Homosexualidad en la Umbanda Origenevolutivodelahomo

Pregunta: ¿El Pai podría explicarnos al respecto de la homosexualidad en la Umbanda y en otras religiones? ¿Esto es una enfermedad, una plaga, un castigo divino o envolvimiento obsesivo?

Pai Benedito: Hijo mío, antes de abordar este tema tan delicado debemos observar que Dios no castiga a sus hijos, los ama integralmente y asociar esto, la homosexualidad como un castigo sería colocar fallas en la creación divina lo que es inaceptable. El ser viviente es el propio causante de sus pruebas y tristezas relacionadas a la ley de evolución del mundo que en que nos encontramos y esto es inherente a esta o aquella opción sexual, nunca confundiendo antes de nada que opción es diferencia de práctica sexual.
En los cultos afros encontramos asociaciones con la ligación del médium de “corona” como es denominado en algunas casas al hijo del Orixá Oxumarê con homosexualidad lo que es totalmente inaceptable, pues Orixá no rige este poder sobre sus “hijos” por nada más ser una cualidad de Dios y al hablar de Oxumarê, hablamos de la renovación divina en nuestras vidas, de aquel que es el estimulador del ser procurar renovarse, en su fe, en su día a día con actitudes saludables nada teniendo que ver con nuestros hermanos y hermanas homosexuales o lésbicas.
Todavía en la Tierra falta mucho para todos comprender el sentido y la función de los Orixás en la creación, pues los mismos todavía están muy “humanizados” dificultando una mirada más espiritual de lo que mundano sobre los mismos.
La Umbanda como cualquier otra religión tiene la tarea de RELIGARE o de RELIGAR al hombre a Dios y cuando ocupamos este papel en la creación no podemos hacer diferencias entre este o aquel grupo de personas.
¡Si una religión que predica la caridad, el amor y visualiza ligar al hombre a Dios, hace diferencias hijo, esta religión precisa de reforma moral y también de revisar sus conceptos espirituales!
Recordamos aquí el pasaje en que Jesús maestro soberano y administrador de nuestro amado planeta azul cuando estuvo presente entre los terrícolas, tuvo su encuentro con la mujer adúltera. La historia nos fue “pintada” de una forma donde la culpa cabía solamente a la mujer, pero siempre precisamos observar las “entrelineas” en la vida, o sea, ¿Qué la llevó a llegar ahí? Tenemos, en el archivo histórico y espiritual de este pasaje la participación fría del marido de la misma que la llevó a cometer contra su voluntad el contacto físico con otros hombres donde el mismo tenía deudas monetarias y no las tenía cómo pagar, como las leyes de la época eran rígidas encontramos una única salida para él librarse de la culpa de consciencia llevando la misma al apedreamiento en plaza pública.
Jesús, aproximándose de tal evento se arrodilla próximo a la mujer y escribe en el suelo los pecados de aquellos que allí estaban presentes y dice la palabra profética: “Aquel que haya pecado que lance la primera piedra” lo que de pronto vació el local.
Jesús miró hacia la mujer y no resaltó sus defectos, miró sus cualidades y le dice “Ve y no peques más”. ¡Colocar la homosexualidad al punto de castigo, plaga, maldición o incluso como una enfermedad es huir del ejemplo del Cristo que no juzgó, pero resaltó tener respeto con todos a nuestro alrededor sabiendo que cada uno camina a su tiempo, de acuerdo con su prueba evolutiva! Negros, Indios, Blancos, heteros, homosexuales, o sea, todos los que componen la población terrícola son nuestros hermanos y solamente podrán cambiar y evolucionar practicando la ley de respeto y encima de todo colocando lo que tiene de bueno interiormente en pro de su semejante y esto comienza a partir de la forma con que nos tratamos en sociedad o hermandad espiritual. ¡Solamente así contribuiremos para el maduramiento moral de nuestro planeta!

¡Con votos de amor y luz!
Pai Benedito do Cruzeiro
Canalizado por Géro Maita.

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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal? 
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.