Mi estimado hermano
@ChicoXavier de Aruanda y a todos los hermanos que han participado en este tema agradezco su esfuerzo por no entrar en lo netamente político y en el enfrentamiento político que sabemos es contraproducente y contrario a las
Normas de este espacio, donde no censuramos mi estimado hermano
@EJBM70 al menos no desde la connotación negativa de la palabra, sino que más bien trabajamos en proporcionar la mayor apertura posible, pero respetando unas reglas básicas de convivencia, para mantener un ambiente saludable y para evitar que ocurran situaciones como las que ocurren en nuestros países precisamente porque no hay respeto por las reglas básicas que mantengan una convivencia sana y siempre recordando que este es un espacio para la espiritualidad y las creencias religiosas.
Hermano
@ChicoXavier de Aruanda, su preocupación considero que es común para muchos de los que somos padres y vivimos la situación actual, es difícil visualizar que puedan haber personas que no estén envueltos en esa preocupación, es algo definitivamente innegable, en muchos análisis con amigos cercanos a veces nos plantemos… “
¿Será que el petróleo es una maldición?, un producto de la descomposición, cuya explotación tiene numerosos y conocidos efectos nocivos hacia el medio ambiente y cuyo manejo ha traído tantos efectos negativos hacia los países donde abunda", no sé qué decirle, lo delicado es que si vemos la causa de nuestros problemas como externa a nosotros, entonces perdemos el poder de resolverlos.
He tenido la experiencia de trabajar en instituciones gubernamentales tanto de un bando como del otro e igual usted percibe que se imponen los antivalores en sus principios, abunda la corrupción y “el cuanto hay pa eso”, “que me toca a mí”, minimizar los esfuerzos productivos y maximizar las acciones que dejen más dividendos para quien ostentan el poder, el que quiera cambiar las cosas se va, el que se haga de la vista gorda o apoye se queda.
Sumamente difícil la situación, desde el punto de vista netamente materialista es difícil ver una salida, créame que con amistades hemos analizado infinidad de veces esta situación desde muchos aspectos y parece una serpiente de mil cabezas, problemas educativos, culturales, morales y pare usted de contar. Es tan lamentable la situación cultural que prefiero no profundizar más para no fortalecer una visión negativa del panorama, pues precisamente si nos dejamos envolver por ese panorama sombrío nuestra misma energía merma y empezamos a ver todo con los “lentes oscuros” como diría un buen amigo.
Yo he vivido en otros países y considero que no hay sistema humano perfecto, los que tiene mayor riqueza económica son muy débiles moralmente, usted tiene acceso a todos las cosas materiales pero la contaminación es exorbitante y pasan cosas como que usted lleva años saludando a un vecino pero no sabe su nombre, porque las relaciones humanas en esos lugares a veces son sumamente frías, se metaliza la familia y los hijos se convierten en costos, no generalizo, ni personalizo, creo que los que lo han experimentado saben de qué hablo.
Desde mi punto de vista considero que los hombres debemos cambiar antes que el mundo cambie, como lo dijo Jesús, ya usted al plantear su situación y al nosotros analizar los distintos puntos de vista creo que se producen movimientos en lo que a nuestra conciencia colectiva o conciencia común se refiere y al menos creamos la necesidad del cambio y juntos debemos seguir pidiendo a la Providencia su sabia intervención para que encontremos la manera de transcender esta etapa tan difícil y tan dolorosa.
Personalmente no critico al que decide cambiar su suerte cambiando de país o de lugar, de hecho muchas creencias coinciden en que eso ocurre, pues existen fuerzas superiores que rigen determinadas áreas geográficas, tampoco critico a los que deciden quedarse y crear su futuro con miras a algo mejor y con la absoluta fe de que La Providencia nos depara cosas buenas porque hemos enfrentado las adversidades, pero no bajamos la cabeza, ni nos vendimos, ni nos rendimos, porque para lograr un mejor futuro no podemos dejar de creer que lo conseguiremos