Todas las facultades mediumnicas son activas en contacto con un espíritu, sino es por su intercesión no se dice pertenecer a la mediumnidad sino a la propia capacidad del espíritu. En un solo individuo pueden existir varias modalidades de una mediumnidad lo cual no es raro hoy día, pero eso no es motivo para extrañarse, es menester educar para aprender a controlar.
La clarividencia y la telepatía no son parte de la mediumnidad, en ambas obra el espíritu que reside en el cuerpo, es una capacidad que se activa por voluntad y no depende de los espíritus como la mediumnidad.
La mediumnidad de incorporación, comprendida también como mediumnidad de expiación para aquellas almas que han abusado de las leyes divinas a través de la reencarnación y ahora tienen el deber de ayudar y rescatar almas haciendo buen uso de su facultad existe en un 80% de la población de médiums ostensibles.
¿Usted se resiste a su mediumnidad?
<Osvaldo Shimoda>
¿Usted es inestable emocionalmente – cambia de humor con frecuencia – sin motivo que lo justifique?
¿Siente dolores constantes por el cuerpo que cambian de lugar?
¿Enfermedades cuya causa el medico no encuentra?
¿Siente miedos, insatisfacciones, ganas de llorar, tristeza, vacío sin causa aparente?
¿Su vida no fluye, está trancada – tiene bloqueos afectivos, financiero – profesional y de relacionamiento?
Todos esos problemas pueden ser indicios de mediumnidad.
En verdad la mediumnidad es parte de la naturaleza humana , somos todos médiums, unos más desarrollados, otros menos.
Por ser una condición natural del ser humano, la mediumnidad debería ser estudiada con seriedad por la ciencia oficial (psicología y psiquiatría) por provocar – cuando el médium no es bien asistido, orientado – disturbios psíquicos, psicosomáticos, orgánicos (cuya causa la medicina no encuentra) y de relacionamiento interpersonal (conflictos conyugales, familiares, sociales y en el trabajo).
Somos canales del mundo espiritual – captamos energías positivas o negativas de los espíritus de luz o de las tinieblas, de acuerdo con nuestros patrones de pensamiento, sentimientos y actitudes.
En este aspecto, los espíritus desencarnados influencian nuestras vidas mucho más de lo que podemos imaginar.
Buenos o malos pensamientos, sentimientos y actitudes que cultivamos en nuestro día a día pueden venir bajo influencia de espíritus desencarnados, amigos o enemigos (obsesores del pasado).
Tengo escrito en mis artículos que 95% de mis pacientes presenta una interferencia espiritual obsesora como causa de sus problemas emocionales, amorosas, familiares, sociales, de salud, profesionales y financieros. Explica, de esta forma, por qué sus vidas están complicadas, trancadas.
A pesar de que la mediumnidad es parte de la naturaleza del hombre y, sin embargo, no tiene nada de sobrenatural, ese asunto todavía es tratado por muchos con preconceptos, temor o reserva.
En un centro espirita ya me hablaron que por ser médium preciso desarrollar mi mediumnidad, pero no quiero.
Es común oír ese comentario. Sin embargo, no querer desarrollar la mediumnidad me hace recordar un comentario de mi hijo – en la ocasión tenia ocho años – que me dijo que no quería crecer, llegar a adulto por no querer asumir responsabilidad.
Ahora, crecer es un proceso natural del hombre, el mismo ocurriendo con la mediumnidad.
Pero, si el médium se resiste en trabajar su mediumnidad, la vida tiene sus propios medios de hacerlo expandir su consciencia, muchas veces de forma más drástica.
Cuanto mayor sea su resistencia en no aceptar comunicarse con los espíritus, mayores y más difíciles serán sus pruebas.
Observe que esos médiums están siempre con problemas, sea en el área de la salud, familiar, afectiva, profesional, financiera, etc…
Su vida va mal y todo parece estar contra su felicidad.
Sin embargo, cuando comienza a desarrollar (educar) su mediumnidad, practicándola para ayudar a sus semejantes, pasa a llevar una vida normal y equilibrada…
Pero, ¿por qué ocurre eso?
