Tomado de la Web.
Detractores de la Sencillez de la Salvación
El Dios del universo se nos apareció encarnado como el hombre Jesucristo, con un propósito en la plenitud del tiempo, y nos reveló su naturaleza divina. De una manera clara y sencilla nos dio su plan de salvación que implica creer y confiar en Jesús como el Dios encarnado.
El Hijo del Hombre no realiza ningún cargo por su sistema, usted no necesita practicar yoga, ayunar, hacer cánticos, meditar ni practicar variados métodos de bio-retroalimentación y auto-programación para transformar su ser interior. “Cree en mí y cambiaré tu ser, te haré una nueva persona y te daré abundante esperanza”.
El Dios del universo se nos apareció encarnado como el hombre Jesucristo, con un propósito en la plenitud del tiempo, y nos reveló su naturaleza divina. De una manera clara y sencilla nos dio su plan de salvación que implica creer y confiar en Jesús como el Dios encarnado.
“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rechaza al Hijo no sabrá lo que es esa vida, sino que permanecerá bajo el castigo de Dios” (Juan 3:36).
Partiendo de la analogía de un hormiguero y un tractor dirigiéndose directamente hacia el, y suponiendo que usted como observador humano quiera advertir del peligro a las hormigas, la mejor forma de hacerlo, si pudiera, sería convirtiéndose en hormiga y avisarles del peligro inminente. De manera similar, Dios se encarnó comohombre no solamente para advertirnos delpeligro de una eternidad sin Él sino para revelarse a sí mismo y ofrecernos la oportunidad de una eternidad con Él.
Puede ser que no nos guste este plan de salvación, sobre todo con la implicación de creer y confiar en el Dios hombre Jesús, pero es el plan diseñado por el Maestro y es el único plan que nos lleva a la vida eterna. Es un plan adaptado por Dios para la humanidad.
Sin embargo, los seres humanos no necesariamente aceptan este plan diseñado divinamente. Prefieren crear sus propios sistemas de salvación. Esos sistemas son creación delhombre y no de Dios. C.S. Lewis nos dice: “Somos un amasijo de temores, esperanzas, codicias, celos y vanidad, todo centrado en nuestro yo y todo bajo condenación de muerte” (Cristianismo …¡y nada más, “Supongamos que”). Timoteo nos advierte que en los últimos días “la gente estará llena de egoísmo y avaricia; serán jactanciosos, arrogantes, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, insensibles, implacables, calumniadores, libertinos, despiadados, enemigos de todo lo bueno, traicioneros, impetuosos, vanidosos y más amigos del placer que de Dios. Aparentarán ser piadosos, pero su conducta desmentirá el poder de la piedad, ¡con esa gente ni te metas!” (2 Timoteo 3:2-5). En el Cristianismo el ego se considera caído y en necesidad de redención.
Aún así, a partir delego brotan las nuevas experiencias místicas. Freidrich Nietzche, un ateo orgulloso que glorificaba al hombre dijo: “No nos amamos suficientemente” (Freidrich Nietzche, Thus Spake Zarathustra , p.75). A partir de esta perspectiva egocéntrica del mundo vino el concepto de “superhombre”, el hombre sin las restricciones de los principios elevados de Dios, un hombre despiadado sin las restricciones del poder moral, un hombre que inspiró a los nazis para el exterminio de millones de seres indeseables.
Las doctrinas de la Nueva Era están centradas en la experiencia de varios “estados de conciencia”. La Nueva Era influenciada por el hinduismo y el Zen, enseña que todos somos dioses. Hemos olvidado quienes somos. La Nueva Era enseña que alcanzando nuestro interior a través de la meditación y el yoga, en nuestro propio yo podemos tener conciencia y desvanecernos en nuestras naturalezas divinas. El dios de la Nueva Era es una fuerza impersonal con todo subyacente.
En este sentido, Dios y la creación son uno. Expone la Nueva Era que para estar entonados con este dios fuerza, todo lo que tenemos que hacer es explotar, muy parecido a lo que hace un enchufe eléctrico cuando chispea en el conector. Enchufarse implica “centrarse” en uno mismo. Se nos dice que la respuesta está dentro de nosotros. Al desdoblar nuestra conciencia lograremos el estado de llegar a ser dios. Dios es una experiencia subjetiva.
El Cristianismo enseña que el Creador del universo, con una personalidad infinitamente inteligente, amorosa y accesible, está mucho más alto y separado de su creación.
EsTablecer una relación con Dios es una meta alcanzable. Entramos en una relación contractual con el Dios del universo al aceptar, confiar y creer en Jesucristo como el Hijo de Dios, quién viene a morar en nosotros en la persona de Jesucristo y nos da la vida eterna (Juan 15:26, Juan 16:7). En el Cristianismo nuestra relación con Dios es una aventura objetiva, no está basado ni en nuestro capricho ni en sentimientos.
Steve Kumar en su útil libro “Cristianismo para los escépticos – (Christianity for Skeptics) declara, “La presuposición fundamental que apoya la posición de que la realidad solamente puede ser experimentada, es la noción que la experiencia comprueba la realidad. ¿Acaso esta experiencia subjetiva prueba lo que creemos? Cuando nos reflejamos en la experiencia vale la pena recordar los comentarios del filósofo Bertrand Russell quién dijo: “No podemos distinguir entre el hombre que come poco y ve el cielo y el hombre que toma mucho y ve serpientes”. Aquellos que buscan probar sus creencias metafísicas sobre la base de la experiencia, piensan que la metafísica y la experiencia son sinónimos. Lo que no ven es que la experiencia es algo que uno tiene y la metafísica es la interpretación de esa experiencia. Debemos recordar que las experiencias son capaces de muchas interpretaciones”.
“Comenzando por experiencia, simplemente no tenemos manera de verificar su experiencia, es por esta sencilla razón que la experiencia subjetiva no tiene asidero para edificar una fundación de nuestra esperanza eterna. Lo subjetivo no puede ser la base para la verdad”. El comentario impactante de Carl Jung debe ser escuchado, “Definitivamente nunca podemos decidir si una persona está iluminada o simplemente se lo imaginó, no tenemos criterio para esto.” (Suzuki, Introducción al Budismo Zen, Prefacio, p.15). ¿Cómo podremos estar seguros que esa persona está experimentado a Dios y no al diablo, o al Espíritu Santo y no un espíritu malo?
Steve Kumar nos advierte que no debemos ignorar el peligro de la experiencia mística. El cita la experiencia de un ex maestro yoga y gurú que llegó a comprender los poderes de las tinieblas en una experiencia mística: “Avancé tan rápido dentro de la esfera de lo oculto que pronto me convertí en el gurú mas joven de todo el hemisferio oriental así como uno de los más poderosos y avanzados, enseñaba Yoga por televisión dos veces a la semana, Hatha-Yoga suena como un simple conjunto de ejercicios, todos piensan que sólo se trata de gimnasia. Quiero advertir que esto es solo el comienzo de una trampa diabólica. Luego de convertirme en instructor de Hatha-Yoga, mi gurú me mostró que lo único que esos ejercicios hacen es abrir su apetito por lo oculto. Es como la marihuana que normalmente le lleva a una droga peor más fuerte, atándole de tal manera que solo Cristo puede liberarle. Muchos piensan que el poder de lo oculto es solo el poder de la mente, eso no es cierto. Existe un punto donde finaliza el poder de la mente y a partir de allí toma control el poder demoníaco”. (Reproducido en Colin Weightman y Robert W. McCarthy, Un Espejismo del Oriente - A Mirage from the East, Adelaide, Australia: Lutheran Publishing House, 1977, p..
