tan envuelva así con la espiritualidad inferior.
El segundo aspecto de esta cuestión es cuando envuelven el sagrado nombre de la Umbanda en estos trabajos. La Umbanda no se presta a este tipo de cosas. Quien así lo dice está desviado de su camino. La Umbanda trabaja justamente para combatir el astral inferior y no concuerda con el obsesor, pero lo orienta y doctrina, al contrario también de lo que muchos piensan. En este embate la primera línea que es utilizada por la Umbanda es la línea de Exu y Pomba Gira, porque son las entidades determinadas por el Astral Superior para este trabajo en función de sus características vibratorias, a su enorme capacidad de manipulación energética y su profundo conocimiento de las trampas del astral inferior. Exu trabaja para ascender a las huestes superiores, o sea, para un día venir a ser un Caboclo o Negro Viejo, por lo tanto jamás irá a dejarse seducir por trampas que él tan bien conoce. Más allá de eso, Exu trabaja bajo las órdenes de espíritus superiores que son los enviados de Orixá. Luego, por deducción simple y lógica no hace sentido la afirmación de que Exu hace tanto el mal como el bien, que no sabe diferenciar uno del otro; eso significaría inocencia, cosa que está lejos de ser una de las características de Exu; más allá de significar que Exu sería un idiota, y no un espíritu de luz, guardián y defensor. ¿Exu es pasional? Sí, Exu es pasional, pero no es bobo y mucho menos violenta el libre albedrío de nadie, por lo tanto Exu no golpea, no exige ofrenda especial ninguna, utiliza sí, los elementos ofrendados (Padê y bebida alcohólica), única y exclusivamente para manipular las energías volatilizadas para la consecusión de los objetivos propuestos por el Astral Superior, y el mismo no propone que el Exu beba a través de su médium, pero sí que manipule la esencia de los elementos ofrendados en favor de sus comandados, estos sí más apegados a las necesidades terrenas. He allí el motivo de que Exu sea tan mal comprendido. He allí el motivo de la Umbanda ser tan execrada. Las personas laicas y los médiums desprovistos de esclarecimiento y orientación, se dejan llevar por ejemplos poco loables y acaban mezclando las cosas. El tiempo que algunos médiums pierden en querer aprender “habladurías”, ofrendas y agrados para los Orixás y etc., deberían de usar para elevar el propio patrón vibratorio y tornarse dignos de decirse umbandistas. Pero nada ocurre por acaso, pues todas las veces que la Umbanda es atacada ella resurge, tal cual el fénix de las cenizas de los médiums poco vigilantes, a través de la fuerza de los que realmente aman la Umbanda.
La segunda vertiente dice respecto específicamente al sentimiento del solicitante. Muchos piden que “la persona amada vuelva”. Ahora, sabemos que quien ama realmente desea solamente el bien del ser amado, por lo tanto no irá a hacer un pedido de esta naturaleza. Otras personas piden que “fulano” pierda el empleo, pues él precisa trabajar y el “fulano” está interrumpiendo; o entonces piden por el desencarne de “beltrano”. ¡Francamente! Pero, ¿esos “trabajos” funcionan? No para todos, pero sí para muchos o algunos. Pero en el fondo, en el fondo, es imprescindible que haya absoluta armonía entre el solicitante, el ejecutante y el astral inferior. Por lo tanto, obtener el resultado deseado apenas confirma la absoluta sintonía entre esas tres cosas. Pero ¿quién ejecuta estos trabajos en nivel astral? Espíritus que trabajan con fuerzas tenebrosas, de bajo patrón vibratorio y alta densidad espiritual. Espíritus altamente ligados a la materia, al mundo encarnado. No son desprovistos de inteligencia, muy por lo contrario, son desprovistos de luz, de esclarecimientos de la verdad eterna, de amor. Espíritus que nostálgicos de sus tiempos en la Tierra todavía precisan alimentarse, fumar, beber, orinar, defecar, sentirse encarnados todavía, sienten dolor, placer sexual, etc. Y para satisfacer sus necesidades fisiológicas y otras intenciones maléficas, se reúnen entorno de encarnados que podrán, por similitud vibratoria, atenderlos en sus deseos y aspiraciones. Muchos