Cómo ser umbandista por entero

Soy umbandista, luego, debo sí, profesar mi fe y saber explicar mi religión para quien quiera que sea, siempre procurando esclarecer a través de hechos y con argumentos precisos lo que mi religión enseña.

Debo también tener la consciencia de que soy apenas uno más. Por otro lado, soy importante instrumento que ayuda mi religión a perpetuar sus misterios aquí en la materia a través de mi trabajo y dedicación.

Más allá de eso, debo saber que en hipótesis alguna debo disminuir criticas a otra religión, pues, si soy umbandista, debo responder por la Umbanda y nunca por otra religión, que es otra verdad y que no forma parte de mi fe.

¡Debo apreciar siempre por la unión de mi religión y, para tanto, necesito comprender que Umbanda es “una banda”! y que vertientes de Umbanda son caminos que nos llevan a Olorun, caminos estos que no debo criticar en hipótesis alguna, pues si son umbandistas, incluso perteneciendo a otra vertiente de Umbanda, también representan mi religión a su forma y dentro de su manera de entender la verdad de la Umbanda en sí.

Debo saber y estar bien consciente que mi camino como umbandista no incluye, de manera alguna, destruir, maldecir, aniquilar y sabotear a mis hermanos de fe por el simple hecho de hacer un trabajo diferente del mío.

¡En otro Terreiro de Umbanda también soy hijo! No soy visita, pues todos los Terreiros de Umbanda responden a la UMBANDA divina y amada por millones de espíritus encarnados o no que trabajan incansablemente en sus hechos de paz, amor y caridad.

Debo saber también que nunca seré el dueño de la verdad absoluta, y que mi Terreiro está lejos de ser la Umbanda entera y sí, un ladrillo de este grande farol divino que es mi religión. Por tanto, debo amar, conocer, estudiar y apreciar como un néctar divino todos los Terreiros y todas las vertientes de mi religión incluso teniendo mi verdad que es la verdad de muchos, pero no es la verdad de todos los umbandistas.

En fin, debo apreciar siempre por el amor, unión y fraternidad en mi religión y principalmente por la libertad de ser lo que somos, ¡UMBANDISTAS!