Con franqueza, el autor de este sitio web estuvo practicando la meditación y el yoga durante seis años. Debido al poder que experimentó inicialmente, estuvo convencido de haber encontrado la respuesta a su búsqueda espiritual. El creyó que de hecho el hombre puede convertirse en dios y levantarse a sí mismo por su propio esfuerzo, que de hecho somos dioses y que sólo tenemos que explotar de nuestro interior para actualizarlo. Sin embargo, la meditación y el yoga resultaron similares a una adicción. El segundo año tratando de dejarlo me resultó imposible y me ocasionó severos síntomas por “apartarme”, síntomas como temblores, sudor frío y tensión. Incapaz de funcionar sin su “arreglo” de meditación, se comprometió totalmente con el camino del misticismo oriental. El resultado final después de seis años de meditación y yoga, incluyendo la participación en cursos intensivos, fue una desilusión total. Él terminó en un espacio frío, estéril y oscuro. Ninguna de las promesas de armonía y felicidad eterna en nuestro ambiente se materializó. Él solo pudo encontrar el amor verdadero, la paz y la vida aceptando a Cristo como su salvador personal. El camino que había transitado no lo llevó a la vida sino a la sofocación. Como dijo Pablo, “Y no es de extrañar, ya que Satanás mismo se disfraza de ángel de luz” (2 Corintios 11:14).
Kumar cita al teólogo de Princeton, B.B. Warfield, "Aquél que comienza buscando a Dios dentro de sí mismo, terminará confundiéndose a sí mismo con Dios” (B.B. Warfield, Biblical and Theological Studies (Philadelphia: Presbyterian & Reformed, 1952), p. 455.
¿Misticismo de la Nueva Era en el Cristianismo?
Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos. No se dejen llevar por ninguna clase de enseñanzas extrañas. Conviene que el corazón sea fortalecido por la gracia, y no por alimentos rituales que de nada aprovechan a quienes los comen. Hebreos 13:8-9
Se ha criticado que el énfasis de las experiencias personales del misticismo de la Nueva Era se ha inmiscuido dentro de la iglesia cristiana, a tal punto que en algunos casos se les da más peso a la “revelación” individual y “profecías” que a la Palabra de Dios, la Biblia. Al extremo que el foco de la adoración, sea en el estudio o en las canciones, se ha movido de Dios hacia el hombre pecador. Debilitando, contaminando y comprometiendo el cristianismo. En vez de adorar a Dios, invertimos semana tras semana en aprender “como” lograr la felicidad, el éxito, la selección apropiada de la profesión, o encontrar a la pareja apropiada. Ciertamente se cita la Biblia pero el énfasis se hace más en el hombre que en Dios. Dios es meramente como un “aditivo” así como una salsa lo es para la ensalada o la sal para un plato de espagueti. Dios se convierte en una herramienta personal para el logro personal. No se invierte el tiempo de los estudios bíblicos semanales para analizar y digerir la palabra de Dios sino para darse mutuamente dudosas “palabras de edificación y profecía”. Se ha reemplazado la majestad de Dios por la práctica del chamanismo “cristiano”.
Es muy falaz quitar la adoración a Dios quién es el único sujeto digno de adoración por las experiencias “espirituales” subjetivas. En este movimiento espiritual tenemos semanalmente decenas de miles de personas dando “profecías” a sus hermanos bajo la supuesta “dirección” del Espíritu Santo. Sin embargo, ¿qué porcentaje de esas profecías son precisas? y de esas, ¿cuántas fueron inspiradas verdaderamente por Dios? ¿qué porcentaje de las personas por las cuales se oró fue sanada?, y de los que fueron sanados, ¿cuántos se sanaron por el poder de Dios?
Dios no puede ser enclaustrado a un espacio. Él es ilimitado. Si Dios decidiera encarnarse como hombre para revelarse a nosotros fuera del tiempo, que así sea. Dios es más que capaz de darnos profecías precisas, o sanar al enfermo, tal como es evidente a través de la Biblia. Jesús dijo que el Espíritu Santo nos revelaría el futuro (Juan 16:13). Jesús dijo, “Créanme cuando les digo que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí; o al menos créanme por las obras mismas. Ciertamente les aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago también él las hará, y aún las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre” (Juan 14:11-12). Esas obras sin duda incluyen las sanidades ya que el sanar a los enfermos fue aproximadamente una tercera parte del ministerio de Jesús.
El apóstol Pablo comenta sobre la variedad de dones del Espíritu Santo: “A unos Dios les da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otros por el mismo Espíritu, palabra de conocimiento; a otros fe por medio del mismo Espíritu; a otros, y por ese mismo Espíritu, dones para sanar enfermos; a otros, poderes milagrosos; a otros, profecía; a otros, el discernir espíritus; a otros el hablar diversas lenguas; y a otros, el interpretar lenguas. Todo esto lo hace un mismo y único Espíritu, quien reparte a cada uno según él lo determina” (1 Corintios 12:8-11).
Ciertamente Dios obra sobrenaturalmente en la iglesia a través del Espíritu Santo. Por otro lado, el engaño también está presente. De otro modo, ¿Por qué alguien habría de recibir el don de discernir espíritus falsos dentro del cuerpo de la iglesia?
¿Cómo reconocemos la operación de espíritus engañosos en el cuerpo de la iglesia? Jesús nos dice: “Ningún árbol bueno da fruto malo; tampoco da buen fruto el árbol malo. A cada árbol se le reconoce por su propio fruto. No se recogen higos de los espinos ni se cosechan uvas de las zarzas. El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón produce el bien; pero el que es malo, de su maldad produce el mal, porque de lo que abunda en el corazón habla la boca” (Lucas 6:43-45).
Nos da una percepción valiosa de la persona que pretende el don de la profecía cuando vemos el fruto en la vida de esa persona, si es creíble o no. Si esa persona no ha sido fiel a su esposa o esposo, si es contenciosa, todo lo argumenta, manipuladora, demuestra poco amor e interés por otros, ama el dinero, no es caritativo, es amargado, tiene una vida familiar problemática, actúa de una manera en la iglesia y de otra en la casa o en el trabajo, la credibilidad de esa persona como profeta debe ser seriamente cuestionada. No importa cuan nobles o sublimes sean las profecías de esa persona, si no vive una vida santificada, su ministerio está sobre la arena movediza y lo más probable es que sus mensajes sean débiles.
Los falsos profetas pueden ser reconocidos debido a sus profecías equivocadas e imprecisas. En el Antiguo Testamento se apedreaban a los profetas hasta la muerte. Si en nuestros tiempos se apedrearan a los falsos profetas tendríamos montañas de piedras por todos lados manchando el panorama, se incluirían políticos, sanadores “milagrosos”, así como autores de obras especulativas sobre las profecías bíblicas.
Jesús nos exhorta a amarnos unos a otros, nos indica los caminos errados de nuestro prójimo y los perdona. Le solicitamos salir de la iglesia sólo cuando ellos persisten en su comportamiento inacepTable.
C.S. Lewis señala que la teología, el entendimiento de la palabra de Dios, la Biblia, es práctica cuando los sentimientos no nos llevan a ninguna parte. Él recuerda a un viejo oficial amargado cuando daba una charla sobre teología a las personas alistadas en la Fuerza Aérea y decía: “no me interesa en lo más mínimo este asunto, pero ¿saben qué? también soy un hombre religioso, sé que existe un Dios, lo he sentido solo en medio de la noche en el desierto: el tremendo misterio, y por eso no creo en sus pequeñas doctrinas y fórmulas en cuanto a Dios. A todo aquel que ha tenido un encuentro con Dios, todas estas cosas le parecen insignificantes, pedantes e irreales” (Cristianismo …¡y nada más, “El hacer y el engendrar”).
Continúa diciendo Lewis que él cree que probablemente este hombre tuvo una experiencia real con Dios en el desierto y cuando el hombre consideró los credos cristianos, estaba pasando de algo real a otra cosa menos real. Sin embargo, señala Lewis, los credos de la teología cristiana se asemejan a un mapa. Las experiencias pueden ser más atractivas, “pero el mapa está basado en la experiencia de cientos de personas que realmente estuvieron en contacto con Dios, esas experiencias comparadas con aquellas emociones o pensamientos piadosos que podamos tener son muy elementales y confusas”.
