Muy buenas!
Voy a poner mi granito en este tema, o por lo menos intentarlo. Yo sufrí durante una temporada frecuentes episodios de este asunto, en el 2009 era raro que pasase una semana sin esa vivencia. Coincidía con un año de intenso estrés en algunos ámbitos.
Yo provengo, como algunos de ustedes saben, de unas vivencias infantiles repletas de trastornos de sueño, por lo que encontrarme con eso en mi vida adulta me preocupó bastante. Le dí una explicación "espiritual", pero tampoco descarté la científica, por lo que acudí a mi padrino (de santo) por ser, además de un experimentado Oriaté, un neurocirujano de trayectoria internacional en su campo.
Su explicación me tranquilizó bastante, me ofreció unos consejos similares a los que dice
Hijo de la Fuerza, y lo cierto es que me sirvió. Ante todo me advirtió que sin cesar el estrés no iba a conseguir mucho, por lo que seguí sus consejos a la hora de reaccionar cuando me ocurría, mientras solventaba algunos ámbitos de mi vida con la intención de eliminar la acumulación de estrés.
Nunca me volvió a ocurrir...
Sin embargo, no hace demasiado, llegó a mí una persona con este problema. Por motivos obvios, yo ofrecí idénticos consejos, pero no le valieron de nada. Regresó, esta vez con un tratamiento con antidepresivos recetado por su médico (que tampoco le surtía efecto) y ahí sí, yo mismo, la ofrecí consultarla... no me sentía bien habiendo fracasado y dejando el asunto pendiente, y me sorprendí cuando observé el origen espiritual de su caso.
En este caso no eran ataques, ni cosas así, eran más bien ciertos desajustes astrales que la consulta reveló. Fueron solventadas y la persona dejó de padecerlo.
Por este motivo no me parecen suficientes ni las explicaciones desde el punto religioso, ni desde el médico, cuando se trata de este caso.
En base a estas dos experiencias, basándome en ellas quiero decir, creo que es un asunto que no cuesta mucho consultarlo para descartar desajustes o problemas de origen espiritual y en caso contrario, tomar la vía médica.
Asi que me coloco entre Congo Nfinda e Hijo de la Fuerza, creo que sumando sus dos aportaciones tenemos la solución.
Saludo fraternal
Malembe Yaya
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Yo vengo de todas partes,
Y hacia todas partes voy:
Arte soy entre las artes,
En los montes, monte soy.
Yo sé los nombres extraños
De las yerbas y las flores,
Y de mortales engaños,
Y de sublimes dolores.
(José Martí, 1891, Cuba)