Exu en la Iglesia Evangélica
La tolerancia a la diversidad es la palabra de orden del momento. Lejos de querer pelear el repudio a cualquier religión, pues todas ejercen su función social y espiritual, este texto tiene el objetivo de mostrar que en algunos templos el nombre de las actividades de la Umbanda Sagrada es usado de manera peyorativa y que todavía así los incansables trabajadores del Astral no bajan su guardia ni dejan de dar protección a aquellos que los difaman.
¿Cuantas y cuantas veces las entidades de la Umbanda, en especial los compadres exus y las señoras pombagiras, son invocadas en las iglesias evangélicas, como si fuesen responsables por todo tipo de mal que afecta la vida de personas sufridas, que buscan solución para sus problemas en esos templos? Los nombres de las entidades más populares del panteón de nuestra religión son citados sin cualquier respeto o pudor. Los señores Tranca Ruas, Marabô, Tiriri, Tatá Caveira, María Padilha, María Mulambo y otros tantos son acusados de ser los responsables por el infortunio de personas desesperadas con cuestiones materiales, espirituales, de salud o familiares.
Esos nobles trabajadores son acusados de causar enfermedades, perjuicios materiales, destruir familias y otros males más en un acto total de falta de respeto a los símbolos (en ese caso, a las entidades) de la religión ajena.
Esos mismos detractores de nuestras entidades – las cuales acusan de ser demonios – se golpean en el pecho para gritar a los cuatro vientos que “el diablo vino para mentir, robar y matar” y no se dan cuenta que ellos mismos pueden estar siendo engañados por un “diablo” (sin entrar en el merito de la existencia de esa figura mítica judeo-cristiana) que miente, que los engaña, diciendo llamarse Tranca Ruas, Marabô, etc. En otras palabras, burlones se adentran en esos templos, usan los nombres de las entidades de la Umbanda, y aquellos mismos que dicen que el “diablo” vino a mentir, no notan que están siendo victimas de una gran mentira. Caen como patitos en la labia de verdaderos alborotadores espirituales que consiguen usar una religión para denigrar otra. Y lo que es peor, denigrar justamente la imagen de los guardianes, de aquellos que vigilan su acción nefasta en el mundo espiritual y que se refleja de forma extremadamente negativa en el mundo material, alcanzando mentes poco esclarecidas y/o preconceptuosas, que no miden esfuerzos en acusar a los señores exus, los verdaderos soldados del Astral, los agentes de la Ley Cósmica y kármica universal por los males que abundan en las vidas de aquellos que, desesperados, buscan ayuda.
Los compadres exus tienen sus nombres denigrados de manera vergonzosa dentro de algunas iglesias que sin el menor pudor ignoran inclusive la Carta Magna del país que garantiza el respeto a todos los cultos religiosos y sus símbolos. Mal saben esos detractores del mundo espiritual que al contrario de ellos, nuestros guardianes exus son desprovistos de ese preconcepto infantil y barato, y allí están, a la puerta de las diversas iglesias, trabajando incansablemente como siempre acostumbran hacer, impidiendo que ataques del más bajo residuo espiritual alcance a nosotros, encarnados, independiente de la religión que profesamos.
Si no fuesen los fieles amigos exus, ¿cuantos ataques a los diversos templos religiosos sufrirían de los elementos tenebrosos que, a pesar de que están desprovistos del cuerpo carnal, rondan y obsesan el mundo material sin que la mayoría se dé cuenta de eso?
No importa el nombre que se dé a ellos. En la Umbanda y en la Kimbanda llamamos exus, otros prefieren llamarlos apenas guardianes y protectores, pero lo importante es que estén allí, protegiendo la entrada de los Centros Espiritas, de las Iglesias Católicas, de las Protestantes tradicionales o de las neo-pentecostales, pues el hecho es que allí están, abnegados y cumpliendo bien su tarea de impedir que kiumbas o tenebrosos perturben el culto allí realizado.
Si en algunas denominaciones (especialmente neo-pentecostales) ciertos espectáculos ocurren, con obsesores haciéndose pasar por los exus (principalmente los más conocidos, por así decir) es porque los propios exus de ley permitieron que ellos se adentraran allí a fin de que participasen del show de horrores para después ser encaminados al debido local de merecimiento, o entonces tienen ciencia del teatro que algunos hacen usando su nombre, sin que haya en realidad, entidad alguna allí.
En ambas las situaciones, tomándose en cuenta su carácter irreverente – a pesar de la seriedad con que realizan su tarea, los verdaderos exus, aquellos que protegen incansablemente hasta incluso la puerta de las Iglesias Evangélicas, deben divertirse mucho mientras hacen su trabajo y observan ese “Broadway” de quinta categoría. Y para quien conoce bien esas entidades, sabe que su carcajada no es apenas una manifestación de hilaridad y si un fundamento usado con maestría para descargar situaciones tensas donde ellas se hacen necesarias.
Exu está en todas partes pues la sabiduría cósmica sabe como actuar y donde colocara cada uno de sus trabajadores para que desempeñen bien su finalidad. Si alguien posee el don de la videncia, no se espante si un día se encuentra con un compadre exu protegiendo la entrada de una Iglesia Evangélica. El universo posee razones que nosotros somos todavía muy inmaduros para entender.
Laroyê Exu
Última edición por Alianza Naiguatá el Mar Dic 13, 2016 2:39 pm, editado 1 vez
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.