En segundo lugar, si quiere ir más allá debe usar el mapa. Lo que sucedió con ese hombre en el desierto pudo haber sido real, y por supuesto emocionante, pero no obtuvo ningún provecho de esto. No lleva a ninguna parte. No hay que nada que hacer al respecto. Es más, es por eso que una religión vaga que se limite a sentir a Dios en la naturaleza y otras cosas por el estilo, es pura emoción pero sin logros. Es parecido a contemplar las olas del mar, usted no llegará a ningún puerto estudiando el Atlántico de esa manera, y no llegará a la vida eterna sintiendo simplemente la presencia de Dios en las flores y en la música. Tampoco llegará a ningún lugar contemplando el mapa sin ir al mar, tampoco estará seguro en el mar sin un mapa. (Itálicas del autor).
En otras palabras, la teología es práctica. Nos dice que Jesucristo fue un gran maestro de la moral, pero también es el Hijo de Dios y Dios mismo en el cuerpo de un hombre. Al mirar a Jesús, entendemos la naturaleza amorosa de Dios. Al creer y confiar en Jesús, tenemos vida eterna. No vamos a obtener la vida eterna al permanecer contemplando, con un pensamiento positivo a través de la meditación, el yoga, o reír incontrolablemente, ni aún ladrando en la iglesia, ni siendo sanados por un gurú sea hindú o un cristiano carismático. Es la teología, la cual es el camino angosto y derecho que lleva a la redención, a la salvación y a la libertad de la esclavitud del pecado y de las imitaciones espirituales. El fin de la teología cristiana reducido a una sencillez incisiva es creer y confiar en Jesucristo como el Hijo de Dios.
Procederé a citar de mi libro Succeed With Solomon’s Principles sobre esta línea de pensamiento (Herring, Michael, Succeed With Solomon’s Principles , Winepress Publishers, Enumclaw, Washington, 1998, p.175-176):
“Las creencias son extremadamente poderosas, y esta creencia particular determina su éxito en la eternidad, es tan poderosa que quita la incertidumbre y el temor de la muerte. Creer en el Hijo del Hombre puede definirse mas apropiadamente como “creyendo en”. A través de le fe usted se apoya en él, y cuenta con él para guiarle y hacerle crecer.”
“De nuevo el asunto se trata de cómo creer en un Poder mas elevado que no puede ver. Atrévase a alcanzar este Poder elevado, deje que se manifieste en su vida o en sus circunstancias. Usted verá un cambio positivo. Al intentarlo no tiene nada que perder, pero perderá todo si no lo intenta. Perderá la oportunidad de esTablecer una relación de amor con el Señor del universo. En gran manera limitará sus posibilidades de éxito, éxito que no se encuentra limitado al dinero que produzca, ni a la clase de vehículo que conduzca, sino a un éxito alcanzado al cumplir su propósito espiritual en este planeta”.
“Sus prioridades se ubicarán en su lugar, usted no tendrá que seguir corriendo y escondiéndose. Recibirá dirección espiritual en lo quiera lograr y la esperanza para lograrlo. Usted estará espiritualmente equilibrado y enfocado. Podrá distinguir lo que vale la pena de lo que es inútil”.
“Ya no requiere de un gurú ejerciendo señorío sobre usted a través de un juego engañoso. Su jugada es “Conozco algo que necesitas conocer, pero antes de decirlo tendrás que aprender mis técnicas, pasar por mis grupos de iniciación, aceptar mis puntos de vista y a través del proceso, darme bastante dinero” Tenga en cuenta que algunos gurues se presentan en trajes de negocio y como mencioné anteriormente, no necesita mucha insistencia para vender ideas y creencias”.
“Quizás ha escuchado la historia de un buscador oriental que va a los Himalayas tras un gurú de quién ha oído hablar, atraviesa desiertos, pantanos, selvas y se enferma de disentería, finalmente encuentra al susodicho, en una cueva sentado en posición de lotus y se inclina ante él. A los pocos días el susodicho se voltea y le pregunta: “¿En qué puedo ayudarte hijo mío?”
“Le respondió el que le buscaba: “OH tengo que encontrar el significado de la vida, maestro”. El gurú voltea sus ojos hacia adentro, susurra un cántico y lentamente abre su boca, habla muy suavemente de tal manera que el que le buscaba debe alargar su cuello para escucharle.”
“Hijo mío, la vida es una banana”.
“¡El que le buscaba no puede creer lo que acaba de escuchar!, su temperamento explota y le dice: “luego de todo por lo que pasé para encontrarlo, el calor, la enfermedad, los mosquitos, ¿tiene la osadía de decirme que la vida es una banana?””.
“El gurú se despierta de su semitrance con los ojos bien abiertos, “¿de verdad estas en serio?”.
Este es el juego que hacen los gurues, los “mentores espirituales”, las filosofías mundiales. Usted puede realizar preguntas, pero no engañe a otros ni a usted mismo proclamando que tiene las respuestas cuando no tiene nada. Hay muchos zorros allá afuera que no están sino esperando saquear la jaula de su mente y los billetes verdes de su cartera. Ellos crean su “sistema” aprovechándose del suave ambiente”.
El Hijo del Hombre no realiza ningún cargo por su sistema, usted no necesita practicar yoga, ayunar, hacer cánticos, meditar ni practicar variados métodos de bio-retroalimentación y auto-programación para transformar su ser interior. “Cree en mí y cambiaré tu ser, te haré una nueva persona y te daré abundante esperanza”.
“El Señor del Universo esTablece su sistema y como tal da resultados. Compruébelo, es gratis. ¿Qué tiene que perder excepto el éxito eterno? (Nota: anteriormente se definió éxito como el cumplimiento del propósito de Dios en su vida)”.
“Él fue humilde y manso. No subió a una larga limosina o avión privado sino se montó sobre un burro y sufrió una muerte brutal en la cruz, prefirió eso antes que dejar de lado su afirmación de que era el Hijo de Dios. ¿Moriría su gurú para darle vida?”.
Es el Poder Infinito lo que necesitamos alcanzar como Poder de lo Alto, un Dios amoroso y personal, no una “fuerza” impersonal.
La Seducción de la Nueva Era
Si Jesús es el Hijo de Dios entonces cualquier filosofía o credo que afirme algo que lo contradiga es una imitación. La mayoría de los ataques a la fe cristiana se enfocan hacia la trinidad.
Tenemos algunos casos:
1) Jesús fue un hombre bueno, un gran maestro, sabio, un avatar, un maestro iluminado pero no Dios encarnado.
2) Si, Jesús fue un hijo de dios, y todos nosotros somos hijos de dios simplemente tenemos que darnos cuenta, tenemos que visualizarlo, interiorizar que podemos hacerlo, o conectarnos con el dios poder dentro de nosotros mismos.
3) Dios no puede tener un hijo.
4) Si llevamos una buena vida y si seguimos los preceptos de la iglesia tal como Jesús lo hizo, al de dejar esta vida terrenal tendremos por herencia y reinaremos sobre nuestro propio mundo.
5) Existen muchos dioses además de Jesús y todos ellos manifestaciones positivas del dios fuerza.
6) Jesús dominó el conocimiento oculto, de la misma manera, nosotros también podemos dominarlo, etc.
Las permutaciones y combinaciones para retorcer la Verdad son infinitas con la tendencia de reaparecer a través de la historia. Van desde esas sectas que son similares, que aparentan ser cristianas excepto que niegan la trinidad, hasta aquellas centradas en el hombre (como las ciencias de la mente), a aquellas que adoran entidades demoníacas con el disfraz de dioses (como el espiritismo, la adoración de los poderes de la naturaleza en un contexto ecológico, repetir los mantras a entidades espirituales, brujería). No es necesario ser un experto en las muchas facetas del engaño a menos que por supuesto uno esté tratando de alcanzar a un miembro de una secta particular con la Verdad. La manera no debe ser finalizar agotados por maldecir a las tinieblas sino el de encender la luz con la Verdad.
