Hola a todos, aquí vengo a publicar un articulo que habla sobre los olores y la capacidad mediumnica de percibir los olores del mundo espiritual. Muchas personas se preguntan ¿por qué me dan ciertos olores que solo yo percibo? ¿por qué fulano huele así? aquí viene un caso clínico que va vinculado a la presencia de los espíritus que de acuerdo a su naturaleza puede generar un tipo de olor perceptible para ciertas personas.
¿Tu olor suele ser desagradable en exceso?
Hace unos 20 años yo trabajaba en una clínica en sociedad con dos médicos. Al final de una reunión, uno de los socios comentó que notaba un olor desagradable proveniente de nuestra secretaria, recién admitida. Aprovechó la reunión para preguntarnos si nosotros también notábamos el mal olor que ella exhalaba. Contestamos que no. Él se dio cuenta, entonces, de que solo él notaba el olor desagradable. Por acortar la historia: no pudiendo soportar más aquel trastorno, la despidió.
Intrigado, me pregunté en aquella ocasión, por qué solamente él notaba ese mal olor… me pareció que era demasiado quisquilloso con ella.
Tras atender a innumerables pacientes con problemas de orden espiritual, llegué a comprender por qué solamente mi ex socio notaba el olor fuerte que nuestra secretaria exhalaba.
En verdad, el olor que ella exhalaba era de orden espiritual. Explicándolo mejor: el mal olor venía de su obsesor espiritual que la acompañaba (el obsesor espiritual es un ser desencarnado de las tinieblas, desafecto de su pasado, ya sea de esta o de otras vidas), quien, otrora perjudicado por ella, movido por el odio y la venganza, buscaba devolver las ofensas y acabó por conseguirlo, pues ella perdió su empleo.
El olor desagradable que suele exhalar el ser de las tinieblas se explica por el hecho de que las tinieblas son una región oscura, fría y bastante fétida. Por eso es común que en mi consultorio el paciente, en las sesiones de regresión, note un olor desagradable localizado, bien a su lado derecho, bien al lado izquierdo o incluso delante; es donde está situado el ser de las tinieblas, su obsesor espiritual.
Pero… ¿por qué únicamente mi ex socio captaba aquel olor desagradable?
En verdad, él estaba dotado de una sensibilidad olfativa extrasensorial más afinada que la nuestra (era un médium olfativo, aunque no lo supiese).
Así se explica también por qué el olor espiritual no es notado por todos, pues pocos son médiums olfativos. De esta forma, los seres espirituales de luz presentes en un ambiente físico, exhalan buenos aromas (normalmente, a esencia floral: lavanda, rosa, jazmín, azahar, etc.) y los seres de las tinieblas, malos olores (a heces, orina, alcantarilla, material putrefacto, en descomposición, azufre, sudor, mal aliento, palabra censurada para evitar polémica, ofensas o cualquier reacción inesperada, etc.).
Por tanto, es importante esclarecer al lector que no siempre el olor desagradable que una persona exhala es de orden biológico y/o psicológico, fruto de su estrés, ansiedad y nerviosismo.
Vale aquí recordar el sabio refrán médico que reza “Cada caso es un caso”; por ello, si la causa del mal olor que exhala una persona no es de orden físico y/o emocional, seguramente será de orden espiritual (presencia de un ser espiritual obsesor).
Los pacientes que tienen ese problema suelen relatarme en la entrevista de evaluación que, incluso bañándose, echándose colonia o desodorante y mudándose la ropa, aún así, algunas personas – o ellos mismos – notan un olor desagradable. Y hay una particularidad en el olor espiritual: va y viene, es intermitente, tiene intervalos, al revés que el olor físico que es continuo, estable.
En la mayoría de los casos, ese olor espiritual hace que los pacientes se retraigan, desarrollando comportamientos antisociales, evitando participar en círculos de sociedad, y acaban haciendo vida de reclusos. Por cierto, eso mismo es lo que quiere el obsesor espiritual: llevarlos al constreñimiento, a sentimientos de rechazo, depresión y aislamiento social para perjudicarlos.
Intrigado, me pregunté en aquella ocasión, por qué solamente él notaba ese mal olor… me pareció que era demasiado quisquilloso con ella.
Tras atender a innumerables pacientes con problemas de orden espiritual, llegué a comprender por qué solamente mi ex socio notaba el olor fuerte que nuestra secretaria exhalaba.
En verdad, el olor que ella exhalaba era de orden espiritual. Explicándolo mejor: el mal olor venía de su obsesor espiritual que la acompañaba (el obsesor espiritual es un ser desencarnado de las tinieblas, desafecto de su pasado, ya sea de esta o de otras vidas), quien, otrora perjudicado por ella, movido por el odio y la venganza, buscaba devolver las ofensas y acabó por conseguirlo, pues ella perdió su empleo.
