El Mago o la Maga, debe permanecer acostado o acostada tres días en su cama, sin comer nada, alimentándose solo con agua en la que se vertirán algunas gotas de limón y miel de abejas bien pura.

La cabecera deberá estar orientada hacia el norte. Durante estos tres días, el mago meditará en Felipe, el gran Apóstol de Jesús el Cristo.

Orará también el Padre Nuestro, la oración del Señor meditando profundamente en el sentido de cada palabra de esta Santísima Oración enseñada por el Adorable.

Pedirá al Padre el permiso para viajar con el cuerpo físico en estado de “Jinas”, por el espacio astral del universo. Suplicará a “Felipe” su auxilio y asistencia. Pasados los tres días podrá el mago o la maga levantarse de la cama. Entonces la cama deberá asearse y vestirse con sábanas, almohadas, cobijas y sobrecamas limpias.

El cuarto o alcoba dormitorio o recámara de dormir, deberá perfumarse, barrerse, lavarse muy bien.

Ninguna ropa deberá colgarse en el techo o en las paredes porque eso perjudica el experimento.

El día que el mago o la maga se levantare, deberá continuar alimentándose con el agua en la que hubiere mezclado miel de abejas y algunas gotas de limón.

En la noche después de una cena a base de frutas y agua preparada en la forma indicada, el mago o la maga se dirigirá muy secretamente a la recámara. Entonces hay que encender siete velas que se colocarán en un candelero de siete brazos, o en siete candeleros, o en dos candeleros de tres brazos cada uno, más uno para una sola vela o veladora.

Posteriormente habrá que colocar un mantel bien limpio sobre una mesa dentro de la recámara. La mesa debe ser redonda y de tres patas.

Sobre la mesa hay que colocar tres panes amasados con harina de cebada y tres vasos llenos de agua fresca y cristalina. Luego, muy despacio y meditando, recitará con la mente y con el corazón llenode fe, la siguiente oración mágica:

ORACION:

“Besticirum consolatio, veni, ad me, vertu, creon, creon, o, creon, cartor, laudem, omnipotentis et, nom, commentor, star, superiur, carta, bient, laudem, om, viestra, principien, da, montem, et, inimicos, meos, o, prostantis, vobis, et, mihi, dantes, quo, passium, fieri, sui, cisibilis. AMEN, AMEN, AMEN”.

El mago o la maga deberá recitar esta oración miles de veces adormeciéndose muy ligeramente.

Al fin llegarán tres damas misteriosas o tres caballeros mágicos. Se trata de tres personas “Jinas”, gentes de la cuarta o de la quinta dimensión.

Es claro que si el invocador es varón vendrán tres damas, mas si es una maga, una mujer quien llama y ora, entonces llegarán del mundo del misterio, tres elegantes caballeros “Jinas”.

Incuestionablemente estas tres personas, usarán el Tarot y echarán suertes para definir posiciones y saber a quien le corresponde asistirnos y llevarnos a donde nos plazca.

Estas personas beberán y comerán platicarán entre sí y luego vendrá lo mejor. Después de todo, aquella mágica persona que ha de auxiliarnos, se acercará a nosotros, le rogaremos llevarnos con el cuerpo físico a otro lugar de la tierra.

Si nos dicen u ordenan levantarnos, es necesario obedecer. Cuando el cuerpo se sienta en estado de laxitud, es entonces cuando vamos a dormir, en tal estado se siente a los Genios invocados.

Hay que levantarse de la cama en ese estado. Los Genios nos auxilian.

Aquella persona “Jinas” que se haga cargo de nosotros, nos llevará a donde le indiquemos. El cuerpo físico metido dentro de las regiones mágicas de la tierra, flota deliciosamente, así podremos transportarnos a cualquier lugar de la tierra.

INDICACIONES:

La oración en latín debe aprenderse de memoria a fin de poder trabajar correctamente con este secreto que sirve para viajar por entre las dimensiones superiores de la naturaleza.

La fe es el fundamento de este trabajo mágico. Sin fe se fracasa con este experimento. Si el invocador teme, no debe hacer este trabajo.

Los médicos Gnósticos pueden así, viajar con su cuerpo dentro de la cuarta vertical, para asistir a sus enfermos.

Cada vez que se recite la oración en latín se suplicará diciendo: “Asistidme Genios, Asistidme, llevadme con mi cuerpo”.

Entre oración y oración se repite esa frase lleno de fe.

Así se triunfa. Esta ciencia es para la gente de fe. Hay que saber ser serenos, hay que saber ser pacientes.

Si alguien no triunfa con el primer experimento, es porque su mente está degenerada.

Entonces debe repetir miles y millones de veces el experimento hasta triunfar.