Misión de la Umbanda 1zw0v2s

MISIÓN DE LA UMBANDA

Pregunta: ¿Los Mentores Espirituales cómo encaran el mo­vimiento de la Umbanda observado desde el Espacio?
Ramatís: Vosotros sabéis que no existe separatividad ni com­petición entre los espíritus del Bien, responsables por la espi­ritualización de la humanidad. Las disensiones sectaristas, crí­ticas comunes entre los adeptos espiritualistas, discusiones estériles y conflictos religiosos, son frutos de la ignorancia, inquietud e inestabilidad espiritual de los encarnados. Los Mentores Espiri­tuales no se preocupan con la ascendencia del Protestantismo sobre el Catolicismo, del Espiritismo sobre la Umbanda, de los teósofos sobre los espiritas, sólo les interesa desenvolver en los hombres el Amor que salva y el Bien que construye.
 
La luz de la conciencia espiritual que poseemos, no nos permite conjeturar críticas tontas contra nuestros hermanos de otras sectas. En primer lugar, verificamos que no existe equívoco alguno en la creación de Dios y segundo, que todavía no tenemos la seguridad de que cultivamos la mejor Verdad. Además, todas las cosas son ejercidas y conocidas en el tiempo apropiado al grado de madurez que presenta la humanidad y cada ser en particular, porque el Espíritu de Dios permanece inalterable en el seno de las criaturas y las orienta hacia objetivos supe­riores. Las continuas lecciones que los hombres reciben por encima de su grado espiritual, significa la "nueva posición evo­lutiva", que él deberá asumir, cuando termine su experiencia religiosa en curso.
 
Obviamente los Mentores Espirituales consideran el movi­miento de la Umbanda como una secuencia o aspiración reli­giosa muy natural y destinada a atender una fase de la gradua­ción espiritual del hombre. La Administración Sideral no pretende imponer al Universo una religión o doctrina exclusi­vista, pero en el esquema divino de la vida del espíritu eterno, sólo existe un objetivo irreductible y definitivo: el Amor.
 
En consecuencia, ser católico, espirita, protestante, umbandista, teósofo, musulmán, budista, israelita, hinduista, yoga, rosacruciano, krishnamurtiano, esoterista o ateo, no deja de ser una experiencia transitoria en determinada época del curso as­cendente del espíritu eterno. Las polémicas, los conflictos reli­giosos y doctrinarios del mundo, no es más que una estulticia e ilusión, pues sólo la ignorancia del hombre puede llevarlo a combatir aquello que "ya fue" o que aun "ha de ser". Es tan desairoso para el católico combatir al protestante, o el espirita al umbandista, como en sentido inverso, pues los hombres deben ayudarse mutuamente en el culto religioso, respetándose en la preferencia ajena, según sea su grado de entendimiento espi­ritual.
 
Es muy deshonesto condenar la preferencia ajena, ante cualquier forma espiritual que se desee argumentar. Por el sim­ple hecho de que una persona rechace los limones, no le da derecho alguno para solicitar la destrucción de las plantaciones de los mismos, ni menos que se haga un injerto a su gusto per­sonal.
 
Pregunta: Maestro Ramatís, ¿qué concepto tenéis de la Um­banda?
Ramatís: Reconocemos que el vocablo trinarlo Umbanda, en su vibración intrínseca y real, significa la "Ley Mayor Divi­na", rigiendo bajo el ritmo septenario, el desenvolvimiento de la Filosofía, Ciencia, Religión y la existencia humana por la actividad de la magia en todas las latitudes del Universo, y en este modesto capítulo nos referimos a la Umbanda, apenas como doctrina de espiritualismo de "Terreiro". Sabemos que la pala­bra Umbanda es síntesis vibratoria y divina, que abarca el con­junto de leyes que disciplinan el intercambio del Espíritu y la Forma, antes de ser una doctrina religiosa o fetichista. Se le conoce desde los Vedas y demás escuelas iniciáticas del pasado, pero fue olvidada en la letárgica de las lenguas muertas y abastardadas en los ritos africanos, pasando a definir prácticas fetichistas y actos de sortilegios. En ciertos casos, llegaron a confundirla con las actividades del sacerdote negro.
 
Sin lugar a dudas que se deterioró en su divina musicalidad y debilitó en su intimidad sonora en el elevado significado de un "mantram" cósmico. Debido a la ancestralidad divina exis­tente en el espíritu humano, la Umbanda será nuevamente ex­presiva y comprendida en su amplitud cósmica, merced al tra­bajo perseverante de los mismos umbandistas, estudiosos y aje­nos al fetichismo esclavizante de las sectas.
 
En este trabajo mediúmnico nosotros seguiremos examinando a la Umbanda, en su actual condición de sistema doctrinario mediúmnico religioso.
 
Pregunta: ¿Qué nos podéis decir de la Umbanda como "espiritualismo de Terreiro"?
Ramatís: En base a nuestro prolongado aprendizaje en el curso redentor de la vida humana, deseamos que la doctrina espiritualista de la Umbanda alcance los objetivos trazados por la Administración Sideral.
 