Según ya está documentado, Jesús fue su mejor abogado. El hizo que la gente de su tiempo se enfureciera debido a su afirmación de ser uno con Dios y decidió morir una terrible muerte en la cruz antes que negar esa afirmación. Jesús todavía hace enfurecer a quienes no creen ni confían en él. En vez de confrontar directamente la afirmación de Jesús, muchos prefieren quitar algo de ella o retorcerla. Si Jesús no es uno con Dios sino uno más de la multitud, entonces su sacrificio en la cruz no hubiera sido el sacrificio “perfecto” por su mancha de pecado y su muerte no hubiera expiado el pecado de la humanidad. Además si Jesús hubiera sido uno más de la multitud no hubiese resucitado porque el pecado lo retendría en la tumba.
Negar que Jesús es uno con Dios o afirmar que el es y que además también nosotros somos uno con Dios es diluir y destruir todo el propósito de la encarnación del Hijo de Dios. Dios es justo y se apega a sus reglas.
La rebelión de Adán y Eva trajo el pecado y la muerte a toda la creación. Dios mostró su misericordia al encarnarse como hombre tomando el castigo por el pecado y la muerte. Nadie, ningún humano es un sacrificio acepTable por el pecado. La evidencia más poderosa para la fe en Jesucristo es la resurrección.
Es una realidad histórica que todos los grandes profetas del mundo están en sus tumbas y sus cuerpos ya descompuestos desde hace tiempo. Solo el Hijo de Dios resucitó corporalmente.
Para ser breves, más que hacer un viaje prolongado por las religiones del mundo y los cultos, examinemos los preceptos básicos de la Nueva Era que desafortunadamente incorpora el centro de las creencias hacia donde se está moviendo el mundo. Decimos “desafortunadamente” porque en contraste con el monoteísmo, la Nueva Era endiosa el hombre exhibiendo toda la rudeza inmisericorde del hombre. Los nazis creían que construirían un reinado Reich de mil años. Ellos creían en un hombre superior, el superhombre, negando la existencia de Dios tal como la Nueva Era lo cree. Esta perspectiva del mundo no da lugar a la compasión ni el amor. Solo llevará a la humanidad a un totalitarismo bestial, de lo más brutal, debido a lo sistemas de control basados en tecnología que están fuera de orden.
A continuación una comparación de las creencias de la Nueva Era con los preceptos cristianos:
Naturaleza de Dios: Nueva Era: Dios es una fuerza impersonal o una energía. Cristianismo: Dios es Uno en tres personas.
Naturaleza del mundo: Nueva Era: Todo en el universo está hecho de la misma energía y está interrelacionado, incluyendo a Dios. Cristianismo: Dios creó el universo y es diferente y aparte de su creación.
Metafísica: Nueva Era: Toda realidad es un todo unificado.Todas las cosas son de una esencia divina. Cristianismo: Dios está fuera del espacio y tiempo.
Verdad: Nueva Era: Está dentro de uno. El Conocimiento es relativo a su estado de conciencia o vigilancia y como tal está en el flujo con su procesamiento de la "realidad". Cristianismo: La Verdad está revelada en la Biblia, 66 libros escritos en más de 1.500 años por más de 40 autores humanos de tres continentes en tres lenguajes pero con Único sistema de mensaje integrado con ideas similares, temas, conceptos y estructura.
Realidad: Nueva Era: El mundo es un velo de ilusión. Usted crea su propia realidad. Cristianismo: El mundo es real y tiene forma absoluta y física. Existen serias penalizaciones al negar su realidad.
Ética: Nueva Era: Relativista. Haga lo que crea que es correcto. Cristianismo: Absoluto. La Ley está en nuestros corazones. Somos creados con conciencia y un compás interno. Diferenciamos el bien del mal. La Biblia, la palabra de Dios, nos guía.
Creación: Nueva Era: Evolucionado, una máquina impersonal que se construye sobre sí mismo. Cristianismo: Formado por la mano de Dios, ordenadamente con leyes universales. Con belleza y variedad pero sujetos a la entropía (deterioro) a raíz de la caída.
Naturaleza del hombre: Nueva Era: Un ser espiritual dormido con potencial de ser un dios. Cristianismo: Caído pero hecho a la imagen de Dios.
Problema humano: Nueva Era: Falla en desarrollar la concienciación y alcanzar verdadero potencial. Cristianismo: Pecado original que corrompe a todos los humanos sin importar cuan justos.
Respuesta al problema humano: Nueva Era: Abriendo su inconsciente mediante yoga, meditación, cánticos, danza, desarrollo poderes mentales. Salvación basada en obras en lo oculto y sobrenatural. Cristianismo: Confiar en Jesucristo como el único Hijo de Dios, la única encarnación de Dios. La salvación es un regalo del Creador del Universo.
Muerte: Nueva Era: Extinción temporal de vida que resulta en la reencarnación para trabajar el karma o patrones de apego al mundo físico. Una vez alcanzado el karma la muerte lleva en estado de olvido en Bracmán, el "extinguir" del yo en Nirvana. Cristianismo: Los seres humanos mueren una sola vez y después viene el juicio (Hebreos 9:27). Entrada a la vida eterna en el cielo (1 Cor.13:12) o en el infierno (Lucas 16:23).
Lo importante cuando comparamos la perspectiva de la Nueva Era sobre el mundo, y para usar un vocabulario más actualizado, paradigma, es que la perspectiva cristiana esta basada en una realidad comprobable con evidencia histórica (naturaleza de Dios, personalidad de Dios, encarnación en Jesús, obras de Jesús, afirmaciones de Jesús, su resurrección, disposición de los apóstoles en morir como mártires, cambio de vidas en quienes aceptan a Jesús, naturaleza de la creación, leyes de física, ciencia de la genética, etc.) mientras que la perspectiva de la Nueva Era apelando a nuestro orgullo, esta fundamentada en la mentira enseñando que podemos llegar a ser dioses por nuestra propia iniciativa. El engaño de la Nueva Era es el mismo de la serpiente al decirle a Eva en el jardín que ella podía ser como Dios comiendo del fruto. Desafiando a Dios, Adán y Eva fueron maldecidos, echados fuera del jardín, experimentaron dolor, enfermedad, fatiga y muerte. Las consecuencias de no aceptar el regalo de salvación de Dios son trágicas y terribles, una eternidad de sufrimiento.
Ahora desde la perspectiva de la Nueva Era las consecuencias de negar sus creencias son mínimas, quizás una ilusoria encarnación en forma de rana, mientras que los que niegan la realidad cristiana tienen consecuencias eternas. El infierno no es un invento, Jesús el Hijo de Dios se refiere al infierno más que nadie. Describe el infierno como un lugar para los pecadores no salvos, “donde SU GUSANO NO MUERE, Y EL FUEGO NO SE APAGA” (Marcos 9:48). El infierno es un lugar tan espantoso ubicado fuera del plano tiempo continuo, espacio que Dios mismo se encarnó como hombre para que al creer en él, no pasáramos la eternidad en ese lugar. El infierno no fue destinado para el hombre sino para Lucifer, para sus ángeles caídos y para la muerte misma (Apocalipsis 20:14).
La meta de la Nueva Era es la disolución total del ser a la nada, lo cual es Bracmán, el éter escondido que envuelve todo. El budismo enseña que el individuo llega al nirvana cuando la aglomeración de deseos y necesidades que conforman el “ego” se desvanecen y el ego deja de ser. Solo entonces, según el budismo, el individuo escapa la rueda del sufrimiento dando como resultado la reencarnación.
El cristianismo enseña que el hombre vive solo una vez. Después de esto el juicio. Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios (Romanos 3:23). Dios aborrece nuestro pecado. La paga del pecado es muerte mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor (Romanos 6:23). Cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros (Romanos 5:. Pero Dios demuestra su amor por nosotros (Romanos 5:. No importa cuan desprovisto se sienta usted de amor y no importa cuan terrible sean sus pecados, Dios todavía le ama.
