Hablemos ligeramente sobre el gran mito o incógnita del secreto masónico. En contra a lo que muchos creen, la francmasonería no es una sociedad secreta, aunque así se le ha calificado, pero si resulta ser discreta en sus búsquedas. No esconde su existencia ni su membresía, así como tampoco ha intentado esconder el propósito, metas, y principios. Es una organización formada en la base muy amplia de amor al prójimo, de ayuda y sobre todo buscadores de la verdad.
Sus estatutos son publicados para que el mundo los conozca, sus leyes y regulaciones están abiertas para cualquier inspección legal del ente contralor de asociaciones.
Es cierto que tenemos modos y formas de reconocimientos, ritos y ceremonias a los cuales el mundo no está acostumbrado. A este respecto, todos los grupos humanos e instituciones tienen sus propios asuntos que les son muy de ellos, por ejemplo hasta en las familias tienen sus propias discusiones sobre asuntos que no deben ni deberán interesar a sus vecinos. Esto es parte del carácter indeleble que caracteriza a las instituciones. Así lo vemos en diferentes agrupaciones, aun en instituciones de educación, tienen sus propios ritos de iniciación o de recibir a un nuevo miembro a dicha comunidad, tales como universidades, clubes y hasta en el ordenamiento sacerdotal, también conlleva sus misterios y secretos los cuales no significa de que sean de principios malignos ni contrarios a la Moral. Podríamos decir que la masonería, es una asociación universal, que a nadie quiere gobernar y que en lugar de vínculos materiales solo establece entre los hombres y los pueblos, lazos de orden ético. Es así como una escuela filosófica, a la manera de las que tanta gloria dieron a Grecia, en la que los alumnos y maestros colaboraron en el Gran arte de desarrollar en el hombre, todas las cualidades espirituales y morales. Es una institución que proclama la Paz entre los hombres, como el más alto y permanente de los fines. Defiende el orden y respeta las leyes del país en que vive, combate todo tipo de violencia porque aspira a que el mundo sea regido y gobernado por LA RAZÓN. Fomenta y cultiva el amor a la naturaleza, decora por ello, con las maravillas arquitectónicas sus templos o talleres.
Somos en fin, una asociación privada y discreta para el mutuo trato del perfeccionamiento espiritual, la educación científica, artística y la investigación de la verdad. La tolerancia es una virtud de ella que la distingue especialmente de todas las agrupaciones políticas y religiosas. Tiene carácter universal, puesto que estimula la fraternidad y la fomenta entre el hombre y los pueblos. Para finalizar podemos decir que la masonería es una fuente inagotable de moral y sabiduría que continuará atrayendo a las almas buenas y generosas. En fin, no negamos el respeto al César y a cambio solo pedimos el derecho de adorar a un Dios que nos creo a todos iguales.