GUIAS:
En el lenguaje de la Enseñanza Saint Germain (Ray Sol), guía es un instructor que imparte conocimientos espirituales en las charlas, las cuales son siempre de libre asistencia. Los guías han de estar bien preparados y entrenados internamente a nivel de la instrucción que imparten, porque deben conocerla bien. Una realización importante para poder ser guía de la instrucción correcta es la práctica de la impersonalidad, la serenidad, el autocontrol de los vehículos y de la parte humana, con objeto de que no se entrometa ni se apodere del fruto que no le corresponde, porque es cosecha ajena.
Los guías no se eligen a sí mismos cuando les place ni realizan su actividad en forma externa a la manera de profesores, pues han de tener ciertas condiciones internas indispensables sin las cuales resultarían desastrosos. Dejarse conducir por lo interno, carecer de orgullo y vanagloria que los lleve a querer sobresalir. Un guía prepotente, de subida personalidad destruye al grupo y desvía la enseñanza. Han de tener mente clara, haber purificado bastante su cuerpo mental para no transmitir confusión.
Los guías no son remunerados con dinero y sueldos, pues realizan su trabajo impersonalmente, por amor y no piensan en fines de lucro ni esperan recompensa material, ya que les basta con el honor de servir a la Luz. Son simples instrumentos de las Maestros en el plano físico. Su servicio no ha de ser por toda la vida, pues libremente lo ofrecen e igualmente lo pueden dejar. No se atan ni encadenan a dogmas, reglamentos y limitaciones, a ceremonias de tiempos viejos que quedaron atrás. La libertad interna se refleja en un proceder sencillo, con lenguaje fácil, sin ninguna rebuscada filosofía, ya que las cosas simples son las más verdaderas.
Maestro Lanto/AE/pch
En el lenguaje de la Enseñanza Saint Germain (Ray Sol), guía es un instructor que imparte conocimientos espirituales en las charlas, las cuales son siempre de libre asistencia. Los guías han de estar bien preparados y entrenados internamente a nivel de la instrucción que imparten, porque deben conocerla bien. Una realización importante para poder ser guía de la instrucción correcta es la práctica de la impersonalidad, la serenidad, el autocontrol de los vehículos y de la parte humana, con objeto de que no se entrometa ni se apodere del fruto que no le corresponde, porque es cosecha ajena.
Los guías no se eligen a sí mismos cuando les place ni realizan su actividad en forma externa a la manera de profesores, pues han de tener ciertas condiciones internas indispensables sin las cuales resultarían desastrosos. Dejarse conducir por lo interno, carecer de orgullo y vanagloria que los lleve a querer sobresalir. Un guía prepotente, de subida personalidad destruye al grupo y desvía la enseñanza. Han de tener mente clara, haber purificado bastante su cuerpo mental para no transmitir confusión.
Los guías no son remunerados con dinero y sueldos, pues realizan su trabajo impersonalmente, por amor y no piensan en fines de lucro ni esperan recompensa material, ya que les basta con el honor de servir a la Luz. Son simples instrumentos de las Maestros en el plano físico. Su servicio no ha de ser por toda la vida, pues libremente lo ofrecen e igualmente lo pueden dejar. No se atan ni encadenan a dogmas, reglamentos y limitaciones, a ceremonias de tiempos viejos que quedaron atrás. La libertad interna se refleja en un proceder sencillo, con lenguaje fácil, sin ninguna rebuscada filosofía, ya que las cosas simples son las más verdaderas.
Maestro Lanto/AE/pch