Detractores de la Sencillez de la Salvación
El Dios del universo se nos apareció encarnado como el hombre Jesucristo, con un propósito en la plenitud del tiempo, y nos reveló su naturaleza divina. De una manera clara y sencilla nos dio su plan de salvación que implica creer y confiar en Jesús como el Dios encarnado.
El Hijo del Hombre no realiza ningún cargo por su sistema, usted no necesita practicar yoga, ayunar, hacer cánticos, meditar ni practicar variados métodos de bio-retroalimentación y auto-programación para transformar su ser interior. “Cree en mí y cambiaré tu ser, te haré una nueva persona y te daré abundante esperanza”.
El Dios del universo se nos apareció encarnado como el hombre Jesucristo, con un propósito en la plenitud del tiempo, y nos reveló su naturaleza divina. De una manera clara y sencilla nos dio su plan de salvación que implica creer y confiar en Jesús como el Dios encarnado.
“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rechaza al Hijo no sabrá lo que es esa vida, sino que permanecerá bajo el castigo de Dios” (Juan 3:36).
Partiendo de la analogía de un hormiguero y un tractor dirigiéndose directamente hacia el, y suponiendo que usted como observador humano quiera advertir del peligro a las hormigas, la mejor forma de hacerlo, si pudiera, sería convirtiéndose en hormiga y avisarles del peligro inminente. De manera similar, Dios se encarnó comohombre no solamente para advertirnos delpeligro de una eternidad sin Él sino para revelarse a sí mismo y ofrecernos la oportunidad de una eternidad con Él.
Puede ser que no nos guste este plan de salvación, sobre todo con la implicación de creer y confiar en el Dios hombre Jesús, pero es el plan diseñado por el Maestro y es el único plan que nos lleva a la vida eterna. Es un plan adaptado por Dios para la humanidad.
Sin embargo, los seres humanos no necesariamente aceptan este plan diseñado divinamente. Prefieren crear sus propios sistemas de salvación. Esos sistemas son creación delhombre y no de Dios. C.S. Lewis nos dice: “Somos un amasijo de temores, esperanzas, codicias, celos y vanidad, todo centrado en nuestro yo y todo bajo condenación de muerte” (Cristianismo …¡y nada más, “Supongamos que”). Timoteo nos advierte que en los últimos días “la gente estará llena de egoísmo y avaricia; serán jactanciosos, arrogantes, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, insensibles, implacables, calumniadores, libertinos, despiadados, enemigos de todo lo bueno, traicioneros, impetuosos, vanidosos y más amigos del placer que de Dios. Aparentarán ser piadosos, pero su conducta desmentirá el poder de la piedad, ¡con esa gente ni te metas!” (2 Timoteo 3:2-5). En el Cristianismo el ego se considera caído y en necesidad de redención.
Aún así, a partir delego brotan las nuevas experiencias místicas. Freidrich Nietzche, un ateo orgulloso que glorificaba al hombre dijo: “No nos amamos suficientemente” (Freidrich Nietzche, Thus Spake Zarathustra , p.75). A partir de esta perspectiva egocéntrica del mundo vino el concepto de “superhombre”, el hombre sin las restricciones de los principios elevados de Dios, un hombre despiadado sin las restricciones del poder moral, un hombre que inspiró a los nazis para el exterminio de millones de seres indeseables.
Las doctrinas de la Nueva Era están centradas en la experiencia de varios “estados de conciencia”. La Nueva Era influenciada por el hinduismo y el Zen, enseña que todos somos dioses. Hemos olvidado quienes somos. La Nueva Era enseña que alcanzando nuestro interior a través de la meditación y el yoga, en nuestro propio yo podemos tener conciencia y desvanecernos en nuestras naturalezas divinas. El dios de la Nueva Era es una fuerza impersonal con todo subyacente.
En este sentido, Dios y la creación son uno. Expone la Nueva Era que para estar entonados con este dios fuerza, todo lo que tenemos que hacer es explotar, muy parecido a lo que hace un enchufe eléctrico cuando chispea en el conector. Enchufarse implica “centrarse” en uno mismo. Se nos dice que la respuesta está dentro de nosotros. Al desdoblar nuestra conciencia lograremos el estado de llegar a ser dios. Dios es una experiencia subjetiva.
El Cristianismo enseña que el Creador del universo, con una personalidad infinitamente inteligente, amorosa y accesible, está mucho más alto y separado de su creación.
EsTablecer una relación con Dios es una meta alcanzable. Entramos en una relación contractual con el Dios del universo al aceptar, confiar y creer en Jesucristo como el Hijo de Dios, quién viene a morar en nosotros en la persona de Jesucristo y nos da la vida eterna (Juan 15:26, Juan 16:7). En el Cristianismo nuestra relación con Dios es una aventura objetiva, no está basado ni en nuestro capricho ni en sentimientos.
Steve Kumar en su útil libro “Cristianismo para los escépticos – (Christianity for Skeptics) declara, “La presuposición fundamental que apoya la posición de que la realidad solamente puede ser experimentada, es la noción que la experiencia comprueba la realidad. ¿Acaso esta experiencia subjetiva prueba lo que creemos? Cuando nos reflejamos en la experiencia vale la pena recordar los comentarios del filósofo Bertrand Russell quién dijo: “No podemos distinguir entre el hombre que come poco y ve el cielo y el hombre que toma mucho y ve serpientes”. Aquellos que buscan probar sus creencias metafísicas sobre la base de la experiencia, piensan que la metafísica y la experiencia son sinónimos. Lo que no ven es que la experiencia es algo que uno tiene y la metafísica es la interpretación de esa experiencia. Debemos recordar que las experiencias son capaces de muchas interpretaciones”.
“Comenzando por experiencia, simplemente no tenemos manera de verificar su experiencia, es por esta sencilla razón que la experiencia subjetiva no tiene asidero para edificar una fundación de nuestra esperanza eterna. Lo subjetivo no puede ser la base para la verdad”. El comentario impactante de Carl Jung debe ser escuchado, “Definitivamente nunca podemos decidir si una persona está iluminada o simplemente se lo imaginó, no tenemos criterio para esto.” (Suzuki, Introducción al Budismo Zen, Prefacio, p.15). ¿Cómo podremos estar seguros que esa persona está experimentado a Dios y no al diablo, o al Espíritu Santo y no un espíritu malo?
Steve Kumar nos advierte que no debemos ignorar el peligro de la experiencia mística. El cita la experiencia de un ex maestro yoga y gurú que llegó a comprender los poderes de las tinieblas en una experiencia mística: “Avancé tan rápido dentro de la esfera de lo oculto que pronto me convertí en el gurú mas joven de todo el hemisferio oriental así como uno de los más poderosos y avanzados, enseñaba Yoga por televisión dos veces a la semana, Hatha-Yoga suena como un simple conjunto de ejercicios, todos piensan que sólo se trata de gimnasia. Quiero advertir que esto es solo el comienzo de una trampa diabólica. Luego de convertirme en instructor de Hatha-Yoga, mi gurú me mostró que lo único que esos ejercicios hacen es abrir su apetito por lo oculto. Es como la marihuana que normalmente le lleva a una droga peor más fuerte, atándole de tal manera que solo Cristo puede liberarle. Muchos piensan que el poder de lo oculto es solo el poder de la mente, eso no es cierto. Existe un punto donde finaliza el poder de la mente y a partir de allí toma control el poder demoníaco”. (Reproducido en Colin Weightman y Robert W. McCarthy, Un Espejismo del Oriente - A Mirage from the East, Adelaide, Australia: Lutheran Publishing House, 1977, p..