También es cierto, que la Umbanda como secta, no pasa de ser una aspiración religiosa algo entontecida, pero que busca sin­ceramente una forma de elevada representación en el mundo. No presenta una unidad doctrinaria y realmente convincente, porque todo "Terreiro" adopta un modo particular de trabajar y cada jefe o director se preocupa en monopolizar las enseñanzas por medio de su convicción o preferencia personal. Pero, lo que parece un mal indeseable, es una consecuencia natural de la multiplicidad de formas, trabajos y concepciones que se acumu­lan pródigamente en el basamento fundamental de la Umbanda.
 
Aquellos que censuran esa inestabilidad, muy propia de la riqueza y variedad de los elementos formativos umbandistas, son malos críticos, que debido a la facilidad de cosechar los frutos sazonados de un naranjal crecido, no admiten la dificultad que se presenta en el período y proceso de la siembra.
 
Pregunta: ¿Nos podéis presentar algunas imágenes comparativas que nos pueda sugerir un mayor entendimiento sobre la situación actual de la Umbanda?
Ramatís: La Umbanda es como un edificio grande sin con­trol de condominio, donde cada inquilino vive a su modo y antojo. En consecuencia, el edificio muestra en su fachada la desorganización que tiene por dentro. Los más excéntricos co­lores decoran las ventanas, al gusto personal de cada morador; allí están las ropas colgadas para secar, adornos exóticos, ban­deras, cortinas, flores, vasos, gatos, perros, papagayos y jaulas de pájaros, demostrando ostensivamente un desorden descomu­nal. Se asoman por las ventanas criaturas de todo color, raza, índole, cultura, moral, condición social y situación económica, mientras sigue llegando gente nueva que trae nuevo acervo de costumbres, gustos, temperamentos y preocupaciones, que a breve plazo intentan imponer a los demás.
 
A pesar de la barahúnda existente, no es necesario dinamitar el edificio y dejar desamparada a tanta gente que busca un abri­go y consuelo para vivir su experiencia humana. Evidentemente, es mucho más lógico y sensato afirmar las directrices que puedan organizar la vivencia provechosa de todos los moradores en co­mún, a través de leyes y reglamentos formulados por la dirección central del edificio, destinada a mantener la disciplina, el buen gusto y la armonía deseable.
 
Pregunta: A pesar de la confusión reinante en la Umbanda, ¿ella tiende a ser una unidad doctrinaria?
Ramatís: Aunque se evidencia esa apariencia doctrinaria heterogénea existe una estructura básica y fundamental que sus­tenta la integridad de la Umbanda, así como el edificio, anar­quizado por sus moradores, su estructura se mantiene indestruc­tible gracias a la garantía que le ofrece su armazón de acero.
 
De la misma forma el edificio de la Umbanda, en la tierra, continúa indeformable en sus "lineamientos centrales", bastando que sus líderes y estudiosos se orienten a través de las diversi­dades de formas exteriores, pero que a la brevedad se comprobará la unidad doctrinaria iniciática. Los Terreiros aún luchan entre sí, atacándose mutuamente, en nombre de los principios doctri­narios y de rituales semejantes, aunque sacrifican la autenticidad de la Umbanda, por la obstinación y el capricho de la personalidad humana. Es tiempo ya, de que sus líderes abdiquen de su amor propio, de la egolatría y de los intereses personales, a fin de investigar sinceramente en los "lineamientos" citados de la Umbanda, dejando de lado las tendencias propias y que con­funden como si fueran principios doctrinarios.
 
Pregunta: Considerando que la Umbanda es de orientación espiritual superior, ¿qué es lo que le preocupa a sus actuales dirigentes, en el Espacio, respecto al movimiento que dirigen?
Ramatís: A los Mentores de la Umbanda, lo que más le preocupa en estos momentos, es eliminar las prácticas obsoletas, ridículas, dispersivas y hasta censurables, que todavía ejercen los umbandistas, ajenos a los fundamentos y objetivo espiritual de la doctrina. Sin lugar a dudas, que algunos adoptan formas de expresiones inútiles y abusivas en el rito y características doctri­narias de la Umbanda, ya sea por ignorancia, algunos por in­genuidad y otros por vanidad e interés de impresionar al público. Innumerables prácticas, que al comienzo sirvieron para dar co­lorido y forma a la doctrina, ya pueden abolirse en favor del progreso y la limpieza de los "Terreiros". Además, la Umbanda es un trabajo espiritual digno y provechoso, pero también es necesario proceder a la selección de los adeptos y médiums, apartando a los negociadores con el dolor y dificultades ajenas.
 
Son raros los umbandistas que perciben el sentido específico religioso de la Umbanda, en el sentido de confraternizar con las diversas razas bajo un mismo padrón de contacto espiritual con el mundo oculto. Sin violentar los sentimientos religiosos ajenos, los viejos negros son el "denominador común" capaz de contemporizar con las angustias, súplicas y desventuras de los tipos humanos en general. Son los avanzados trabajadores, una especie de abanderados que aparecieron en medio de la selva virgen, cuya misión es alumbrar el entendimiento lógico de la vida espiritual, preparando a sus hijos y habituándolos a com­portarse humildemente a fin de que a la brevedad entiendan el mensaje iniciático del Espiritismo.
 
La Umbanda tiene fundamento y cuando fuera conocido totalmente su programa esquematizado en el Espacio, sus pro­pios críticos verificarán y comprobarán lo que dice el viejo afo­rismo "Dios escribe derecho por líneas torcidas".

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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal? 
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.