Por Ivette Leyva Martínez
La profanación de tumbas y el robo de objetos funerarios y osamentas es un fenómeno cotidiano en los cementerios de la provincia de Holguín, en el este de Cuba, reveló una investigación del diario local.
"Profanadores de tumbas", un extenso reportaje publicado por el diario oficial ¡Ahora! este domingo, revela que los camposantos holguineros se encuentran en estado deplorable debido al sistemático saqueo de que son víctimas, tanto de objetos funerarios como de osamentas.
El artículo, en respuesta a numerosas cartas de queja de los lectores, sólo fue publicado en la edición impresa, pero llegó a manos de CaféFuerte a través de un viajero. Está firmado por una periodista, Ana Fernández, y dos estudiantes, Ana Bárbara Moragas y Arlene Gómez.
"Muchas familias son víctimas del robo de jardineras, ramos, argollas de bronce, crucifijos u otros adornos sepulcrales y hasta la venta de panteones. De igual manera se trasiega con osamentas 'para trabajos de brujería', pero, desafortunadamente, cuando se reclama sobre estos y otros problemas, aun cuatro años después, se sigue culpando a Ike, quizás porque ni el huracán ni los muertos pueden defenderse", señala el reportaje.
Todo para vender
Para comprobar reportes de robo de osamentas, dos de las autoras se hicieron pasar por practicantes de santería en busca de huesos para rituales.
"En nuestra indagación siempre apareció alguien dispuesto a 'colaborar' por dinero y tener así la prueba fehaciente de lo que queríamos", indica el diario, que no reveló las identidades de los involucrados, alegando "obvios motivos de seguridad".
Cuando una de las reporteras ofreció 150 pesos por la falange de un dedo (unos $6 dólares), una la persona no identificada -aparentemente un custodio del cementerio- les dijo que esperaran afuera para llevarles el hueso.
En otra ocasión uno de los sepultureros les dijo a las reporteras: "Yo no me meto en eso. Si ustedes quieren, entren por la tapia de atrás, que está rota, y cerca de los osarios se llevan lo que quieran. Para allá atrás nunca cogen los custodios, los nichos están rotos casi todos, así que son fáciles de abrir. Aquí eso pasa a cada rato".
En e lucrativo negocio de la venta de osarios las calaveras se venden en hasta 2,000 pesos cubanos ($80 dólares), pero otras parte se cotizan también a precios exorbitantes "sobre todo si pertenecieron a personas muy inteligentes o grandes personalidades", señala el reportaje.
Los elevados precios de los restos humanos podrían tener su explicación en que algunos son exportados ilegalmente para ceremonias de santería en el extranjero. A finales de enero, las autoridades del aeropuerto de Miami detectaron dos fetos de 20 semanas en el equipaje de dos mujeres que arribaron en un vuelo de Cuba. La oficina del médico forense detectó que no hubo delito en las muertes.
Problemas de seguridad
Entre los problemas para preservar los camposantos las autoridades entrevistadas indican que hay poco personal de seguridad. El cementerio de Holguín cuenta con sólo dos custodios, mientras que el de Mayabe -en los suburbios de la ciudad- tiene 13.
"Hay una zona con mala construcción y los huesos están casi a flor de tierra", señaló Manuel Mora, administrador del cementerio de Mayabe. Añadió que no tiene condiciones para preservar más de 40 mil libros.
Un funcionario de Servicios Comunales de la provincia informó que próximamente se realizará un "censo" para conocer la situación de los camposantos, pero afirmó que "actualmente resulta muy difícil controlar lo que sucede".
Este año también debe concluirse la construcción de un crematorio en Mayabe, con capacidad para ocho cadáveres diarios, lo cual aliviaría la situación del cementerio. El servicio costará 340 pesos cubanos.
La deplorable situación de los cementerios cubanos ha sido documentada en los últimos años. Dos documentales, Patria o muerte de Vasily Mansky, y Acerca de la vida, de Ignacio Ceruti, muestran cómo se realizan exhumaciones colectivas en el Cementerio de Colón de La Habana sin las menores normas de higiene para manipular los restos humanos.
Para muchos es también la señal de que el cementerio está muriendo como institución en Cuba mientras comienza a aceptarse la cremación de cadáveres a lo largo del país.
Bueno, ¿qué habrá de cierto en ese reportaje?, pues se acusa a un culto de dicha práctica; es que de verdad dicho culto realiza tales prácticas; de ser así, ¿cuál es la razón para ello?.
