Vampirismo espiritual

Cansancio, baja inmunidad a las enfermedades, falta de equilibrio y concentración, bien como exceso de irritabilidad pueden ser indicios de una pérdida energética provocada por el vampirismo.

Cuando la Doctrina Espirita se refiere a los vampiros, no habla de seres mitológicos con dientes puntiagudos, adaptados para chupar la sangre de las personas saludables, pero sí, de encarnados y desencarnados, que, irrespetando las Leyes de Dios, se dotan de sentimientos de venganza contra desafectos del pasado, o incluso de sentimientos oportunistas y pasan a vivir a costa de energía vital de otros.

Hay también aquellos seres que aunque hayan dejado el cuerpo físico, continúan todavía viviendo los placeres oscuros de la carne y de los vicios como el tabaco y las drogas, bien como los desenfrenos de la bebida y del sexo, entre otros y que por encontrarse imposibilitados de satisfacer sus placeres, inducen a otras personas encarnadas a hacerlo, y de ellas captan los fluidos, sintiéndose así los mismos placeres producidos por el acto.

Chico Xavier: todo pensamiento, sentimiento y acto como tal generan vibraciones, emanaciones de fluidos particulares que son absorbidos en la misma proporción en que nosotros absorbemos fluidos del medio en que nos encontramos. Estos fluidos sufren modificaciones a partir de la mezcla con otros elementos encontrados en la atmósfera terrestre y con ello su naturaleza cambia; cuando una persona o un espíritu ya sin cuerpo desea inducir la emanación de fluidos que quiere absorber sea consciente o inconscientemente provoca los estados que lo permiten y eso es, entre montones de ejemplos, la fijación del pensamiento, de las emociones y los actos que conllevan a esa expulsión descontrolada y agotadora. Los seres negativos, desarreglados y desequilibrados por el apego a determinadas pasiones que nunca aprendieron a controlar durante la vida son promotores de la discordia y toda clase de conductas destructivas porque son promotores de los fluidos a los que ellos están viciados desde la vida física y es común también que haya entre ese grupo personas en la misma situación, estos son lo que llama la psicología vampiros emocionales y gente toxica. El caso es que, la importancia en el auto control tiene su auge en estos casos para no convertirse en un instrumento controlado por consciencias enloquecidas. Si se tiene arranques de ira podemos observarnos y verificar la causa y muy probablemente haya la percepción de que algo externo quiere que explotemos y nos descarguemos y con ello se delata en su propósito ya que si bien inicia con la ira luego induce el arrepentimiento, la tristeza, el odio, entre otras emociones que le siguen aportando fluidos para alimentarse ellos y así imponen un control sobre la vida.

El termino vampiro es usado análogamente para definir el acto del espíritu que chupa intencionalmente las energías del otro, en alusión a la figura mítica de Drácula que hipnotizaba a sus víctimas y les chupaba la sangre hasta la muerte. En el mundo espiritual se encuentran figuras distintas de estos seres pero que actúan de forma muy parecida con las artimañas del conocido ser de las tinieblas del folclor.

Hay espíritus que chupan las energías sutiles de sus huéspedes al punto de causarles serios daños a la salud física y psicológica, una vez que, más allá de enflaquecerles las fuerzas, les envuelven en formas mentales groseras, que los martirizan mentalmente llevándolos, a veces, a casos de locura. André Luiz llamó este proceso de infección fluidica, tan grave es el daño causado a la víctima.

Chico Xavier: como ya he mencionado con anterioridad, la fijación de pensamientos que derivan en emociones son una manera de provocar la emanación de los fluidos producidos por ese descontrol y así ellos lo absorben por lo que mantienen con interés perverso esa situación todo el tiempo que sea necesario. Es importante tener un auto control sobre este aspecto ya que en la medida que más y más se mantengan esos pensamientos y emociones de manera obsesiva más y más fluidos salen de la persona lo que va a derivar en agotamiento vital y eso va a debilitar el cuerpo físico dejando consecuencias graves ya que el espíritu no va a conseguir suficiente energía para mantener fuerte el lazo que lo une al cuerpo y de ahí derivan las enfermedades que tienen su origen en lo espiritual.