El olor desagradable que suele exhalar el ser de las tinieblas se explica por el hecho de que las tinieblas son una región oscura, fría y bastante fétida. Por eso es común que en mi consultorio el paciente, en las sesiones de regresión, note un olor desagradable localizado, bien a su lado derecho, bien al lado izquierdo o incluso delante; es donde está situado el ser de las tinieblas, su obsesor espiritual.
Pero… ¿por qué únicamente mi ex socio captaba aquel olor desagradable?
En verdad, él estaba dotado de una sensibilidad olfativa extrasensorial más afinada que la nuestra (era un médium olfativo, aunque no lo supiese).
Así se explica también por qué el olor espiritual no es notado por todos, pues pocos son médiums olfativos. De esta forma, los seres espirituales de luz presentes en un ambiente físico, exhalan buenos aromas (normalmente, a esencia floral: lavanda, rosa, jazmín, azahar, etc.) y los seres de las tinieblas, malos olores (a heces, orina, alcantarilla, material putrefacto, en descomposición, azufre, sudor, mal aliento,
Por tanto, es importante esclarecer al lector que no siempre el olor desagradable que una persona exhala es de orden biológico y/o psicológico, fruto de su estrés, ansiedad y nerviosismo.
Vale aquí recordar el sabio refrán médico que reza “Cada caso es un caso”; por ello, si la causa del mal olor que exhala una persona no es de orden físico y/o emocional, seguramente será de orden espiritual (presencia de un ser espiritual obsesor).
Los pacientes que tienen ese problema suelen relatarme en la entrevista de evaluación que, incluso bañándose, echándose colonia o desodorante y mudándose la ropa, aún así, algunas personas – o ellos mismos – notan un olor desagradable. Y hay una particularidad en el olor espiritual: va y viene, es intermitente, tiene intervalos, al revés que el olor físico que es continuo, estable.
En la mayoría de los casos, ese olor espiritual hace que los pacientes se retraigan, desarrollando comportamientos antisociales, evitando participar en círculos de sociedad, y acaban haciendo vida de reclusos. Por cierto, eso mismo es lo que quiere el obsesor espiritual: llevarlos al constreñimiento, a sentimientos de rechazo, depresión y aislamiento social para perjudicarlos.
Caso Clínico:
Mal olor
Hombre de 42 años, soltero
Acudió a mi consultorio un hombre de 42 años, que en la entrevista de evaluación me relató lo que sigue: “No consigo relacionarme con nadie, pues desde que tenía 15 años me he encerrado, debido al mal olor que exhalaba. Todo ha sido muy difícil para mí y en la escuela mi mote era ‘retrete sucio’; por eso me ha costado mucho terminar los estudios, pues no quería ir a la escuela para no ser golpeado por los chavales. Nunca conseguí un empleo, por eso siempre he trabajado en casa, he aprendido a arreglar computadoras y construyo sitios web; así no es preciso estar al lado de las personas, porque sé que tengo ese mal olor, aunque yo no lo perciba. Me ducho varias veces al día, pero algunas personas lo notan y me siento muy mal, bastante constreñido”.
Tras pasar por una sesión de regresión, en la segunda sesión el paciente vio cuatro puntos negros y me dijo: “Dr. Osvaldo, veo cuatro puntos negros, y están muy cerca de mí… No consigo entender qué son esos puntos negros, y por qué están aquí.
¡Siento mucho frío! (el paciente habla llorando mucho).
Dr. Osvaldo, ahora ellos se mueven muy rápido, de un lado a otro, y veo salir de ellos una nube negra (el cuerpo espiritual es fluídico; por eso muchas personas ven los seres espirituales de las tinieblas como una nube o un humo oscuro).
Parece que viene de ahí el mal olor”…
- Pregunta a esos seres espirituales quiénes son, y por qué están aquí.
“Hacen mucho ruido, parecen reírse de mí… Dicen que soy muy malo. Me están rodeando… Parece que son niños. (Pausa).
Ya no quieren hablar… Se han marchado”.
En la tercera y última sesión, en cuanto el paciente ‘bajó la escalera’ (recurso técnico de que me sirvo en esta terapia para que el paciente haga más profunda su relajación) vio nuevamente los puntos negros, que lo estaban esperando al final de esa escalera.
“Quieren mostrarme algo… veo una construcción, parece un hospital, me piden que entre en él.
Me muestran que yo era un médico en esa vida pasada, pero solo practicaba la medicina por dinero, y ni siquiera miraba a las personas que no tenían medios para pagarme las consultas.
En realidad, esos puntos negros son niños, que he dejado morir sin darles atención médica… ¿¡Qué cosa horrible, cómo pude hacer eso!? (Pausa).
Ahora lo comprendo: el mal olor que ellas exhalan es porque tenían lepra y yo no las ayudé.
Por favor, perdonadme, desde el fondo de mi corazón, perdonadme, ¡fui una muy mala persona! Podía haberos ayudado y no lo hice… ¿Qué puedo hacer para que me perdonéis? (Pausa).
Quieren que yo haga un trabajo voluntario con personas que padecen cáncer. ¡Claro que lo haré, Padre del cielo, qué cosa terrible hice!”
