GUERRA:

Las guerras, en los mundos de Tercera Dimensión que tienen Mesías, son una consecuencia de la imperfección reinante, del egoísmo posesivo, el materialismo, el orgullo, el poder más otros muchos vicios desencadenados. No las originan la mayoría de la población sino una minoría formada por los gobernantes, los poderosos, las clases sociales privilegiadas.

En algunos casos, las guerras son necesarias y correctas para defenderse de invasores, agresiones y arbitrariedades. En tales situaciones, no hay karmas por pagar; pero sí los generan quienes atropellan, pues hay que diferenciar las guerras correctas defensivas de las violentas de agresión, porque si un pueblo pacífico es atacado, tiene derecho de defenderse sin karma alguno al respecto.

A veces, la guerra es un instrumento de la Justicia Divina, que actúa por ese medio en último caso y en forma masiva, para dar oportunidad de saldar karmas pendientes de gran magnitud que incluyen a muchísimas personas, entonces el agresor se convierte en agredido o víctima para aprender, en carne propia, la correspondiente lección. Así pasó con las dos guerras mundiales, el desastre de Pearl Harbor, Hiroshima, Nagasaki, la caída de las Torres Gemelas de Nueva York, por ejemplo; pero explicamos que la Justicia Divina no desencadena esas guerras, sino que las aprovecha para el bien y liberación para quienes los necesitan y así lo solicitaron antes de encarnar, internamente, no hay imposición alguna. las fuerzas de la Luz siempre sacan el mayor provecho posible de las guerras y desastres, conviertes lo negativo en positivo y ofrecen oportunidades.

      En ambos bandos, la Luz y la oscuridad, se ofrecen servidores para encarnar y cumplir sus propósitos, lo cual es concedido por Ley del Libre Albedrío. Altos dirigentes e incluso soldados nacen para involucrarse en esas guerras, atacar, matar los de la Otra Polaridad; pero también lo hacen seres de Luz con fines defensivos como comandantes, generales, simples soldados. Uno cogen karma por agredir; otros generan Darmas  en sus vidas.

      Las guerras son inevitables en los planetas de Tercera Dimensión debido a los conflictos humanos existentes por la misma imperfección reinante. Cuando la Otra Polaridad se excede, se permite la ayuda directa de los Hermanos Mayores y Maestros Ascendidos a nivel no visible, para aminorar la destrucción, suavizar, ajustar; pero no para dar fin al conflicto pues eso depende de los bandos involucrados.

Porque la Tierra tiene un Mesías de amor, la humanidad tiende a ser pasiva, retardataria, a estancarse. Como es necesario el avance, se permiten entonces las guerras y que nazcan, como seres humanos, rezagados violentos procedentes de otros planetas que siembran desastre y malestar, por lo cual se precisa actuar, defenderse. Todo ello desarrolla la voluntad, muchas otras necesarias cualidades ya que en todo mal, hay siempre un bien escondido.

      La causa fundamental de las guerras, es la falta de amor que lleva al egoísmo posesivo, la prepotencia, la violencia y otros muchos vicios desencadenados, el deseo de poder y dominio se impone entonces; por lo tanto, hacen falta los ejércitos defensivos que contrarrestan los atropellos y maldades.

      Cuando los Planetas de Tercera Dimensión pasan a ser mundos  superados y suban a la Cuarta Dimensión,  ya se terminan las guerras, pues no hay necesidad de ellas. Esto sucede por propios merecimientos, por ascenso de nivel, individual y colectivamente, porque todo hay que ganarlo. Nada llega por casualidad.

AE/pch