Al desencarnar, el hombre lleva consigo todos sus vicios y necesidades. Dependiendo de su nueva situación en el mundo de los espíritus y, principalmente de la región donde habita, es muy común que sienta las mismas necesidades que tenía cuando encarnado. Como no tiene medios para disfrutar de los placeres de la vida corpórea, y sin condiciones de suprimir esta necesidad en su nueva condición en la erraticidad, él busca apoyo en aquellos encarnados que pueden ofrecerle formas para la satisfacción de estas voluntades.

Tenemos ahí el chupador de fuerzas vitales, que se aproxima a un encarnado que tiene las mismas necesidades que las suyas, induciéndolo a la practica en exceso de los vicios en común. Podemos citar los viciados en el campo sexual, de las drogas, del juego, y hasta en las prácticas más comunes del día a día, pero que en exceso, ofrecen serios prejuicios, como el caso de la alimentación, como muestran los enseñamientos del espíritu André Luiz en los libros de la Colección Mundo Espiritual (FEB).

Encarnados se alimentan y beben en exceso, lo hacen por sí y por otros espíritus, y cuando es en comportamiento sexual vicioso, exponen su vida íntima y privada a una serie de experiencias en el campo sexual.

Chico Xavier: en este punto se refiere a la afinidad como factor de relevancia ya que, en el Mundo de los Espíritus, la realidad es el resultado del estado mental de los seres que habitan esas regiones existenciales y como tal tienden a fijar su atención particular en aquello que entienden y comprenden, aquello que les interesa y por lo que sienten empatía y es así que se llega a tener compañías indeseadas. ¿Alguna vez le han dicho la frase: dime con quién andas y te diré quién eres? ¡pues eso mismo es! Al percibir incluso los aspectos más ocultos ellos se adhieren a uno y como expertos caricaturistas llegan a acentuar nuestros defectos que también son los suyos a fin de continuar alimentando los vicios a los que nunca consiguieron oponerse, mucho menos desapegarse durante la vida. Esto representa un castigo, una expiación ya que Dios los ha dejado estacionados entre dos realidades a fin de que padeciendo los efectos nocivos de esos estados de desequilibrio decidan tarde o temprano pedir auxilio y comprometerse con un programa de reforma y cambio muy parecido a las terapias que existen en la Tierra para ayudar a los adictos a superar esas tendencias, lo que al igual que en estos casos terrestres, es una cosa que solo funciona cuando se apoya de la firmeza de la voluntad. Por este motivo es muy relevante el cuidado de la conducta debido a que se puede incluso fortalecer esos vicios, y si se llega a enloquecer el espíritu no solo sugiere un riesgo para sí sino para los otros.   ¿Ustedes han visto en la hechicería cuando se enciende una vela y luego se la apagan y se percibe en el ambiente una frustración, ansiedad, desespero por parte de algo? Entendemos con eso que el estado de locura, el vicio que conduce a esos espíritus a buscar los fluidos para atenuar su ansiedad los torna manipulables llegando a realizar básicamente cualquier acto para obtener lo suyo. Este caso es como el que extorsiona al hambriento a partir de mostrarle el alimento y lo obliga a hacer actos por demás perjudiciales para sí, pero benéficos relativamente para quien procede así. Esta práctica es negativa, la de darle cigarro y bebida a los espíritus pero se ve mucho que las personas sienten ansiedad por fumar e incluso el sabor en la boca [sensaciones producidas por el espíritu en fijación mental] y lo primero que hacen es ir a fumar y beber, ya sea porque interpretan la necesidad como suya o porque suponen que hay que contentarlos dando todo lo que ellos quieran; peor que eso es cuando ellos llegan a penetrar en la intimidad e inducen en la vida sexual, siendo que la persona empieza a pensar de manera lujuriosa, a tener mayor compulsión por la sexualidad, hay masturbación más constante, mucha ansiedad al punto de que surgen los trastornos del orgasmo en el hombre como en la mujer, ya sea la ninfomanía como factor que induce la frecuencia y compulsión y la anorgasmia, eyaculación precoz o retardada, y otros males que generan insatisfacción y frustración pero eso poco importa al otro lado, la fuerte pasión generada todo el tiempo concretada en el acto libera un banquete que para ellos es como participar en una orgía y es por ese motivo que en plena consciencia la sexualidad debe estar norteada por la moral y los buenos valores, en el amor y la comprensión y no en el placer. Tengan mucho cuidado en este último punto donde ellos aprovechan a los débiles de voluntad para convencerlos de relacionarse con otros ignorando los lazos que se generan, llevan a la promiscuidad, a la perversión de las energías creadoras que pueden unir y fortalecer una relación cuando bien dirigidas, generar descendencia inclusive; aquí aplica el mandato sed castos.

