Me viene a la memoria en estos momentos, un encuentro en los Mundos Sumergidos con Carlos Marx...
Lo encontré en esas Regiones Tenebrosas. Aquel sujeto había despertado en el mal y para el mal; sin embargo, era un Bodhisattva caído.
Le seguía Lenin como una sombra nefasta, inconsciente, profundamente dormido...
Interrogué a Marx con las siguientes palabras:
-"Hace ya muchos años usted desencarnó; su cuerpo se volvió polvo entre la sepultura y sin embargo, lo encuentro vivo en estas Regiones. Entonces, ¿en qué quedó su Dialéctica Materialista?"
Aquel sujeto, mirando el reloj de pulso que llevaba en la muñeca, no se atrevió a darme respuesta alguna, dio la espalda y se retiró; pero a los pocos metros de distancia, lanzó una carcajada sarcástica, horripilante...
Mediante la intuición logré capturar la esencia viva de tal carcajada; en ella estaba la respuesta que podríamos resumir con la siguiente frase: "Esa dialéctica no fue más que una farsa, un platillo para engañar incautos"...
Es curioso saber que cuando Carlos Marx desencarnó, recibió honras fúnebres religiosas de Gran Rabino.
En la "Primera Internacional Comunista", Carlos Marx se puso de pie diciendo: "Señores, yo no soy Marxista". Hubo entonces asombro entre los asistentes, gritos, alaridos y de ello nacieron muchas sectas políticas: Bolcheviques, Mencheviques, Anarquistas, Anarco-Sindicalistas, etc., etc. Así pues, resulta interesantísimo saber que el primer enemigo del Marxismo fue Carlos Marx.
En una revista de París podemos leer lo siguiente: "Mediante el triunfo del proletariado mundial crearemos la República Socialista Soviética Universal, con capital en Jerusalén, y nos adueñaremos de todas las riquezas de las naciones para que se cumplan las profecías de nuestros Santos Profetas del Talmud".
Ciertamente, éstas no pueden ser frases de un materialista, ni de ningún ateo; Marx era un fanático religioso judío.
No quiero ahora en esta plática criticar asuntos políticos; me estoy refiriendo en forma enfática a cuestiones esencialmente Ocultistas.
Carlos Marx, movido ciertamente por el fanatismo religioso, inventó un arma destructiva para reducir a polvareda cósmica a todas las religiones del mundo. Tal arma es, fuera de toda duda, una "jerga" que jamás resistiría un análisis de fondo. Me refiero a la Dialéctica Materialista.
Los "bribones del intelecto" saben muy bien que para la elaboración de tal platillo mentiroso, de tal farsa, se valió Marx de la Dialéctica Metafísica de Hegel.
Evidentemente, despojó a esta obra de todos los Principios Metafísicos que le dio su autor, y con ella elaboró su platillo. No está de más repetir en esta plática, que Marx, como autor de tal mentira, de tal farsa, de tal dialéctica comunistoide, no creyó jamás en ella, y por eso no tuvo ningún inconveniente en confesar su sentir en plena asamblea exclamando: "Señores, yo no soy Marxista".
Indubitablemente este señor, sólo cumplió con uno de "Los Protocolos de los Sabios de Sión" que dice: "No importa que nosotros tengamos que llenar el mundo de materialismo y de repugnante ateísmo; el día que nosotros triunfemos, enseñaremos la Religión de Moisés universalmente, codificadamente y en forma dialéctica, y no permitiremos en el mundo ninguna otra religión"...
No quiero con esto condenar a ninguna raza en particular; estoy aludiendo, francamente, a algunos personajes semitas con planes maquiavélicos. Esos son los Marx, los Lenin, los Stalin, etc., etc., etc.
Desde un punto de vista rigurosamente Ocultista, pude evidenciar que el citado Bodhisattva caído, luchó por la Divinidad a su modo, usando un arma astuta para destruir a las demás religiones.
Marx fue un Sacerdote, un Rabino de la Religión Judía, fiel devoto de la doctrina de sus antepasados.
Lo que sí asombra, es la credulidad de los necios, que creyéndose eruditos, caen en la trampa escéptica puesta por Carlos Marx.
Estos ingenuos de la Dialéctica Materialista Marxista-Leninista, obviamente se tornan en Violentos contra la Divinidad, y por tal motivo ingresan al Séptimo Círculo Dantesco.
