Mi posición es que la orientación sexual es una actitud innata de la psicología humana y lo es más tomando en cuenta que el Alma desprendida del cuerpo es agénero, es decir, no es hombre ni mujer e incluso se describe que es amorfo pudiendo adquirir todas las apariencias concebidas por la imaginación. Siendo así ¿de dónde derivan las actitudes psicológicas y emocionales del ser humano en referencia a las relaciones interpersonales? Pues la totalidad que conforma la vida psicológica y emocional de un individuo es el producto de las experiencias acumuladas, repetidas y aprendidas a través de la perpetuidad del tiempo en la que en un contexto espiritualista, esa naturaleza particular que hace que la criatura desde la infancia ya tenga una particular atracción y carácter nos habla de la inmortalidad del Alma y la pre-existencia del Alma antes del nacimiento que se fundamenta mejor en las cosmovisiones que acogen la reencarnación como parte de la dinámica que explica y responde a la perpetuidad de este ciclo de nacimiento y muerte. Entonces la orientación sexual de un individuo es una actitud innata de su psicología y la psicología del hombre es inherente de su principio inteligente que es su Alma o Espíritu, por lo que no creo que baste la coacción para cambiar la inclinación sexual de nadie en lo objetivo del caso, sólo en lo aparente mediante el sometimiento de la voluntad que como indica en el escrito clave que está en mi firma, los malos Espíritus se adhieren a una persona con la pretensión de que hagas lo que ellos quieren y detrás de eso está el porqué como razón primordial que es la intención de arrastrar al sujeto a experiencias perniciosas que le avergüencen, le presenten trabas para un mejor futuro y en el mejor de los casos para sus propósitos le hagan sucumbir quedándose en total sumisión a los disparates que ellos le obligan mediante una convincente sugestión.
Sé que visualmente es fácil atribuir esos cambios súbitos a la naturaleza -quizá oculta- del individuo, no obstante, eso no es coherente cuando estudiando al individuo hallamos signos de ansiedad y sufrimiento relacionados a la discordia con esos impulsos que los aqueja de tal manera que ellos mismos desean salir de ese mundo y su voluntad la sienten neutraliza. Yo no digo acá que la bisexualidad, homosexualidad sean parte de un problema de cualquier índole, lo que digo es que hay una situación descuadrada cuando el bisexual u homosexual sufre y padece por el puro hecho de ser lo que es, no por causa de la discriminación sino cuando está en conflicto con sí mismo deseoso de abandonar esa atracción que percibe impuesta de cierto modo, ahí y sólo ahí considero que sería indicado escudriñar y diferenciar, pues la subyugación de malos Espíritus que inducen a hombres y mujeres a incursionar en una sexualidad desviada de su centro para hacerlos sufrir, destruir su moral y de ser posible destruir por los errores sugeridos su posibilidad de vencer en su propia prueba es bastante común, tanto que hasta los hermanos cristianos protestantes les designan como "Espíritu de homosexualidad, lesbianismo, bisexualidad..." que a simple vista alguien poco entendido e igual de preconceptuoso diría que se inventan un Espíritu inmundo para todo, pero bien sabemos que detrás de todo mito hay un porcentaje de verdad y este es un caso al que poco se le da importancia, incluso cuando esto induce a una mujer débil a la prostitución y promiscuidad se juzga a la mujer antes que intentar dar con la raíz. El estado de perturbación con la propia orientación sexual ya es una contradicción a la propia definición de lo que significa orientación, porque el que tiene ordenada su psicología y su posición es que le gusta su propio sexo o ambos no tiene ninguna razón de sentir ninguno de los males que aquejan a personas que a veces se logra discernir que tenían un mal espiritual perpetuado incluso por una vida.
Por eso no creo que en lo objetivo tu orientación sexual va a cambiar por el influjo negativo de un mal Espíritu, porque tú no cambias tu psicología por estar sometido. Si eres bueno y te adhieres a malos Espíritus se suscita una lucha mental en donde tu benevolencia se opone a todas esas sugestiones malévolas, se sufre mucho pero jamás se deja de ser alguien bueno incluso si la subyugación cede el control absoluto a ese mal Espíritu. Tú no cambias tu esencia, tu preferencia, tus anhelos y mucho más, sólo son tretas comunes a los malos Espíritus que siempre han confabulado contra el destino ascendido del hombre para que fracase y sea arrastrado al mismo infierno en el que ellos se hallan. En esto tengo experiencia en mil posiciones porque es el área donde más "músculos" he desarrollado, debido a que como un puritano y moralista desde los principios de mi vida, reconozco que incluso antes de saber ya estaba luchando contra criaturas que me empujaban hacia los errores y la práctica del mal y que sufrí mucho mientras gracias a Dios mi buena voluntad hacia el bien me paralizaba, experimentando cuadros que muchas veces me hacían querer que me diagnosticasen como esquizofrénico o algo similar con tal de tener alguna manera de controlarlo, hecho que no sucedió hasta que me acompañé de buenos Espíritus, tras lo cual pude confirmar todas mis sospechas.
Yo tengo una anécdota con respecto a la intención de "cambiar mi orientación sexual" que tuvo lugar años atrás. El origen de ello fue la fijación de un homosexual en mí que pidió a una entidad, en una fiesta en la que yo incluso estaba físicamente, que le diera como obsequio y empecé a percibir ideas sugestivas que me hacen recordar al lobo disfrazado de oveja debido a que llegaban con una mansedumbre y habla mansa, como un buen amigo, un terapeuta que intentaba convencerte de buena manera que cambies tu actitud, era una treta para inicialmente abrirme y yo me extrañaba ya que esas ideas eran atípicas, el suceso duró unos 3 días y se suspendió por sí solo debido a que no hubo ninguna debilidad de mi parte. No hubo dudas, incluso ni le presté atención. Pero el homosexual no sólo me pidió a mí, también pidió a otro, y casualmente en otra fiesta que siguió a esa se le vio a ese otro bailando con ese homosexual, mientras las entidades le decían a la mamá del muchacho que a él le gustaban los hombres (a nadie le constaba eso, ni al muchacho que lo negaba) pero eso fue una imposición, querían hacerlo incursionar en esos experimentos sexuales trayendo problemas a su familia. Yo perdí contacto pero un par de años después supe que la mamá, el muchacho y mucha gente más se había ido de ese lugar. Yo entré en relación con Kardec y su doctrina luego, fui llamado a asistir a un centro espirita y ahí fue que comprendí los fenómenos que estaban teniendo lugar de manera que fue por voluntad de un buen genio que por ocasión fui bien resguardado, de hecho, en mala relación con el culto a mamaíta y habiéndome olvidado de mi protector, él mismo se colocó sobre mí en ocasión que sufrimos ataques de parte de esos malos Espíritus dominadores que pretendían por esa vía destruir muchas cosas de nuestras vidas.
Respecto al otro asunto... Le trato como "interferencia" a ese saboteo que impide que un individuo establezca contacto con seres espirituales vía oracular u otra. No lo considero un robo siendo una facultad espiritual tan inherente a ti como tu propio ADN.
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.