Porque hay médiums que necesitan dedicarse en favor del prójimo, incorporando entidades espirituales. Escogieron eso antes de reencarnar (todavía el velo del olvido de su pasado no los deja acordarse) y se comprometieron con determinados grupos de entidades espirituales por que se sintieron culpados de errores cometidos en una vida pasada y, con eso, minimizar la carga de consciencia.
Pero, si ese médium se resiste a su misión espiritual, su vida se ira a complicar.
Sin embargo, es importante explicar en éste articulo, que no todos los médiums se comprometieron antes de reencarnar a la tarea de incorporar entidades espirituales y ayudar a los necesitados, pues hay otras formas de auxilio sin necesitar incorporar.
Vea el caso de un paciente que paso por la TRE (Terapia Regresiva Evolutiva – abordado psicológico y espiritual breve canalizado por mi a través de los espíritus superiores del Astral) y descubrió que sus relaciones amorosos no terminaban bien (terminaba el enamoro siempre muy maltratado y dañado) por no estar ejerciendo su mediumnidad de incorporación.
Caso clínico:
Hombre de 30 años, soltero.
Vino a mi consultorio queriendo entender el porqué de sus relaciones amorosas terminaran mal. Salía de esas relaciones siempre maltratado, dañado, pues se entregaba y en el final, era rechazado, humillado, se sentía usado por las mujeres.
No conseguía envolverse con más nadie, y el fracaso amoroso lo afectara negativamente a punto de dejarlo inseguro y con baja auto-estima. Era espirita – frecuentaba un centro kardecista como asistente, pero nunca había incorporado una entidad espiritual.
En la regresión el paciente me relató:
Siento una presencia espiritual aquí a mi lado (paciente estaba tumbado en el sofá).
No lo veo, pero tengo la impresión de ser una entidad espiritual masculina (pausa).
-Pide para a esa entidad que se identifique – pido al paciente.
(Después de mi pregunta, súbitamente noté que el rostro del paciente se alteró, se contrajo – estaba incorporando esa entidad espiritual).
No interesa mi nombre – respondió el espíritu, pero no se preocupe, no vine a hacer mal aquí (refiriéndose a mi consultorio).
En verdad, todo el mundo quiere venir aquí. Ese estimado (paciente), no sabe, pero tiene muchas amistades de éste lado (de las tinieblas).
Él no quiere ser médium, no quiere dar pasaje (incorporar) para la gente, no se quiere envolver.
Ahora está dando pasaje, incorporando. No hay manera, él quería quedarse en la pared, pero fue en vano.
Yo soy uno de sus amigos del pasado. La gente era todo amigo, él era el dueño de un prostíbulo en la existencia pasada. Pero amigo es para siempre, inclusive después de morir.
Él no discrimina a nadie, amigo para él es para toda la vida, pero precisaba ayudar a la gente que está de éste lado.
Nuestro amigo no quiere asumir la responsabilidad de ser médium.
Es por eso que la parte afectiva de él no va adelante. En verdad, éste estimado ya fue ruin en el pasado, él acabó pronto. Él explotó mucho a las prostitutas. La gente frecuentaba el prostíbulo de él. Las mujeres que él explotó, maltrató, son las enamoradas de él en la vida actual. Es por eso que hoy ellas lo maltratan, humillan.
Pero él es punta firme, puede contar con él. Las amistades continúan.
Él no sabe, pero nosotros somos sus verdaderos amigos. Él tiene más amigos aquí, de éste lado, del que en la vida terrena tiene.
La gente no presta – somos la misma guarida – pero él puede contar con todos nosotros.
Doctor, él escogió ser espirita, pero no quiere sentir la gente, hacer uso del compromiso como médium. Él pensaba que nunca iba a incorporar. Pero vea, ¡ahora está incorporándome! (habla riendo).
El hermano de él está en la misma situación. Él también es médium, tiene un montón de cosas en las costas (espíritus obsesores). Es por eso que la vida de él también no anda, pero el hermano no consigue oír, ver las entidades espirituales, ellos van a llevarlo al agujero si no se cuida, desarrollando su mediumnidad.
