Egum en la visión umbandista
Aunque Egum signifique todos los espíritus que ya desencarnaron, para nosotros, Umbandistas, Eguns son espíritus que todavía no adquirieron un grado de consciencia y a veces incluso ni saben que están desencarnados.
Él puede tornarse un obsesor cuando se liga a algún encarnado para, por ejemplo, vivenciar sus vicios materiales (alcohol, drogas, sexo, etc…) o por no admitir apartarse de algún encarnado (esposa, hijos, amigos) o todavía para vengarse de sus enemigos.
Las personas obsidiadas irán a ser “vampirizadas” por ellos, pues incluso sin saber, cuando un Egum entra en el campo vibratorio de un encarnado, por ósmosis, él irá a chupar la energía vital del encarnado, desvitalizando a uno y vitalizando el otro.
El obsidiado irá a sentir una fuerte apatía, “vacío” por dentro, no saber más lo que quiere correcto, angustia, frío, sueño, debilidad, dolores por el cuerpo, escalofríos, indisposición, sentimientos inconstantes, miedo…
La presencia del Egum también podrá intensificar nuestros vicios y debilidades desequilibrándonos como por ejemplo: si aquel obsesor tuviera el vicio de beber y el encarnado bebe, podrá beber más allá de la cuenta, si los dos sienten rabia, podrá terminar violento demás, y así adelante.
Los Egum quedan vagando en nuestro medio y a veces son aprisionados por “kiumbas” (seres que ya saben que son desencarnados y huyen del auxilio), sirviéndoles como esclavos y muchas veces usados para chupar energía de sus desafectos, actuando a través de los siete estados tomados como capitales (vanidad, envidia, ira, pereza, avaricia, gula, lujuria).
Muchos ex viciados son Egum, pues, como cuando en la carne, no consiguen liberarse de sus vicios (tabaco, bebidas alcohólicas, cocaína, heroína, LSD, cola de zapato, crack, etc…). Ellos irán a aproximarse a algún encarnado que tenga el mismo vicio para poder chupar estas energías viciosas y por esta estar siendo dividido con el Egum, el encarnado irá a hacer un uso mayor para poder satisfacer a los dos.
Espíritus que también tuvieron actitudes que causan dependencia (sexo, riquezas materiales, juegos, fanatismo religioso, actitudes depresivas, etc…) también son grandes candidatos para tornarse Eguns después de desencarnados.
Cuando el Egum toma consciencia de su estado y condición él pasa a ser un “sufriente” pues, comenzará a “clamar” por Dios y por ayuda o pasar a ser un “Kiumba” que huye de los seres de luz para poder continuar en nuestro medio.
Precisamos cambiar la frecuencia de nuestro cuerpo vibratorio para que este obsesor no consiga perturbarnos y se desligue de nosotros.
Es difícil, pues no somos seres perfectos y tenemos muchos vicios, pero percibimos que nuestras debilidades es que están atrayendo este tipo de obsesor para nuestra vida y haremos lo posible para cambiar.
La Oración eleva nuestra vibración y consecuentemente, eleva el del obsesor, posibilitando que entidades de luz se aproximen y lo esclarezcan.
Los baños de hierbas también tienen el mismo efecto y protege nuestro campo mediúmnico no permitiendo el acoplamiento de energías contrarias. Un baño simple de hacer es con: Conmigo nadie puede, Guiné, Ruda, Romero, Espada de San Jorge, Albahaca, Hierbabuena. (Se echa del cuello para abajo pidiendo la liberación de las energías negativas, tomar durante 7 días).
Pero si no cambiamos nuestras posturas y actitudes, de nada ayudará.
Cuando este obsesor fuera un perseguidor de esta o de vidas pasadas, el proceso es más demorado pues, a veces somos merecedores de aquella persecución y no cambiamos todavía nuestro modo de pensar y de sentir, posibilitando así, la interferencia de él.
Cualquier entidad de la línea de Umbanda, sea ella, Preto Velho, Caboclo, Boiadeiro, Exu, Baiano, etc…, irá a identificar la actuación de un Egum y apartarlo, a veces a la fuerza del convivio del encarnado. Él será enviado a una colonia de esclarecimiento o será entregado a un Exu, que a través de la Ley Mayor, irá a hacerlo expiar sus “pecados”.
La Entidad irá a esclarecer al encarnado la forma que este Egum fue atraído para su vida y a través de consejos, mostrar cuales actitudes y sentimientos deben ser modificados para que esto no se repita nuevamente. Generalmente indicará un baño para limpiar su campo mediúmnico y tal vez alguna ofrenda para absorber alguna energía que quedó escasa.
Pocos son los casos en que la actuación de estos Eguns vienen a través de magia negra contra el encarnado, en su mayoría fue la Ley de Atracción.