Con franqueza, el autor de este sitio web estuvo practicando la meditación y el yoga durante seis años. Debido al poder que experimentó inicialmente, estuvo convencido de haber encontrado la respuesta a su búsqueda espiritual. El creyó que de hecho el hombre puede convertirse en dios y levantarse a sí mismo por su propio esfuerzo, que de hecho somos dioses y que sólo tenemos que explotar de nuestro interior para actualizarlo. Sin embargo, la meditación y el yoga resultaron similares a una adicción. El segundo año tratando de dejarlo me resultó imposible y me ocasionó severos síntomas por “apartarme”, síntomas como temblores, sudor frío y tensión. Incapaz de funcionar sin su “arreglo” de meditación, se comprometió totalmente con el camino del misticismo oriental. El resultado final después de seis años de meditación y yoga, incluyendo la participación en cursos intensivos, fue una desilusión total. Él terminó en un espacio frío, estéril y oscuro. Ninguna de las promesas de armonía y felicidad eterna en nuestro ambiente se materializó. Él solo pudo encontrar el amor verdadero, la paz y la vida aceptando a Cristo como su salvador personal. El camino que había transitado no lo llevó a la vida sino a la sofocación. Como dijo Pablo, “Y no es de extrañar, ya que Satanás mismo se disfraza de ángel de luz” (2 Corintios 11:14).
Kumar cita al teólogo de Princeton, B.B. Warfield, "Aquél que comienza buscando a Dios dentro de sí mismo, terminará confundiéndose a sí mismo con Dios” (B.B. Warfield, Biblical and Theological Studies (Philadelphia: Presbyterian & Reformed, 1952), p. 455.
¿Misticismo de la Nueva Era en el Cristianismo?
Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos. No se dejen llevar por ninguna clase de enseñanzas extrañas. Conviene que el corazón sea fortalecido por la gracia, y no por alimentos rituales que de nada aprovechan a quienes los comen. Hebreos 13:8-9
Se ha criticado que el énfasis de las experiencias personales del misticismo de la Nueva Era se ha inmiscuido dentro de la iglesia cristiana, a tal punto que en algunos casos se les da más peso a la “revelación” individual y “profecías” que a la Palabra de Dios, la Biblia. Al extremo que el foco de la adoración, sea en el estudio o en las canciones, se ha movido de Dios hacia el hombre pecador. Debilitando, contaminando y comprometiendo el cristianismo. En vez de adorar a Dios, invertimos semana tras semana en aprender “como” lograr la felicidad, el éxito, la selección apropiada de la profesión, o encontrar a la pareja apropiada. Ciertamente se cita la Biblia pero el énfasis se hace más en el hombre que en Dios. Dios es meramente como un “aditivo” así como una salsa lo es para la ensalada o la sal para un plato de espagueti. Dios se convierte en una herramienta personal para el logro personal. No se invierte el tiempo de los estudios bíblicos semanales para analizar y digerir la palabra de Dios sino para darse mutuamente dudosas “palabras de edificación y profecía”. Se ha reemplazado la majestad de Dios por la práctica del chamanismo “cristiano”.
Es muy falaz quitar la adoración a Dios quién es el único sujeto digno de adoración por las experiencias “espirituales” subjetivas. En este movimiento espiritual tenemos semanalmente decenas de miles de personas dando “profecías” a sus hermanos bajo la supuesta “dirección” del Espíritu Santo. Sin embargo, ¿qué porcentaje de esas profecías son precisas? y de esas, ¿cuántas fueron inspiradas verdaderamente por Dios? ¿qué porcentaje de las personas por las cuales se oró fue sanada?, y de los que fueron sanados, ¿cuántos se sanaron por el poder de Dios?
Dios no puede ser enclaustrado a un espacio. Él es ilimitado. Si Dios decidiera encarnarse como hombre para revelarse a nosotros fuera del tiempo, que así sea. Dios es más que capaz de darnos profecías precisas, o sanar al enfermo, tal como es evidente a través de la Biblia. Jesús dijo que el Espíritu Santo nos revelaría el futuro (Juan 16:13). Jesús dijo, “Créanme cuando les digo que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí; o al menos créanme por las obras mismas. Ciertamente les aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago también él las hará, y aún las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre” (Juan 14:11-12). Esas obras sin duda incluyen las sanidades ya que el sanar a los enfermos fue aproximadamente una tercera parte del ministerio de Jesús.
El apóstol Pablo comenta sobre la variedad de dones del Espíritu Santo: “A unos Dios les da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otros por el mismo Espíritu, palabra de conocimiento; a otros fe por medio del mismo Espíritu; a otros, y por ese mismo Espíritu, dones para sanar enfermos; a otros, poderes milagrosos; a otros, profecía; a otros, el discernir espíritus; a otros el hablar diversas lenguas; y a otros, el interpretar lenguas. Todo esto lo hace un mismo y único Espíritu, quien reparte a cada uno según él lo determina” (1 Corintios 12:8-11).
Ciertamente Dios obra sobrenaturalmente en la iglesia a través del Espíritu Santo. Por otro lado, el engaño también está presente. De otro modo, ¿Por qué alguien habría de recibir el don de discernir espíritus falsos dentro del cuerpo de la iglesia?
¿Cómo reconocemos la operación de espíritus engañosos en el cuerpo de la iglesia? Jesús nos dice: “Ningún árbol bueno da fruto malo; tampoco da buen fruto el árbol malo. A cada árbol se le reconoce por su propio fruto. No se recogen higos de los espinos ni se cosechan uvas de las zarzas. El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón produce el bien; pero el que es malo, de su maldad produce el mal, porque de lo que abunda en el corazón habla la boca” (Lucas 6:43-45).
Nos da una percepción valiosa de la persona que pretende el don de la profecía cuando vemos el fruto en la vida de esa persona, si es creíble o no. Si esa persona no ha sido fiel a su esposa o esposo, si es contenciosa, todo lo argumenta, manipuladora, demuestra poco amor e interés por otros, ama el dinero, no es caritativo, es amargado, tiene una vida familiar problemática, actúa de una manera en la iglesia y de otra en la casa o en el trabajo, la credibilidad de esa persona como profeta debe ser seriamente cuestionada. No importa cuan nobles o sublimes sean las profecías de esa persona, si no vive una vida santificada, su ministerio está sobre la arena movediza y lo más probable es que sus mensajes sean débiles.
Los falsos profetas pueden ser reconocidos debido a sus profecías equivocadas e imprecisas. En el Antiguo Testamento se apedreaban a los profetas hasta la muerte. Si en nuestros tiempos se apedrearan a los falsos profetas tendríamos montañas de piedras por todos lados manchando el panorama, se incluirían políticos, sanadores “milagrosos”, así como autores de obras especulativas sobre las profecías bíblicas.
Jesús nos exhorta a amarnos unos a otros, nos indica los caminos errados de nuestro prójimo y los perdona. Le solicitamos salir de la iglesia sólo cuando ellos persisten en su comportamiento inacepTable.
C.S. Lewis señala que la teología, el entendimiento de la palabra de Dios, la Biblia, es práctica cuando los sentimientos no nos llevan a ninguna parte. Él recuerda a un viejo oficial amargado cuando daba una charla sobre teología a las personas alistadas en la Fuerza Aérea y decía: “no me interesa en lo más mínimo este asunto, pero ¿saben qué? también soy un hombre religioso, sé que existe un Dios, lo he sentido solo en medio de la noche en el desierto: el tremendo misterio, y por eso no creo en sus pequeñas doctrinas y fórmulas en cuanto a Dios. A todo aquel que ha tenido un encuentro con Dios, todas estas cosas le parecen insignificantes, pedantes e irreales” (Cristianismo …¡y nada más, “El hacer y el engendrar”).
Continúa diciendo Lewis que él cree que probablemente este hombre tuvo una experiencia real con Dios en el desierto y cuando el hombre consideró los credos cristianos, estaba pasando de algo real a otra cosa menos real. Sin embargo, señala Lewis, los credos de la teología cristiana se asemejan a un mapa. Las experiencias pueden ser más atractivas, “pero el mapa está basado en la experiencia de cientos de personas que realmente estuvieron en contacto con Dios, esas experiencias comparadas con aquellas emociones o pensamientos piadosos que podamos tener son muy elementales y confusas”.