Tomado del libro "Si hay Infierno,Diablo y Kama" de SAMAEL AUN WEOR
Lo encontré en esas Regiones Tenebrosas. Aquel sujeto había despertado en el mal y para el mal; sin embargo, era un Bodhisattva caído.
Le seguía Lenin como una sombra nefasta, inconsciente, profundamente dormido...
Interrogué a Marx con las siguientes palabras:
-"Hace ya muchos años usted desencarnó; su cuerpo se volvió polvo entre la sepultura y sin embargo, lo encuentro vivo en estas Regiones. Entonces, ¿en qué quedó su Dialéctica Materialista?"
Aquel sujeto, mirando el reloj de pulso que llevaba en la muñeca, no se atrevió a darme respuesta alguna, dio la espalda y se retiró; pero a los pocos metros de distancia, lanzó una carcajada sarcástica, horripilante...
Mediante la intuición logré capturar la esencia viva de tal carcajada; en ella estaba la respuesta que podríamos resumir con la siguiente frase: "Esa dialéctica no fue más que una farsa, un platillo para engañar incautos"...
Es curioso saber que cuando Carlos Marx desencarnó, recibió honras fúnebres religiosas de Gran Rabino.
En la "Primera Internacional Comunista", Carlos Marx se puso de pie diciendo: "Señores, yo no soy Marxista". Hubo entonces asombro entre los asistentes, gritos, alaridos y de ello nacieron muchas sectas políticas: Bolcheviques, Mencheviques, Anarquistas, Anarco-Sindicalistas, etc., etc. Así pues, resulta interesantísimo saber que el primer enemigo del Marxismo fue Carlos Marx.
En una revista de París podemos leer lo siguiente: "Mediante el triunfo del proletariado mundial crearemos la República Socialista Soviética Universal, con capital en Jerusalén, y nos adueñaremos de todas las riquezas de las naciones para que se cumplan las profecías de nuestros Santos Profetas del Talmud".
Ciertamente, éstas no pueden ser frases de un materialista, ni de ningún ateo; Marx era un fanático religioso judío.
No quiero ahora en esta plática criticar asuntos políticos; me estoy refiriendo en forma enfática a cuestiones esencialmente Ocultistas.
Carlos Marx, movido ciertamente por el fanatismo religioso, inventó un arma destructiva para reducir a polvareda cósmica a todas las religiones del mundo. Tal arma es, fuera de toda duda, una "jerga" que jamás resistiría un análisis de fondo. Me refiero a la Dialéctica Materialista.
Los "bribones del intelecto" saben muy bien que para la elaboración de tal platillo mentiroso, de tal farsa, se valió Marx de la Dialéctica Metafísica de Hegel.
Evidentemente, despojó a esta obra de todos los Principios Metafísicos que le dio su autor, y con ella elaboró su platillo. No está de más repetir en esta plática, que Marx, como autor de tal mentira, de tal farsa, de tal dialéctica comunistoide, no creyó jamás en ella, y por eso no tuvo ningún inconveniente en confesar su sentir en plena asamblea exclamando: "Señores, yo no soy Marxista".
Indubitablemente este señor, sólo cumplió con uno de "Los Protocolos de los Sabios de Sión" que dice: "No importa que nosotros tengamos que llenar el mundo de materialismo y de repugnante ateísmo; el día que nosotros triunfemos, enseñaremos la Religión de Moisés universalmente, codificadamente y en forma dialéctica, y no permitiremos en el mundo ninguna otra religión"...
No quiero con esto condenar a ninguna raza en particular; estoy aludiendo, francamente, a algunos personajes semitas con planes maquiavélicos. Esos son los Marx, los Lenin, los Stalin, etc., etc., etc.
Desde un punto de vista rigurosamente Ocultista, pude evidenciar que el citado Bodhisattva caído, luchó por la Divinidad a su modo, usando un arma astuta para destruir a las demás religiones.
Marx fue un Sacerdote, un Rabino de la Religión Judía, fiel devoto de la doctrina de sus antepasados.
Lo que sí asombra, es la credulidad de los necios, que creyéndose eruditos, caen en la trampa escéptica puesta por Carlos Marx.
Estos ingenuos de la Dialéctica Materialista Marxista-Leninista, obviamente se tornan en Violentos contra la Divinidad, y por tal motivo ingresan al Séptimo Círculo Dantesco.
Tomado del libro "Si hay Infierno,Diablo y Kama" de SAMAEL AUN WEOR