Si él no pone cuidad, va a desaparecer (desencarnar) este mismo año.
Él tiene una consideración grande por el hermano, todas las cosas que no paga, el hermano lo tiene. Él tiene unos espíritus obsesores que no se alejan de él (pausa).
De esta vez éste muchacho (paciente) está sintiendo lo que es incorporar un muerto.
Vine a dar un paseo en el plano material. Él consiguió encontrar el camino correcto viniendo aquí en el consultorio, pero el hermano de él no. Él acepto el paso viniendo aquí, solo que tiene que incorporar.
Doctor, él pidió a Dios en sus oraciones para liberarse de sus sufrimientos amorosos y Dios atendió trayéndolo aquí al consultorio.
El lado de él dos relaciones amorosas no van para adelante porque él paró en medio del camino, no desenvolvió su mediumnidad, se olvidó de la gente, se distanció de nosotros. Él olvido que tiene muchos amigos – nosotros necesitamos de él para salir de este agujero (tinieblas, oscuridad).
Y el hombre (Dios) habló que la gente solo sale de éste agujero si la gente hace caridad. Pero, para eso, precisamos de él para incorporar. Solo así es que vamos a poder ayudar a las personas.
Él precisa ayudarnos para que también la gente lo ayude.
Él ahora quiere ser médium de pasaje, pero no quiere estudiar y escribir libros (psicografiar).
Él vino con ese propósito de ser un médium de pasaje, pero no está haciendo la parte de él. Él necesita regresar para el centro espirita para incorporar la gente y no como viene haciendo, trabajando como asistente. ¿Y los amigos suyos de verdad que se encuentran aquí en la oscuridad? De aquí para adelante él necesita incorporar porque está todo el mundo esperando. ¡Nosotros también queremos sentir el calorcito!
(refiriéndose al calor del cuerpo físico). ¡Él no está cumpliendo lo que prometió, no está repartiendo el pan!
Él necesita incorporar también para ayudar a su hermano.
¡Doctor, es muy bueno estar aquí en su consultorio! ¡que lugar gustoso! ¡es muy buena esa musiquita! (acostumbro colocar un CD suave para que los pacientes se relajen en la hipnosis).
¡que gusto estar del lado de aquí!
¡Como es bueno!
¿El señor halla justo solo él querer sentir ese calorcito?
¡Él es nuestro amigo, pero se olvidó de nosotros!
¡Solo quería saber de él!
¿Él olvido lo que prometió?
¡Que gusto! (la entidad espiritual habla gritando, pateando en el sofá).
Doctor, yo no soy niño, soy viejo, pero soy juguetón, ¡es muy bueno sentir de nuevo ese cuerpo caliente!
¡Solo estoy teniendo una queridita!
¡Quien sabe si ahora él toma vergüenza y ayuda a la gente!
En el final de está sesión, la entidad espiritual no quería desaparecerse, dice que esperó mucho por ese momento, quería sentir un poco más el placer de estar nuevamente en un cuerpo carnal. Como tenia sobrepasado el horario, resolví cerrar la sesión. Antes de irse me agradeció por esa oportunidad.
Después de cerrar la sesión (era la cuarta sesión de regresión), el paciente estaba sorprendido, pues nunca había incorporado una entidad espiritual.
Me dice que recordaba todo lo que el espíritu desencarnado había hablado, pues descubrió que era un médium de incorporación consciente.
Me dice que ahora tenia consciencia de su verdadero propósito de vida, y que estaba más confiado, tranquilo y sereno.
Comprendió que fui instruido por la espiritualidad (espíritus superiores del astral) para procurar desvelar el “velo del olvido” de su pasado y saber el verdadero camino.
Sobre los médiums dice Emmanuel:
"Los médiums, en general, no son misioneros en la acepción común del término; son almas que fracasan desastrosamente, que contrarían, sobremanera, el curso de las leyes divinas y que rescatan bajo el peso de severos compromisos e ilimitadas responsabilidades el pasado oscuro y delictuoso. Su pasado, en muchas ocasiones, se encuentra manchado de graves deslices y errores clamorosos."
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.