La entrevista es vieja pero cuando la vi años atrás me gustó. No por el lenguaje complicado (no lo tiene) o hechos fantásticos sino por su sencillez. No sé si lo habrán notado pero, los individuos auto-proclamados videntes mucho más que los médiums son individuos poco modestos que andan muy pomposos, parecen decorarse imitando la cultura hindú (mis respetos a una cultura de la cual adoro su belleza y sus mujeres) o se decoran como gitanos, muy alejados de la humildad o la sencillez con la que anda un ser humano común; cuando no se visten de forma llamativa el marketing los coloca como se colocó Simón el mago ante la muchedumbre, como un ser prodigioso y poseedor de grandes poderes lo cual es una excentricidad ya no física sino en un contexto más abstracto. Fausto no es así, aunque no deja de tener sus amuletos, es un mexicano que atendió lo suyo de manera discreta y que tiene una historia de vida humilde; no puedo hablar de su calidad humana, caras vemos pero corazón no sabemos y lo que quiero resaltar es su experiencia para cultura general ya que este señor en el lenguaje popular, es un animero y un médium (lo resalto porque él lo califica como algo diferente, como un oficio o don) ni es un hechicero aunque sí sé que el hombre trabajó como tarotista y superó su carencia financiera mientras estudiaba enfermería.
Dejen sus opiniones al respecto.
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.