Mensaje de María Padilha
¿Quiere hablar sobre la Pombagira? Comience hablando de su íntimo, porque Pombagira entra en el íntimo de las personas y revela lo que allí está escondido pero, ¡es para ayudar! ¿Qué permanece escondido? Solo aquello que no queremos ver dentro de nosotros y, por eso mismo, escondemos de los otros también. Son los recalques, las frustraciones, los daños, hasta el odio, muchas veces empujamos toda esa basura psíquica para debajo del tapete, dejando afuera todo bien arrumando, solo que un día, un vientito de nada levanta la punta del tapete y todo aquello queda afuera ¡llegó la hora del obstáculo!
Hay gente que pone tanta cosa debajo del tapete que no consigue andar más con equilibrio, termina tropezando en los montones de suciedad ¿para qué eso? ¿De dónde viene esa manía de “perfección”? y ¿es perfección, o es hipocresía? Porque muchas veces la criatura esconde bien sus malezas y sale apuntando el dedo para los otros, acusando y discriminando con una fuerza que da miedo. Para vivir es preciso coraje, coraje de mirarse y reconocer quien fue, quien gustaría ser y quien “está siendo”, porque no siempre eso va a golpear, pueden aparecer “muchos yo” diferentes, ¡tantos, que la persona no encuentra más paz y contentamiento en nada y con nadie podrá! Si ella está dividida así ¿Cuál de esas partes es real? Probablemente ninguna… quien no se reconoce no está existiendo de verdad y solo hace se hace creer. Para reconocerse es necesario coraje, para aceptarse es preciso coraje, para cambiar aquello que no corresponde a su querer verdadero es preciso coraje y Pombagira trae ese coraje, esa fuerza de vivir, Pombagira no tiene palabras medias, porque aquel que llega al frente de Pombagira, es porque ya intentó todo y nada consiguió, entonces, Pombagira no puede mentir y hablar medias verdades.
Pombagira no es dueña de la verdad, nadie lo es, pero Pombagira habla la Voluntad de la Ley Mayor, que comanda todo y todos. Pombagira trae el mensaje para aquellos que se perdieron en las encrucijadas de la vida. Si usted no está perdido en sí mismo, entonces va a encontrar el camino, incluso frente de todas las encrucijadas, pero quien no sabe bien quien es, lo que está haciendo por aquí de su vida y lo qué quiere para su vida, entonces ahí el resultado es juntar la basura, basura emocional, basura mental, basura psíquica, y ¿Qué tiene esa basura? Solo basura… Son las frustraciones, las decepciones, las tristezas acumuladas, los rencores contra sí mismo y los otros, no sirven para nada. A no ser que la persona examine la causa de aquello y combata LA CAUSA y no así misma ni a los otros. Los otros tienen allí sus encrucijadas internas y muchas veces nos dañan por estar perdidos también. El único hecho de acabar con eso es tirar la propia basura. Algunas cosas pueden ser recicladas, la tristeza cambia a lágrimas, después cambiará a pie sobre la tierra, después cambiará a actitud nueva, para después traer vida nueva. La frustración cambiará a ojo abierto, después vendrá la toma de consciencia, después vendrá la responsabilidad por el engaño cometido, después vendrá el sentido de realidad, después vendrá estudio, después vendrá renovación de las capacidades, para entonces traer sucesos y así va. Pombagira conoce la obscuridad que mora en las almas porque ya pasó por ella. Pombagira ya erró mucho y aprendió con los errores. Pombagira aprendió también a perdonarse por haber errado, buscó coraje para recomenzar y recomenzó y ahora Pombagira viene a invitar a todos que guarden la obscuridad en sus corazones para una conversación amiga y franca: ¿Vamos a remover esa basura? ¿Vamos a reciclar lo que puede ser reciclado? ¿Vamos a quemar lo que no sirve para nada? Si usted tiene coraje de comenzar ¡venga! Si todavía no tiene, venga de cualquier modo, pues juntos nosotros vamos a encontrar ese coraje ¡estimulo no falta en Pombagira! Entonces ¡venga! Vamos a reírnos un poco de estas boberías, y vamos a trabajar para mejorar. En el fondo, en el fondo, todo eso son boberías. Riendo la gente va deshaciéndolas todas ellas, después, es solo hacer por donde y ser feliz…
¡Saravá!