La profanación de tumbas y el robo de objetos funerarios y osamentas es un fenómeno cotidiano en los cementerios de la provincia de Holguín, en el este de Cuba, reveló una investigación del diario local.
"Profanadores de tumbas", un extenso reportaje publicado por el diario oficial ¡Ahora! este domingo, revela que los camposantos holguineros se encuentran en estado deplorable debido al sistemático saqueo de que son víctimas, tanto de objetos funerarios como de osamentas.
El artículo, en respuesta a numerosas cartas de queja de los lectores, sólo fue publicado en la edición impresa, pero llegó a manos de CaféFuerte a través de un viajero. Está firmado por una periodista, Ana Fernández, y dos estudiantes, Ana Bárbara Moragas y Arlene Gómez.
"Muchas familias son víctimas del robo de jardineras, ramos, argollas de bronce, crucifijos u otros adornos sepulcrales y hasta la venta de panteones. De igual manera se trasiega con osamentas 'para trabajos de brujería', pero, desafortunadamente, cuando se reclama sobre estos y otros problemas, aun cuatro años después, se sigue culpando a Ike, quizás porque ni el huracán ni los muertos pueden defenderse", señala el reportaje.
Todo para vender
Para comprobar reportes de robo de osamentas, dos de las autoras se hicieron pasar por practicantes de santería en busca de huesos para rituales.
"En nuestra indagación siempre apareció alguien dispuesto a 'colaborar' por dinero y tener así la prueba fehaciente de lo que queríamos", indica el diario, que no reveló las identidades de los involucrados, alegando "obvios motivos de seguridad".
Cuando una de las reporteras ofreció 150 pesos por la falange de un dedo (unos $6 dólares), una la persona no identificada -aparentemente un custodio del cementerio- les dijo que esperaran afuera para llevarles el hueso.
En otra ocasión uno de los sepultureros les dijo a las reporteras: "Yo no me meto en eso. Si ustedes quieren, entren por la tapia de atrás, que está rota, y cerca de los osarios se llevan lo que quieran. Para allá atrás nunca cogen los custodios, los nichos están rotos casi todos, así que son fáciles de abrir. Aquí eso pasa a cada rato".
En e lucrativo negocio de la venta de osarios las calaveras se venden en hasta 2,000 pesos cubanos ($80 dólares), pero otras parte se cotizan también a precios exorbitantes "sobre todo si pertenecieron a personas muy inteligentes o grandes personalidades", señala el reportaje.
Los elevados precios de los restos humanos podrían tener su explicación en que algunos son exportados ilegalmente para ceremonias de santería en el extranjero. A finales de enero, las autoridades del aeropuerto de Miami detectaron dos fetos de 20 semanas en el equipaje de dos mujeres que arribaron en un vuelo de Cuba. La oficina del médico forense detectó que no hubo delito en las muertes.
Problemas de seguridad
Entre los problemas para preservar los camposantos las autoridades entrevistadas indican que hay poco personal de seguridad. El cementerio de Holguín cuenta con sólo dos custodios, mientras que el de Mayabe -en los suburbios de la ciudad- tiene 13.
"Hay una zona con mala construcción y los huesos están casi a flor de tierra", señaló Manuel Mora, administrador del cementerio de Mayabe. Añadió que no tiene condiciones para preservar más de 40 mil libros.
Un funcionario de Servicios Comunales de la provincia informó que próximamente se realizará un "censo" para conocer la situación de los camposantos, pero afirmó que "actualmente resulta muy difícil controlar lo que sucede".
Este año también debe concluirse la construcción de un crematorio en Mayabe, con capacidad para ocho cadáveres diarios, lo cual aliviaría la situación del cementerio. El servicio costará 340 pesos cubanos.
La deplorable situación de los cementerios cubanos ha sido documentada en los últimos años. Dos documentales, Patria o muerte de Vasily Mansky, y Acerca de la vida, de Ignacio Ceruti, muestran cómo se realizan exhumaciones colectivas en el Cementerio de Colón de La Habana sin las menores normas de higiene para manipular los restos humanos.
Para muchos es también la señal de que el cementerio está muriendo como institución en Cuba mientras comienza a aceptarse la cremación de cadáveres a lo largo del país.
Bueno, ¿qué habrá de cierto en ese reportaje?, pues se acusa a un culto de dicha práctica; es que de verdad dicho culto realiza tales prácticas; de ser así, ¿cuál es la razón para ello?.