Tras el término de la terapia, el paciente me envió un e-mail diciendo haber comprendido lo que tenía que hacer, y sin pensar si las personas iban a notar el mal olor que exhalaba, buscó inmediatamente una institución para poder hacer el trabajo voluntario.
Cuatro meses después del tratamiento, regresó a mi clínica solamente para contar como estaba, y explicó que ya no recelaba estar con las personas, y que poco a poco iba siendo capaz de salir de casa. Dijo que las personas que lo conocían, principalmente sus padres y hermanos, decían que el mal olor que exhalaba iba disminuyendo. Estaba muy feliz y agradecido por haber logrado obtener resultado mediante esta terapia.
Tras pasar por una sesión de regresión, en la segunda sesión el paciente vio cuatro puntos negros y me dijo: “Dr. Osvaldo, veo cuatro puntos negros, y están muy cerca de mí… No consigo entender qué son esos puntos negros, y por qué están aquí.
¡Siento mucho frío! (el paciente habla llorando mucho).
Dr. Osvaldo, ahora ellos se mueven muy rápido, de un lado a otro, y veo salir de ellos una nube negra (el cuerpo espiritual es fluídico; por eso muchas personas ven los seres espirituales de las tinieblas como una nube o un humo oscuro).
Parece que viene de ahí el mal olor”…
- Pregunta a esos seres espirituales quiénes son, y por qué están aquí.
“Hacen mucho ruido, parecen reírse de mí… Dicen que soy muy malo. Me están rodeando… Parece que son niños. (Pausa).
Ya no quieren hablar… Se han marchado”.
En la tercera y última sesión, en cuanto el paciente ‘bajó la escalera’ (recurso técnico de que me sirvo en esta terapia para que el paciente haga más profunda su relajación) vio nuevamente los puntos negros, que lo estaban esperando al final de esa escalera.
“Quieren mostrarme algo… veo una construcción, parece un hospital, me piden que entre en él.
Me muestran que yo era un médico en esa vida pasada, pero solo practicaba la medicina por dinero, y ni siquiera miraba a las personas que no tenían medios para pagarme las consultas.
En realidad, esos puntos negros son niños, que he dejado morir sin darles atención médica… ¿¡Qué cosa horrible, cómo pude hacer eso!? (Pausa).
Ahora lo comprendo: el mal olor que ellas exhalan es porque tenían lepra y yo no las ayudé.
Por favor, perdonadme, desde el fondo de mi corazón, perdonadme, ¡fui una muy mala persona! Podía haberos ayudado y no lo hice… ¿Qué puedo hacer para que me perdonéis? (Pausa).
Quieren que yo haga un trabajo voluntario con personas que padecen cáncer. ¡Claro que lo haré, Padre del cielo, qué cosa terrible hice!”
Tras el término de la terapia, el paciente me envió un e-mail diciendo haber comprendido lo que tenía que hacer, y sin pensar si las personas iban a notar el mal olor que exhalaba, buscó inmediatamente una institución para poder hacer el trabajo voluntario.
Cuatro meses después del tratamiento, regresó a mi clínica solamente para contar como estaba, y explicó que ya no recelaba estar con las personas, y que poco a poco iba siendo capaz de salir de casa. Dijo que las personas que lo conocían, principalmente sus padres y hermanos, decían que el mal olor que exhalaba iba disminuyendo. Estaba muy feliz y agradecido por haber logrado obtener resultado mediante esta terapia.
Considero éste caso clínico como una evidencia para que podamos reflexionar sobre los compromisos que se asumen con cada cosa en la vida; el caso es de un ex medico que desatendió su compromiso con los enfermos por egoísmo y materialismo siendo eso un crimen penado por el mundo espiritual, el mismo André Luiz quien luego pasaría a realizar un inmenso trabajo espiritual penó a causa de eso, claro está, él atendió a montón de personas sin cobrarles nada impulsado también por su asistente que siempre se los hacía pasar, gracias a eso su pena no fue mayor y según recuerdo el mismo Bezerra de Menezes quién fue una especie de Dr. José Gregorio Hernandez en Brasil dijo que quienes procuraban enriquecerse con la medicina no eran sino mercaderes de la salud, concepto que comparto y anexo el mío al decir que aquella persona que es capaz de cobrarle a quien no tiene con qué pagar no es sino un criminal, quien no está en la madurez suficiente de asumir compromisos debería preocuparse y reflexionar, es más indispensable para el alma cumplir a todos sus compromisos que todo lo que puede beneficiar al cuerpo y es que cada falta pesa al alma una vez se libera del cuerpo, el cual amortigua y disminuye el peso de consciencia por cada cosa que dejamos de hacer cada día en beneficio de alguien que no seamos nosotros. Amemos a nuestra gente, aprendamos a perdonar y tengamos confianza en Dios y sus trabajadores para saber que todo cuanto damos solo va en beneficio de nuestro progreso espiritual.
_________________
«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.