Siempre tenemos personas de confianza a nuestro alrededor a las que confiamos nuestros secretos.
Si queremos que nuestros secretos queden bien salvaguardados, este ritual puede ayudar a ello.
Como realizar este ritual:
Cogeremos un trozo de bizcocho y lo empaparemos de vino tinto.
Tras sacarlo todo empapado, le añadiremos canela en polvo.
A continuación visualizaremos mentalmente a la persona la cual queremos que nos guarde el secreto, desharemos el bizcocho en nuestra boca, pidiendo a San Senén, que de la misma manera que nosotros nos comemos el bizcocho, quede guardado y encerrado nuestro secreto.