Queriendo, la gente se encuentra…
María Padilha
Hay gente que pone tanta cosa debajo del tapete que no consigue andar más con equilibrio, termina tropezando en los montones de suciedad ¿para qué eso? ¿De dónde viene esa manía de “perfección”? y ¿es perfección, o es hipocresía? Porque muchas veces la criatura esconde bien sus malezas y sale apuntando el dedo para los otros, acusando y discriminando con una fuerza que da miedo. Para vivir es preciso coraje, coraje de mirarse y reconocer quien fue, quien gustaría ser y quien “está siendo”, porque no siempre eso va a golpear, pueden aparecer “muchos yo” diferentes, ¡tantos, que la persona no encuentra más paz y contentamiento en nada y con nadie podrá! Si ella está dividida así ¿Cuál de esas partes es real? Probablemente ninguna… quien no se reconoce no está existiendo de verdad y solo hace se hace creer. Para reconocerse es necesario coraje, para aceptarse es preciso coraje, para cambiar aquello que no corresponde a su querer verdadero es preciso coraje y Pombagira trae ese coraje, esa fuerza de vivir, Pombagira no tiene palabras medias, porque aquel que llega al frente de Pombagira, es porque ya intentó todo y nada consiguió, entonces, Pombagira no puede mentir y hablar medias verdades.
Pombagira no es dueña de la verdad, nadie lo es, pero Pombagira habla la Voluntad de la Ley Mayor, que comanda todo y todos. Pombagira trae el mensaje para aquellos que se perdieron en las encrucijadas de la vida. Si usted no está perdido en sí mismo, entonces va a encontrar el camino, incluso frente de todas las encrucijadas, pero quien no sabe bien quien es, lo que está haciendo por aquí de su vida y lo qué quiere para su vida, entonces ahí el resultado es juntar la basura, basura emocional, basura mental, basura psíquica, y ¿Qué tiene esa basura? Solo basura… Son las frustraciones, las decepciones, las tristezas acumuladas, los rencores contra sí mismo y los otros, no sirven para nada. A no ser que la persona examine la causa de aquello y combata LA CAUSA y no así misma ni a los otros. Los otros tienen allí sus encrucijadas internas y muchas veces nos dañan por estar perdidos también. El único hecho de acabar con eso es tirar la propia basura. Algunas cosas pueden ser recicladas, la tristeza cambia a lágrimas, después cambiará a pie sobre la tierra, después cambiará a actitud nueva, para después traer vida nueva. La frustración cambiará a ojo abierto, después vendrá la toma de consciencia, después vendrá la responsabilidad por el engaño cometido, después vendrá el sentido de realidad, después vendrá estudio, después vendrá renovación de las capacidades, para entonces traer sucesos y así va. Pombagira conoce la obscuridad que mora en las almas porque ya pasó por ella. Pombagira ya erró mucho y aprendió con los errores. Pombagira aprendió también a perdonarse por haber errado, buscó coraje para recomenzar y recomenzó y ahora Pombagira viene a invitar a todos que guarden la obscuridad en sus corazones para una conversación amiga y franca: ¿Vamos a remover esa basura? ¿Vamos a reciclar lo que puede ser reciclado? ¿Vamos a quemar lo que no sirve para nada? Si usted tiene coraje de comenzar ¡venga! Si todavía no tiene, venga de cualquier modo, pues juntos nosotros vamos a encontrar ese coraje ¡estimulo no falta en Pombagira! Entonces ¡venga! Vamos a reírnos un poco de estas boberías, y vamos a trabajar para mejorar. En el fondo, en el fondo, todo eso son boberías. Riendo la gente va deshaciéndolas todas ellas, después, es solo hacer por donde y ser feliz…
¡Saravá!
Queriendo, la gente se encuentra…
María Padilha
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.