se agregan a los médiums que por su falta de vigilancia, ceden lentamente a esas aspiraciones, ellos son astutos, llegan a hacerse pasar por Exu, dando al médium la impresión de estar siendo asistido por su propio Exu. Por esto es tan importante que el médium estudie siempre y se mantenga en el camino del bien y de la caridad. Dentro de su osadía, esos obsesores envuelven al médium dándole “poderes” y sensaciones placenteras en nivel de tierra. Atienden rápidamente las necesidades más mundanas del médium y se presentan como “solucionadores” de diversas cuestiones. Pero todavía no es ahí que comienza el cobro. El médium excitado se desvía todavía más, comienza a procurar lugares donde haya el mismo tipo de afinidad vibratoria, y todo lo que estudió recibe otra connotación. Comienza a atender personas en casa y pedir, sugestionado por los obsesores, los elementos que irán a satisfacer las necesidades de ellos, y no ve nada de mal en cobrar también por el trabajo que irá a ejecutar. Al final tiene que “salvar el santo”, “salvar el suelo”, y salvar no sé qué más. la persona que fue a pedir, podrá o no recibir la “gracia”, o sea, la solución tan deseada, pero ciertamente ella recibirá algunas tantas compañías que turbarán todavía más su mente ya tan preocupada y perturbada por el dolor. En este caso en especial, no recibir la “gracia” es que es la verdadera gracia, pues es señal que la persona no está tan envuelva así con la espiritualidad inferior.
El segundo aspecto de esta cuestión es cuando envuelven el sagrado nombre de la Umbanda en estos trabajos. La Umbanda no se presta a este tipo de cosas. Quien así lo dice está desviado de su camino. La Umbanda trabaja justamente para combatir el astral inferior y no concuerda con el obsesor, pero lo orienta y doctrina, al contrario también de lo que muchos piensan. En este embate la primera línea que es utilizada por la Umbanda es la línea de Exu y Pomba Gira, porque son las entidades determinadas por el Astral Superior para este trabajo en función de sus características vibratorias, a su enorme capacidad de manipulación energética y su profundo conocimiento de las trampas del astral inferior. Exu trabaja para ascender a las huestes superiores, o sea, para un día venir a ser un Caboclo o Negro Viejo, por lo tanto jamás irá a dejarse seducir por trampas que él tan bien conoce. Más allá de eso, Exu trabaja bajo las órdenes de espíritus superiores que son los enviados de Orixá. Luego, por deducción simple y lógica no hace sentido la afirmación de que Exu hace tanto el mal como el bien, que no sabe diferenciar uno del otro; eso significaría inocencia, cosa que está lejos de ser una de las características de Exu; más allá de significar que Exu sería un idiota, y no un espíritu de luz, guardián y defensor. ¿Exu es pasional? Sí, Exu es pasional, pero no es bobo y mucho menos violenta el libre albedrío de nadie, por lo tanto Exu no golpea, no exige ofrenda especial ninguna, utiliza sí, los elementos ofrendados (Padê y bebida alcohólica), única y exclusivamente para manipular las energías volatilizadas para la consecusión de los objetivos propuestos por el Astral Superior, y el mismo no propone que el Exu beba a través de su médium, pero sí que manipule la esencia de los elementos ofrendados en favor de sus comandados, estos sí más apegados a las necesidades terrenas. He allí el motivo de que Exu sea tan mal comprendido. He allí el motivo de la Umbanda ser tan execrada. Las personas laicas y los médiums desprovistos de esclarecimiento y orientación, se dejan llevar por ejemplos poco loables y acaban mezclando las cosas. El tiempo que algunos médiums pierden en querer aprender “habladurías”, ofrendas y agrados para los Orixás y etc., deberían de usar para elevar el propio patrón vibratorio y tornarse dignos de decirse umbandistas. Pero nada ocurre por acaso, pues todas las veces que la Umbanda es atacada ella resurge, tal cual el fénix de las cenizas de los médiums poco vigilantes, a través de la fuerza de los que realmente aman la Umbanda.
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.