Los monstruos

Narra la literatura espirita que, en el plano espiritual, hay entidades que por la ignorancia y atraso moral, más allá de subyugar a sus víctimas encarnadas y hasta incluso desencarnadas, mantienen por la llamada ideoplastia su periespíritu en formas monstruosas. Se sienten bien siendo temidos y reconocidos por la forma en que se presentan y, normalmente en bandos visualizando intimidar a los otros espíritus que encuentran en el camino.

Ambientes terrenos donde impera el vicio y la inmoralidad son guiones preferidos de estos espíritus, una vez que allá encuentran por afinidad sus presas con mayor facilidad.

Según el Espíritu Miramez por la psicografía de João Nunes Maia, en la serie de libros que trata de la Vida Espiritual (editora fuente viva), bien como por los libros de André Luiz, los mataderos de animales están repletos de estas criaturas que chupan la energía del animal abatido, saciando de sus instintos feroces con los fluidos de la presa.

Velorios y cementerios cuyos entierros no cuentan con la protección fluidica de la oración y la presencia de espíritus nobles, pueden también terminar vulnerables a la presencia de estas criaturas, que aprovechan para recoger los residuos de fluidos vitales de los recién desencarnados.

Chico Xavier: este es uno de los campos más explotados y quizá ignorados entre las comunidades religiosas que viven alimentando supersticiones y cuentos de espantos. Es sabido que en el Mundo Espiritual hay muchas presencias que se divierten mucho a expensas de la impresión que generan sobre los vivos y particularmente se prestan mucho para seguirles el hilo en sus historias de terror. Es típico de quien cree en diablos que tenga encuentros desagradables con apariciones que tengan esa apariencia así como ser perturbado espiritualmente en las fechas particulares en que se comenta ellos suelen tener su auge; ¿alguna vez usted escuchó sobre esa persona que vio un animal de carácter maléfico? ¿escuchó sobre el niño que pasa a media noche por la calle X en una bicicleta y que le falta la cabeza o anda como en estado de putrefacción? ¿qué tal el espectro que aparece en los rincones oscuros y solitarios de la casa? ¿escuchó sobre golpes en ventanas, puertas y paredes en semana santa donde el Diablo anda suelto? ¿qué tal las apariciones, golpes, objetos que salen volando y otras cosas típicas en la vida de un evangélico? ¡todos son espíritus! ¡no demonios, diablos ni seres sobrenaturales sino espíritus! Lo que ocurre en todos esos casos es que partiendo de la creencia se explota el factor psicológico para causar la mayor impresión posible y es de ahí de donde obtienen ya sea la sumisión o la diversión de la que tanto hacen disfrute. Al final de cuenta los miedos son promotores de muchas cosas en especial a quien le interesa obtener dominio sobre alguien sugestionable.   Cementerios y velorios, ¡cosa polémica! ¿cuántas son las historias que se cuentan de los velorios? Que si la vela se apagó o se encendió, que si las luces parpadeantes, que si el objeto se movió, que si me tocaron la pierna, etc.; algunos asocian eso a la presencia del difunto, otros a presencias maléficas cuando simplemente se trata de unos espíritus frívolos queriendo jugar y reírse un poco a expensas de la impresión que causan. Los cementerios por otra parte suelen estar repletos de vampiros y subyugadores, almas tenaces en el arte de control y extracción de fluidos ya que su permanencia en esos lugares se debe a que en la degeneración de los tejidos muertos hay desprendimiento de fluidos que ellos absorben e incluso utilizan para hacer daño a alguna persona, llegan a consumir también la energía condensada en el doble etérico de la persona que se desprende en el momento de la muerte por obvias razones. No parando allí, encuentran consciencias débiles que puedan manipular para obtener mayores recursos, un esclavo literal y finalmente entre las ofrendas dejadas como gesto de afecto por los familiares que han sufrido pérdidas de seres queridos encuentran fuentes de alimento para continuar alimentando su rebeldía. Muchos cultos centran su devoción en estos ambientes por adoptar creencias particulares alimentadas por la cultura pero es bien sabido que lo que abunda en esos entornos son espíritus que perturban y vampirizan y que no tienen misericordia ni con los infantes que por Ley Divina ni deberían pensar en acercarse para no perjudicarlos.   El caso del espíritu que se alimenta del fluido vital en el plasma sanguíneo se trata de uno de los primeros en sufrir la degeneración psíquica por el contacto continuo con fluidos tan inferiores y que lo animalizan literalmente, por lo que, es siempre de cuidarse tratar con espíritus que adoptan en la sangre un sustento porque poseen todos los rasgos del engañador y el vampiro pudiendo revolucionar la vida de quien incauto cae en las artimañas de seres expertos en ganarse la confianza mediante el disfraz de la generosidad.

