Jesús como guía y finalidad
Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí
[Juan 10:16] «Tengo otras ovejas que no son de este redil; a ésas también me es necesario traerlas, y oirán mi voz, y serán un rebaño con un solo pastor»
La Umbanda, en cuya pedagogía basada en sincretismos mitológicos y lingüísticos es entre las religiones una de las que más generan confusión, ello por encontrar en un único credo la condensación ‘aparente’ de quizá todas las religiones del mundo en la actualidad. Inicialmente la Umbanda estuvo representada por todos los grupos religiosos del mundo entero, por cuyo concepto ecuménico, espiritual, no físico, se tiene la concepción de que Dios, Entidad Suprema, vientre materno de absolutamente todo lo que existe, Causa Primera, indistinto de las interpretaciones culturales viene a ser representado distintamente, procesado y evolucionado, respondiendo a ese sentimiento natural que es innato en el hombre de atender a Dios y su relación con Él. Todos los caminos son un camino a Dios afirma la religión.
Aquella noche del 15 de Noviembre de 1908, en Niterói, cuando se presentó por primera vez el Caboclo de las Siete Encrucijadas y dictó las bases del nuevo culto y religión estableció que el evangelio basado en la enseñanza de Jesús es y será la guía, el norte y en él está la finalidad que la Umbanda persigue lograr como su misión (clic para leer artículo relacionado).
La confusión está en la colocación de mucha diversidad para describir 1 sólo culto que luego se aclararía, sería parte de la pedagogía el empleo del simbolismo, la iconografía, lenguaje y otros recursos propios de la idiosincrasia, las creencias del hombre simple inhibido por su timidez de acercarse a los altivos centros espiritas regidos por los hombres ilustres de poder e influencia, pues, al final de todo, así como el evangelio de Jesús, el propósito umbandista es acoger a las ovejas perdidas, desprovistas de pastor, y desarrollar en ellas las virtudes que nos conduzcan a comprender y relacionarnos mejor con Dios.
Dado que Umbanda, a diferencia de las religiones concebidas por inspiración, estructuradas y dirigidas por el hombre, ella nace como manifestación puramente espiritual y está regida puramente espiritual; en el comienzo no fue concebida con jerarquía alguna ni formas de cultos que desviasen a los aspirantes del auténtico propósito. Pero dado que el origen de la Umbanda está en el origen religioso de la misma humanidad, y que, ella procura la flexibilidad, no es de sorprender que se haya diversificado y finalmente convertido en un sincretismo literal logrando desviarse de la Umbanda originalmente concebida con un fin cristiano hacia otros cultos que, marcando también un sendero, ya se encontraban contaminados y adulterados para cuando la religión aparece y perseguía según el ideal espiritual de esa organización astral, de reafirmar el entendimiento y la activación de una moral que fuese provechosa para quien transita un camino con miras a su crecimiento y no con fines egoístas entregados a los caprichos personales. Umbanda es espirita y cristiana.
Jesús, cuya revelación de Dios marca un nuevo periodo de espiritualidad para el mundo entero establece las bases: el evangelio del amor, la caridad y otras virtudes que puramente arraigadas al Espíritu, son los auténticos medidores del progreso.
Se mantiene la idea de la intercesión, en cuyo defecto, Dios no se ha hecho sólo hombre a través del Hijo sino que se ha encarnado en todas sus cualidades (dioses) con la finalidad de mostrarse más cercano y acorde a la concepción divina. Ahí tenemos claro que Umbanda es Universal.
Así, entre las tantas referencias, podemos resumir que el carácter progresista y evolutivo, norteado hacia arriba (alegóricamente representando la evolución en sentido vertical y no sólo horizontal) no admite que el umbandista se dé la oportunidad de retrogradar y por causa de ello durante el siglo pasado mientras el representante y médium del Caboclo de las Siete Encrucijadas, Zélio Fernandino de Moraes aún vivía, ya se decretaba que Umbanda no es responsable por quienes la practican de manera contraria a sus preceptos y ¿dónde están esos preceptos? Citemos el Padrenuestro umbandista: «que tu reino… Reino de bien, amor y fraternidad nos una a todos y a todo lo que creaste entorno de la sagrada cruz a los pies del divino salvador y redentor» lo que nos deja saber que, si bien el culto no es puramente cristiano en el sentido que se ha entendido hace 2000 años, el salto de consciencia hacia el Espiritismo ya permite que, ese culto basado en ética e interacción espiritual, persiga en su fidelidad no ser ofensivo a la idea de un Dios Único retomando las viejas prácticas, pues, para ello la diversidad espiritual ha dado lugar oportuno para cada uno desenvolverse de acuerdo a su situación actual.