¡Ore y mejórese!
Por Marcia Conti
Él puede tornarse un obsesor cuando se liga a algún encarnado para, por ejemplo, vivenciar sus vicios materiales (alcohol, drogas, sexo, etc…) o por no admitir apartarse de algún encarnado (esposa, hijos, amigos) o todavía para vengarse de sus enemigos.
Las personas obsidiadas irán a ser “vampirizadas” por ellos, pues incluso sin saber, cuando un Egum entra en el campo vibratorio de un encarnado, por ósmosis, él irá a chupar la energía vital del encarnado, desvitalizando a uno y vitalizando el otro.
El obsidiado irá a sentir una fuerte apatía, “vacío” por dentro, no saber más lo que quiere correcto, angustia, frío, sueño, debilidad, dolores por el cuerpo, escalofríos, indisposición, sentimientos inconstantes, miedo…
La presencia del Egum también podrá intensificar nuestros vicios y debilidades desequilibrándonos como por ejemplo: si aquel obsesor tuviera el vicio de beber y el encarnado bebe, podrá beber más allá de la cuenta, si los dos sienten rabia, podrá terminar violento demás, y así adelante.
Los Egum quedan vagando en nuestro medio y a veces son aprisionados por “kiumbas” (seres que ya saben que son desencarnados y huyen del auxilio), sirviéndoles como esclavos y muchas veces usados para chupar energía de sus desafectos, actuando a través de los siete estados tomados como capitales (vanidad, envidia, ira, pereza, avaricia, gula, lujuria).
Muchos ex viciados son Egum, pues, como cuando en la carne, no consiguen liberarse de sus vicios (tabaco, bebidas alcohólicas, cocaína, heroína, LSD, cola de zapato, crack, etc…). Ellos irán a aproximarse a algún encarnado que tenga el mismo vicio para poder chupar estas energías viciosas y por esta estar siendo dividido con el Egum, el encarnado irá a hacer un uso mayor para poder satisfacer a los dos.
Espíritus que también tuvieron actitudes que causan dependencia (sexo, riquezas materiales, juegos, fanatismo religioso, actitudes depresivas, etc…) también son grandes candidatos para tornarse Eguns después de desencarnados.
Cuando el Egum toma consciencia de su estado y condición él pasa a ser un “sufriente” pues, comenzará a “clamar” por Dios y por ayuda o pasar a ser un “Kiumba” que huye de los seres de luz para poder continuar en nuestro medio.
Precisamos cambiar la frecuencia de nuestro cuerpo vibratorio para que este obsesor no consiga perturbarnos y se desligue de nosotros.
Es difícil, pues no somos seres perfectos y tenemos muchos vicios, pero percibimos que nuestras debilidades es que están atrayendo este tipo de obsesor para nuestra vida y haremos lo posible para cambiar.
La Oración eleva nuestra vibración y consecuentemente, eleva el del obsesor, posibilitando que entidades de luz se aproximen y lo esclarezcan.
Los baños de hierbas también tienen el mismo efecto y protege nuestro campo mediúmnico no permitiendo el acoplamiento de energías contrarias. Un baño simple de hacer es con: Conmigo nadie puede, Guiné, Ruda, Romero, Espada de San Jorge, Albahaca, Hierbabuena. (Se echa del cuello para abajo pidiendo la liberación de las energías negativas, tomar durante 7 días).
Pero si no cambiamos nuestras posturas y actitudes, de nada ayudará.
Cuando este obsesor fuera un perseguidor de esta o de vidas pasadas, el proceso es más demorado pues, a veces somos merecedores de aquella persecución y no cambiamos todavía nuestro modo de pensar y de sentir, posibilitando así, la interferencia de él.
Cualquier entidad de la línea de Umbanda, sea ella, Preto Velho, Caboclo, Boiadeiro, Exu, Baiano, etc…, irá a identificar la actuación de un Egum y apartarlo, a veces a la fuerza del convivio del encarnado. Él será enviado a una colonia de esclarecimiento o será entregado a un Exu, que a través de la Ley Mayor, irá a hacerlo expiar sus “pecados”.
La Entidad irá a esclarecer al encarnado la forma que este Egum fue atraído para su vida y a través de consejos, mostrar cuales actitudes y sentimientos deben ser modificados para que esto no se repita nuevamente. Generalmente indicará un baño para limpiar su campo mediúmnico y tal vez alguna ofrenda para absorber alguna energía que quedó escasa.
Pocos son los casos en que la actuación de estos Eguns vienen a través de magia negra contra el encarnado, en su mayoría fue la Ley de Atracción.
¡Ore y mejórese!
Por Marcia Conti
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.