Respeto y Buena convivencia:

Respeto y buena convivencia:

Comprendo la importancia del buen trato, la valoración y amor hacia mis familiares, amigo, vecinos y conocidos. Practico la cordialidad, la comprensión y tolerancia en la convivencia con las demás personas. Me doy cuenta de la importancia que tiene respetar las ideologías y creencias ajenas, los sobresaltos y dificultades de otras personas. Me respeto también a mí mismo, a mí cuerpo físico y sé que los hábitos de conducta deben ser sanos, positivos para poder disfrutar del bienestar que quiero.

Yo Soy el Orden Divino que, desde hoy, pongo en mi vida personal y en todo lo que me rodea. Ajusto la balanza del equilibrio, me mantengo en paz. Yo Soy el autocontrol correcto, el discernimiento y la victoria.

RESPETO:

Todo ser humano tiene derecho a ser valorado, respetado cualquiera que sea su raza, clase social y religión, nivel económico, educación y otras condiciones en las cuales está estructurada la sociedad. Respetar es amar y comprender, no imponer la propia voluntad sobre otras personas, presionarlas ni manipularlas, no despreciar a nadie, abusar ni atropellar.

¿Qué se ha de respetar? La libertad en primer lugar, de ideas, opiniones, gustos y actos, religiosos, creencias. Hay que respetar la libre voluntad personal de elegir según los propios deseos y no contradecir los de otras personas con imposiciones egoístas. Comprendan que cada ser humano tiene derecho a elegir su propio camino en la vida; aunque se equivoque y proceda mal, pues solo él pagará las consecuencias. En todo caso, se puede aconsejar por el bien, sugerir; pero no imponerse con el irrespeto de la fuerza, despreciar ni enjuiciar en negativo a nadie, ya que eso atropella al libre albedrío.

Cuando se critica a otras personas señalando sus defectos, no hay respeto ni ayuda alguna, porque más bien se aumentan las desdichas, se hace más desgraciado al que sufre, y tiene esa apariencia de defectos, lo inducen a la rebeldía, a portarse peor. Mejor será ver sus cualidades que todos las tienen y darle la mano.

Quien rebaja a otras personas, las trata mal, las humilla y desprecia se causa daño a sí mismo, porque genera una situación karmática que caerá sobre él, en su futuro, cuando menos le espere, porque el que humilla será humillado y quien desprecia, igualmente, será despreciado. En esa forma de proceder, no hay respeto alguno como tampoco, en el tono altanero y orgulloso.

¿Quiénes no respetan? Los intolerantes impositivos y violentos, las personas fanáticas en sus ideas, los limitados y estrechos de criterio que se creen superiores. Tampoco respetan los que abusan de su autoridad ya sea a nivel de gobierno, laboral, social e incluso familiar. Dejen a las demás personas el derecho de elegir sus propias vidas, deseos y aspiraciones; pero sí pueden aconsejar, sugerir, poner normas a los hijos menores a nivel familiar para educarlos bien, encaminarlos y protegerlos.

Se debe respetar a los animales que son hijos de Dios, hermanos menores en evolución, y a las plantas, seres que necesitan vivir. Toda forma de vida ha de ser respetada como maravillosa creación del Dios Único, el Radiante y hermoso Padre Creador, porque quien respeta será siempre respetado.

GLOSARIO: AE/pch.