-La gente en la fase umbandista ha tenido que entender que, hay sólo 1 Dios y este no reside en el fuego, el rayo o el trueno… Sino que es completamente diferente del mundo. Pero como representación anterior, venerados como dioses, se conciben como cualidades o manifestaciones de Dios según concepción. He ahí que los Orixás no son homólogos de Dios sino manifestaciones distintas al igual que todos los dioses concebidos en todo el mundo.
-Este Dios, no reside en imágenes de piedra o madera ni se deja manipular por sacrificios de ofrendas y comidas ni ningún tipo de pleitesía. Por ello la pedagogía por la iconografía así como los fetiches no debe ser causa de superstición sino alegorías cuyos simbolismos representan algo.
-Debe de haber entendido que la comunión con Dios debe ir acompañada de una ética, un código de conducta asumido como correcto y agradable y no con rituales y prodigios.
-El cambio del corazón es un camino interno y que no puede lograrse sujeto a las normas y leyes externas, independientes de cuán buenas o ruines sean estas leyes.
-La conversión del corazón va más allá del poder del hombre y necesita de la intervención divina.
-Otros…
Pues, como dije en otras ocasiones, la Umbanda se crea como puente de transición de la religiosidad puramente material, que pretende tocar a Dios y a los Espíritus como se toca los objetos físicos, a una idea inmaterial, acorde a la concepción puramente espiritual que se tiene hoy día sobre el mundo espiritual como algo abstracto al lenguaje físico. Así, el umbandista procurará en esta raíz de la religión tomar del buen ejemplo de otras religiones el material de estudio para edificar a un verdadero hombre encaminado por una espiritualidad armoniosa con el Padre, mientras que, debe desechar por comprensión y convicción los errores del pasado conciliando en sí mismos, como Espíritus de progreso individual, su progreso aspirando a que todo esto sea de utilidad a la síntesis misma que la enseñanza evangélica de Jesús nos dejó.
Recordemos que la Umbanda es una religión y como tal posee sus delimitaciones. Sujetas a hombres que la manipulan y adulteran, la convierten en algo abominable que persigue otros fines y dado que la crisis está en la cumbre en la actualidad en países como Argentina y Uruguay, incluso la cuna de la religión que es Brasil, la conveniencia es, porque así resguardó el Caboclo de las 7 Encrucijadas, que el umbandista revise las bases en Jesús y se mantenga firme dado que así por lo menos a sí mismo salva.
[Juan 14:23] «Jesús respondió, y le dijo: Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada»
La Administración Sideral no pretende imponer al Universo una religión o doctrina exclusivista, pero en el esquema divino de la vida del espíritu eterno, sólo existe un objetivo irreductible y definitivo: el Amor.
En consecuencia, ser católico, espirita, protestante, umbandista, teósofo, musulmán, budista, israelita, hinduista, yoga, rosacruciano, krishnamurtiano, esoterista o ateo, no deja de ser una experiencia transitoria en determinada época del curso ascendente del espíritu eterno. Es muy deshonesto condenar la preferencia ajena, ante cualquier forma espiritual que se desee argumentar. Por el simple hecho de que una persona rechace los limones, no le da derecho alguno para solicitar la destrucción de las plantaciones de los mismos, ni menos que se haga un injerto a su gusto personal. – Ramatís -
:::Chico Xavier de Òşờớsí:::
Lo escrito aquí persigue un propósito ecuménico y fraterno, acatando el deber que con la difusión escrita tengo con el Bien Común, expresa en la siguiente cita:
¿El escritor de determinada obra será juzgado por los efectos producidos por su labor intelectual en la Tierra?El libro es igualmente como la siembra. El escritor correcto, sincero y bien intencionado es el labrador precavido que alcanzará la cosecha abundante y la elevada retribución de las leyes divinas a su actividad. El literato fútil, amigo de la insignificancia y de la vanidad, es como aquel trabajador ocioso y nulo que “siembra vientos para recoger tempestades”. Y el hombre de inteligencia que vende su pluma, su opinión y su pensamiento, en el mercado de la calumnia, del interés, de la ambición y de la maldad, es el agricultor criminal que humilla las posibilidades generosas de la Tierra, que roba a los vecinos, que no planta y no permite el desarrollo de la siembra ajena, cultivando espinos y agravando responsabilidades por las cuales responderá un día, cuando hubiera despedido la indumentaria del mundo, para comparecer ante las verdades del Infinito.
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.