En segundo lugar, si quiere ir más allá debe usar el mapa. Lo que sucedió con ese hombre en el desierto pudo haber sido real, y por supuesto emocionante, pero no obtuvo ningún provecho de esto. No lleva a ninguna parte. No hay que nada que hacer al respecto. Es más, es por eso que una religión vaga que se limite a sentir a Dios en la naturaleza y otras cosas por el estilo, es pura emoción pero sin logros. Es parecido a contemplar las olas del mar, usted no llegará a ningún puerto estudiando el Atlántico de esa manera, y no llegará a la vida eterna sintiendo simplemente la presencia de Dios en las flores y en la música. Tampoco llegará a ningún lugar contemplando el mapa sin ir al mar, tampoco estará seguro en el mar sin un mapa. (Itálicas del autor).
En otras palabras, la teología es práctica. Nos dice que Jesucristo fue un gran maestro de la moral, pero también es el Hijo de Dios y Dios mismo en el cuerpo de un hombre. Al mirar a Jesús, entendemos la naturaleza amorosa de Dios. Al creer y confiar en Jesús, tenemos vida eterna. No vamos a obtener la vida eterna al permanecer contemplando, con un pensamiento positivo a través de la meditación, el yoga, o reír incontrolablemente, ni aún ladrando en la iglesia, ni siendo sanados por un gurú sea hindú o un cristiano carismático. Es la teología, la cual es el camino angosto y derecho que lleva a la redención, a la salvación y a la libertad de la esclavitud del pecado y de las imitaciones espirituales. El fin de la teología cristiana reducido a una sencillez incisiva es creer y confiar en Jesucristo como el Hijo de Dios.
Procederé a citar de mi libro Succeed With Solomon’s Principles sobre esta línea de pensamiento (Herring, Michael, Succeed With Solomon’s Principles , Winepress Publishers, Enumclaw, Washington, 1998, p.175-176):
“Las creencias son extremadamente poderosas, y esta creencia particular determina su éxito en la eternidad, es tan poderosa que quita la incertidumbre y el temor de la muerte. Creer en el Hijo del Hombre puede definirse mas apropiadamente como “creyendo en”. A través de le fe usted se apoya en él, y cuenta con él para guiarle y hacerle crecer.”
“De nuevo el asunto se trata de cómo creer en un Poder mas elevado que no puede ver. Atrévase a alcanzar este Poder elevado, deje que se manifieste en su vida o en sus circunstancias. Usted verá un cambio positivo. Al intentarlo no tiene nada que perder, pero perderá todo si no lo intenta. Perderá la oportunidad de esTablecer una relación de amor con el Señor del universo. En gran manera limitará sus posibilidades de éxito, éxito que no se encuentra limitado al dinero que produzca, ni a la clase de vehículo que conduzca, sino a un éxito alcanzado al cumplir su propósito espiritual en este planeta”.
“Sus prioridades se ubicarán en su lugar, usted no tendrá que seguir corriendo y escondiéndose. Recibirá dirección espiritual en lo quiera lograr y la esperanza para lograrlo. Usted estará espiritualmente equilibrado y enfocado. Podrá distinguir lo que vale la pena de lo que es inútil”.
“Ya no requiere de un gurú ejerciendo señorío sobre usted a través de un juego engañoso. Su jugada es “Conozco algo que necesitas conocer, pero antes de decirlo tendrás que aprender mis técnicas, pasar por mis grupos de iniciación, aceptar mis puntos de vista y a través del proceso, darme bastante dinero” Tenga en cuenta que algunos gurues se presentan en trajes de negocio y como mencioné anteriormente, no necesita mucha insistencia para vender ideas y creencias”.
“Quizás ha escuchado la historia de un buscador oriental que va a los Himalayas tras un gurú de quién ha oído hablar, atraviesa desiertos, pantanos, selvas y se enferma de disentería, finalmente encuentra al susodicho, en una cueva sentado en posición de lotus y se inclina ante él. A los pocos días el susodicho se voltea y le pregunta: “¿En qué puedo ayudarte hijo mío?”
“Le respondió el que le buscaba: “OH tengo que encontrar el significado de la vida, maestro”. El gurú voltea sus ojos hacia adentro, susurra un cántico y lentamente abre su boca, habla muy suavemente de tal manera que el que le buscaba debe alargar su cuello para escucharle.”
“Hijo mío, la vida es una banana”.
“¡El que le buscaba no puede creer lo que acaba de escuchar!, su temperamento explota y le dice: “luego de todo por lo que pasé para encontrarlo, el calor, la enfermedad, los mosquitos, ¿tiene la osadía de decirme que la vida es una banana?””.
“El gurú se despierta de su semitrance con los ojos bien abiertos, “¿de verdad estas en serio?”.
Este es el juego que hacen los gurues, los “mentores espirituales”, las filosofías mundiales. Usted puede realizar preguntas, pero no engañe a otros ni a usted mismo proclamando que tiene las respuestas cuando no tiene nada. Hay muchos zorros allá afuera que no están sino esperando saquear la jaula de su mente y los billetes verdes de su cartera. Ellos crean su “sistema” aprovechándose del suave ambiente”.
El Hijo del Hombre no realiza ningún cargo por su sistema, usted no necesita practicar yoga, ayunar, hacer cánticos, meditar ni practicar variados métodos de bio-retroalimentación y auto-programación para transformar su ser interior. “Cree en mí y cambiaré tu ser, te haré una nueva persona y te daré abundante esperanza”.
“El Señor del Universo esTablece su sistema y como tal da resultados. Compruébelo, es gratis. ¿Qué tiene que perder excepto el éxito eterno? (Nota: anteriormente se definió éxito como el cumplimiento del propósito de Dios en su vida)”.
“Él fue humilde y manso. No subió a una larga limosina o avión privado sino se montó sobre un burro y sufrió una muerte brutal en la cruz, prefirió eso antes que dejar de lado su afirmación de que era el Hijo de Dios. ¿Moriría su gurú para darle vida?”.
Es el Poder Infinito lo que necesitamos alcanzar como Poder de lo Alto, un Dios amoroso y personal, no una “fuerza” impersonal.
La Seducción de la Nueva Era
Si Jesús es el Hijo de Dios entonces cualquier filosofía o credo que afirme algo que lo contradiga es una imitación. La mayoría de los ataques a la fe cristiana se enfocan hacia la trinidad.
Tenemos algunos casos:
1) Jesús fue un hombre bueno, un gran maestro, sabio, un avatar, un maestro iluminado pero no Dios encarnado.
2) Si, Jesús fue un hijo de dios, y todos nosotros somos hijos de dios simplemente tenemos que darnos cuenta, tenemos que visualizarlo, interiorizar que podemos hacerlo, o conectarnos con el dios poder dentro de nosotros mismos.
3) Dios no puede tener un hijo.
4) Si llevamos una buena vida y si seguimos los preceptos de la iglesia tal como Jesús lo hizo, al de dejar esta vida terrenal tendremos por herencia y reinaremos sobre nuestro propio mundo.
5) Existen muchos dioses además de Jesús y todos ellos manifestaciones positivas del dios fuerza.
6) Jesús dominó el conocimiento oculto, de la misma manera, nosotros también podemos dominarlo, etc.
Las permutaciones y combinaciones para retorcer la Verdad son infinitas con la tendencia de reaparecer a través de la historia. Van desde esas sectas que son similares, que aparentan ser cristianas excepto que niegan la trinidad, hasta aquellas centradas en el hombre (como las ciencias de la mente), a aquellas que adoran entidades demoníacas con el disfraz de dioses (como el espiritismo, la adoración de los poderes de la naturaleza en un contexto ecológico, repetir los mantras a entidades espirituales, brujería). No es necesario ser un experto en las muchas facetas del engaño a menos que por supuesto uno esté tratando de alcanzar a un miembro de una secta particular con la Verdad. La manera no debe ser finalizar agotados por maldecir a las tinieblas sino el de encender la luz con la Verdad.
