La magia negra, es otra de las modalidades para provocar el daño en otras personas. Los practicantes de esta magia son personas especiales, dotadas de aptitudes extrasensoriales, que a causa de rencores y resentimientos han sido puestas al servicio del mal. Es muy importante, no manipular elementos ni velas negras sin el debido conocimiento, pues esto puede provocar que el hechizo se vuelque en contra.
Para lograr finalizar un conjuro negativo es necesario recurrir a un mago blanco con las mismas aptitudes que el que hizo el ritual del daño. Existen sin embargo ciertos procedimientos que permiten protegerse de las fuerzas del mal.
Todo trabajo sanador debe realizarse durante la tarde, y empezaremos escribiendo el problema o el nombre de la persona que se quiere ayudar en una hoja de papel en blanco y con tinta roja, el que colocaremos en el fondo de una vasija de barro. Sobre el papel se colocará una vela con el color que corresponda al pedido que se quiere hacer. Es importante que la mecha quede por debajo de la abertura de la vasija. Tenemos que colocar también, de modo equilibrado y parejo, un pequeño vaso con licor de café o de anís, cuatro huevos de codorniz o de paloma, una cinta de igual color que la vela, distintas semillas, gemas y por último se debe untar con miel el borde de la vasija. Cuando llegue la noche se debe colocar la vasija con la vela encendida, en un curso de agua en movimiento.
El culto umbanda que proviene de las religiones africanas llegó al brasil a través de los esclavos. Este culto era utilizado para protegerse de los espíritus del mal, y fueran incorporando con el tiempo elementos del espiritismo, catolicismo y distintas creencias indígenas. Es sabido también que en los ritos umbandas se realizan sacrificios de animales pero éstos, son considerados como atentados contra el universo mismo, se pueden hacer ofrendas a los dioses por medio de vinos, flores y fritos que también serán bien recibidos. Para estos devotos el nexo entre el hombre y la voluntad divina se llama Exú, y se lo convoca cada vez que se inicie un ritual.
Para alejar los espíritus del mal se debe pintar una caja de color rojo, dentro de ella se debe colocar un puñado de sal fina y una fruta, también se le puede poner un juguete nuevo. Cuando tengamos la caja lista, la llevaremos a un lugar al aire libre una noche de luna llena e invocaremos a Exú, para que nos proteja de todo mal. Después de haber dejado la caja en ese lugar por dos semanas, durante la noche siguiente debemos arrojarla, cerrada, en un curso de agua. Para fortalecer este ritual, tenemos que realizar un ayuno de alimentos, consumiendo solamente agua durante 24 hs.
Otros elementos confiables, dentro de las prácticas esotéricas, son la piedras, que se utilizan para curar o prevenir malestares físicos o espirituales, provenientes de energías negativas. Para obtener el bienestar, debemos colocar en una vasija de barro, agua de mar y una piedra que haya estado en la playa, esto lo debemos dejar reposar durante toda la noche. A la mañana siguiente retiraremos la piedra y colocaremos en el agua siete cucharadas de esencia de genciana o te, y la dejaremos hasta el crepúsculo, a la intemperie. A esa hora debemos tomar un sorbo de esta agua y, con la mano derecha, salpicaremos la entrada de la casa, mientras caminamos siete veces por el umbral de la misma. Tres días después, utilizaremos la piedra, la que colocaremos en nuestro pecho luego de acostarnos boca arriba y la haremos girar en sentido contrario a las agujas del reloj. Este procedimiento lo podremos realizar cada 28 días.