17 RASGOS DE LAS PERSONAS SENSIBLES
 
Ser una persona sensitiva significa tener la capacidad de percibir y ser afectado por las energías de otras personas y tener una capacidad innata de sentir y percibir intuitivamente a los otros. Su vida es inconscientemente influenciada por los deseos de los otros, pensamientos y estados de Espíritu.
 
Ser un sensitivo es mucho más que ser altamente sensible y no está limitado apenas a las emociones. Personas más sensitivas pueden percibir sensibilidades físicas e impulsos espirituales, como también saber las motivaciones e intenciones de otras personas.
 
1 Saber: los sensitivos saben cosas sin serles dicha. Es un conocimiento que va más allá de la intuición, incluso que esta sea la forma como muchos podrían describir el saber. Cuando más sintonizadas ellos sean, más fuerte este don se vuelve.
 
2 Sentir las emociones y tomarlas como suyas: este es la gran carga para los sensitivos. Algunos de ellos van a sentir emociones venidas de aquellos que están cerca y otros podrán sentir las emociones de personas a una gran distancia, e incluso ambas. Los empatas más sintonizados irán a saber si alguien está teniendo malos pensamientos sobre ellos, incluso a larga distancia.
 
3 El sensitivo sabe cuándo alguien no está siendo honesto: si un amigo o un ser querido está mintiendo, él sabe eso (aunque muchos sensitivos intenten no enfocarse mucho en ese conocimiento porque saber que un ser querido está mintiendo puede ser doloroso). Si alguien está diciendo alguna cosa o si él siente o piensa de otra forma, el empata simplemente lo sabe.
 
4 Atención a los oprimidos: cualquier persona que padezca sufrimiento, dolor emocional, víctima de injusticia o intimidación, llama la atención y compasión de un empata.
 
5 Otros irán a querer descargar sus problemas sobre usted: un sensitivo se puede volver un vertedero para cuestiones y problemas de todos (hasta de extraños) y, si no tuviera cuidado, puede acabar permitiendo que estos problemas se vuelvan como suyos.
 
6 Fatiga constante: los sensitivos muchas veces terminan sin energía, sea porque son vampirizados o porque captan demasiada energía de los otros (a veces, ni el sueño cura eso). Muchos son diagnosticados con fatiga crónica e incluso fibromialgia.
 
7 Atracción para la cura, terapias holísticas y todas las otras cosas metafísicas: aunque muchos sensitivos gusten de curar a los otros, pueden acabar por apartarse de esa vocación (incluso teniendo una capacidad natural para eso). Eso ocurre especialmente si ellos no saben de su capacidad y habilidad. Cualquier cosa que tenga una naturaleza sobrenatural es de interés para los sensitivos y no se sorprenden o terminan chocados fácilmente.
 
8 Creatividad: para cantar, danzar, actuar, diseñar o escribir. Un empata tendrá una fuerte vena creativa y una imaginación muy fértil.
 
9 Amor por la naturaleza y por los animales: estar al aire libre en la naturaleza es una obligación para los sensitivos y los animales de estimación son una parte esencial de su vida. Pueden no tenerlos porque creen que deben ser libres, pero tienen gran cariño y protección por ellos.
 
10 Termina fastidiado o distraído fácilmente si no fuera estimulado en las tareas más rutinarias: trabajo, escuela y vida doméstica tienen que ser mantenidas interesantes para un empata o ellos se desligan de ellas y acaban volviéndose hacia sus sueños, dentro de su mente.
 
11 Están siempre a la procura de respuestas y conocimiento: tener preguntas sin respuestas puede ser frustrante para un empata y ellos se van a esforzar siempre por encontrar una explicación. Si ellos tienen un conocimiento sobre algo, ellos irán a procurar la confirmación. El lado malo de eso puede ser la sobrecarga de informaciones.
 
12 Gustan de la aventura, libertad y viajes: los sensitivos son Espíritus libres.
 
13 Abominan el desorden: ello trae una sensación al sensitivo de peso o bloquea su flujo de energía.
 
14 Adoran soñar despiertos: un empata puede mirar hacia el espacio por horas, terminando en un mundo muy propio y de mucha felicidad.
 
15 Excelente oyente: el empata no va a hablar de sí, a menos que sea para alguien en quien generalmente confía. Él gusta de conocer y aprender de los otros y genuinamente cuidar.
 
16 Siente la energía de los alimentos: muchos sensitivos no gustan de comer carne o aves, pues, ellos pueden sentir las vibraciones del animal (especialmente si el animal sufrió), incluso si ellos gustan de su sabor.
 
17 Puede parecer malhumorado, tímido, indiferente, desconectado: dependiendo de cómo un empata se siente, eso irá a influenciar con qué cara ellos se muestran al mundo. Ellos pueden ser propensos a cambios de humor y si ellos captaran energía muy negativa aparecerán callados e insociables, pareciendo incluso personas miserables. Un sensitivo detesta tener que fingir ser feliz cuando está triste, eso sólo aumenta su carga (en el trabajo en el sector de los servicios, cuando es necesario hacer el servicio con una sonrisa, algo muy desafiante) y puede hacerlos sentir como que se esconden debajo de una piedra.
 
¿Se identifica Ud. con la mayoría de los rasgos descritos? Si es así Ud. es una persona sensible. A mí se me hicieron familiares todos, la mayoría son aspectos crónicos e inevitables que simplemente no intento dominar ante el inevitable fracaso; es más fácil fluir con propia naturaleza sensible a intentar dominarla en pro de encajar o adaptarse a algo incompatible.

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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal? 
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.