Según ya está documentado, Jesús fue su mejor abogado. El hizo que la gente de su tiempo se enfureciera debido a su afirmación de ser uno con Dios y decidió morir una terrible muerte en la cruz antes que negar esa afirmación. Jesús todavía hace enfurecer a quienes no creen ni confían en él. En vez de confrontar directamente la afirmación de Jesús, muchos prefieren quitar algo de ella o retorcerla. Si Jesús no es uno con Dios sino uno más de la multitud, entonces su sacrificio en la cruz no hubiera sido el sacrificio “perfecto” por su mancha de pecado y su muerte no hubiera expiado el pecado de la humanidad. Además si Jesús hubiera sido uno más de la multitud no hubiese resucitado porque el pecado lo retendría en la tumba.
Negar que Jesús es uno con Dios o afirmar que el es y que además también nosotros somos uno con Dios es diluir y destruir todo el propósito de la encarnación del Hijo de Dios. Dios es justo y se apega a sus reglas.
La rebelión de Adán y Eva trajo el pecado y la muerte a toda la creación. Dios mostró su misericordia al encarnarse como hombre tomando el castigo por el pecado y la muerte. Nadie, ningún humano es un sacrificio acepTable por el pecado. La evidencia más poderosa para la fe en Jesucristo es la resurrección.
Es una realidad histórica que todos los grandes profetas del mundo están en sus tumbas y sus cuerpos ya descompuestos desde hace tiempo. Solo el Hijo de Dios resucitó corporalmente.
Para ser breves, más que hacer un viaje prolongado por las religiones del mundo y los cultos, examinemos los preceptos básicos de la Nueva Era que desafortunadamente incorpora el centro de las creencias hacia donde se está moviendo el mundo. Decimos “desafortunadamente” porque en contraste con el monoteísmo, la Nueva Era endiosa el hombre exhibiendo toda la rudeza inmisericorde del hombre. Los nazis creían que construirían un reinado Reich de mil años. Ellos creían en un hombre superior, el superhombre, negando la existencia de Dios tal como la Nueva Era lo cree. Esta perspectiva del mundo no da lugar a la compasión ni el amor. Solo llevará a la humanidad a un totalitarismo bestial, de lo más brutal, debido a lo sistemas de control basados en tecnología que están fuera de orden.
A continuación una comparación de las creencias de la Nueva Era con los preceptos cristianos:
Naturaleza de Dios: Nueva Era: Dios es una fuerza impersonal o una energía. Cristianismo: Dios es Uno en tres personas.
Naturaleza del mundo: Nueva Era: Todo en el universo está hecho de la misma energía y está interrelacionado, incluyendo a Dios. Cristianismo: Dios creó el universo y es diferente y aparte de su creación.
Metafísica: Nueva Era: Toda realidad es un todo unificado.Todas las cosas son de una esencia divina. Cristianismo: Dios está fuera del espacio y tiempo.
Verdad: Nueva Era: Está dentro de uno. El Conocimiento es relativo a su estado de conciencia o vigilancia y como tal está en el flujo con su procesamiento de la "realidad". Cristianismo: La Verdad está revelada en la Biblia, 66 libros escritos en más de 1.500 años por más de 40 autores humanos de tres continentes en tres lenguajes pero con Único sistema de mensaje integrado con ideas similares, temas, conceptos y estructura.
Realidad: Nueva Era: El mundo es un velo de ilusión. Usted crea su propia realidad. Cristianismo: El mundo es real y tiene forma absoluta y física. Existen serias penalizaciones al negar su realidad.
Ética: Nueva Era: Relativista. Haga lo que crea que es correcto. Cristianismo: Absoluto. La Ley está en nuestros corazones. Somos creados con conciencia y un compás interno. Diferenciamos el bien del mal. La Biblia, la palabra de Dios, nos guía.
Creación: Nueva Era: Evolucionado, una máquina impersonal que se construye sobre sí mismo. Cristianismo: Formado por la mano de Dios, ordenadamente con leyes universales. Con belleza y variedad pero sujetos a la entropía (deterioro) a raíz de la caída.
Naturaleza del hombre: Nueva Era: Un ser espiritual dormido con potencial de ser un dios. Cristianismo: Caído pero hecho a la imagen de Dios.
Problema humano: Nueva Era: Falla en desarrollar la concienciación y alcanzar verdadero potencial. Cristianismo: Pecado original que corrompe a todos los humanos sin importar cuan justos.
Respuesta al problema humano: Nueva Era: Abriendo su inconsciente mediante yoga, meditación, cánticos, danza, desarrollo poderes mentales. Salvación basada en obras en lo oculto y sobrenatural. Cristianismo: Confiar en Jesucristo como el único Hijo de Dios, la única encarnación de Dios. La salvación es un regalo del Creador del Universo.
Muerte: Nueva Era: Extinción temporal de vida que resulta en la reencarnación para trabajar el karma o patrones de apego al mundo físico. Una vez alcanzado el karma la muerte lleva en estado de olvido en Bracmán, el "extinguir" del yo en Nirvana. Cristianismo: Los seres humanos mueren una sola vez y después viene el juicio (Hebreos 9:27). Entrada a la vida eterna en el cielo (1 Cor.13:12) o en el infierno (Lucas 16:23).
Lo importante cuando comparamos la perspectiva de la Nueva Era sobre el mundo, y para usar un vocabulario más actualizado, paradigma, es que la perspectiva cristiana esta basada en una realidad comprobable con evidencia histórica (naturaleza de Dios, personalidad de Dios, encarnación en Jesús, obras de Jesús, afirmaciones de Jesús, su resurrección, disposición de los apóstoles en morir como mártires, cambio de vidas en quienes aceptan a Jesús, naturaleza de la creación, leyes de física, ciencia de la genética, etc.) mientras que la perspectiva de la Nueva Era apelando a nuestro orgullo, esta fundamentada en la mentira enseñando que podemos llegar a ser dioses por nuestra propia iniciativa. El engaño de la Nueva Era es el mismo de la serpiente al decirle a Eva en el jardín que ella podía ser como Dios comiendo del fruto. Desafiando a Dios, Adán y Eva fueron maldecidos, echados fuera del jardín, experimentaron dolor, enfermedad, fatiga y muerte. Las consecuencias de no aceptar el regalo de salvación de Dios son trágicas y terribles, una eternidad de sufrimiento.
Ahora desde la perspectiva de la Nueva Era las consecuencias de negar sus creencias son mínimas, quizás una ilusoria encarnación en forma de rana, mientras que los que niegan la realidad cristiana tienen consecuencias eternas. El infierno no es un invento, Jesús el Hijo de Dios se refiere al infierno más que nadie. Describe el infierno como un lugar para los pecadores no salvos, “donde SU GUSANO NO MUERE, Y EL FUEGO NO SE APAGA” (Marcos 9:48). El infierno es un lugar tan espantoso ubicado fuera del plano tiempo continuo, espacio que Dios mismo se encarnó como hombre para que al creer en él, no pasáramos la eternidad en ese lugar. El infierno no fue destinado para el hombre sino para Lucifer, para sus ángeles caídos y para la muerte misma (Apocalipsis 20:14).
La meta de la Nueva Era es la disolución total del ser a la nada, lo cual es Bracmán, el éter escondido que envuelve todo. El budismo enseña que el individuo llega al nirvana cuando la aglomeración de deseos y necesidades que conforman el “ego” se desvanecen y el ego deja de ser. Solo entonces, según el budismo, el individuo escapa la rueda del sufrimiento dando como resultado la reencarnación.
El cristianismo enseña que el hombre vive solo una vez. Después de esto el juicio. Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios (Romanos 3:23). Dios aborrece nuestro pecado. La paga del pecado es muerte mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor (Romanos 6:23). Cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros (Romanos 5:. Pero Dios demuestra su amor por nosotros (Romanos 5:. No importa cuan desprovisto se sienta usted de amor y no importa cuan terrible sean sus pecados, Dios todavía le ama.