Victimas del odio

Espíritus que mantienen desacuerdo mientras encarnados, también en el plano espiritual, continúan nutriendo el mismo odio por sus enemigos. Sintiéndose en ventaja, traban fuerte persecución a sus desafectos, aproximándose a ellos y, muchas veces, induciéndolos a tomar actitudes que los perjudiquen como la práctica de vicios, el exceso físico, más allá de la esclavitud psíquica. Los Centros Espiritas tienen por función ser abrigos al viajero que golpea a la puerta en busca del auxilio para los males del cuerpo físico o del alma.

Entre los males del alma, es en la Casa Espirita que aquel que, sintiendo la presión de la cobranza de una entidad espiritual vengativa, encuentra la protección y el entendimiento necesarios al rescate de esa deuda kármica. En reunión mediúmnica privada, este espíritu será recordado de las palabras del Nazareno que enseñó a perdonar el mal que nos hacen, y que esta deuda kármica será sí, quitada con la moneda de la acción cariñosa en favor de alguien y sin espera de recompensas que no sea otra sino la de la alegría en la práctica del bien.

Envuelto en una psico-esfera de amor y oración, este cobrador del más allá sentirá el envolvimiento de sentimientos de paz y bondad que lo estimulará a desistir del intento de venganza y a comprender que el perdón libera a quien perdona y no a quien es perdonado.

Chico Xavier: no solo son los Centros Espiritas los que amparan a los que buscan la cura espiritual sino en general los cultos religiosos que si bien dirigidos alcanzan a modificar el intimo tanto de la víctima como el agresor ya que aquí se plantea es el caso de la obsesión o ataque espiritual apoyado en odio nacido en cualquier momento de la existencia, cosa que conlleva a imantar a verdugo y victima por los fluidos que se intercambian y fusionan. Mucha gente viene en esta situación a la Tierra y pasa su vida entera en la búsqueda de una respuesta y una solución, con esto debe saber por dónde orientarse. El odio ata al que odia a energías destructivas que si bien podrían tener una razón válida dentro del sentir de quien se siente ofendido, solo quien perdona se libera de la tormentosa tortura que sugiere vivir rodeado de tales efluvios.

Vampiros encarnados

No podemos dejar de hablar de la obsesión de los encarnados a los desencarnados. Es lo que ocurre debido al apego a los seres queridos. Al desencarnar el hombre pasa a habitar un mundo desconocido del plano físico, por otro lado, hay lazos afectivos que no se rompen. El pensamiento de aquel que queta aquí atraviesa las barreras físicas llegando al alma de aquel que está del otro lado de la existencia.

Si el pensamiento del encarnado fuera de inconformidad y desespero, esto podrá causar desequilibrios al desencarnado que podrá sentir la necesidad de volver a vivir junto a sus seres queridos; e infelizmente es esta actitud que muchos toman al oír los llamados incesantes de sus seres queridos encarnados.

Pero la presencia del espíritu normalmente se vuelve un problema, pues él pasa a compartir el espacio con los encarnados y a extraer de ellos, incluso involuntariamente, sus fluidos vitales y, por la ligación psíquica, pueden pasar su inseguridad emocional. Así ambos, encarnados y desencarnados, son perjudicados.

Hay también el ejercicio irresponsable de la mediumnidad, cuando espíritus son prácticamente esclavizados por médiums que los usan para la satisfacción de placeres personales y la manutención de su vanidad medianímica, como enseña André Luiz en el libro En los Dominios de la Mediumnidad:

“Desencarnados son más vampirizados que vampirizadores. Fascinados por las peticiones de los médiums que le prestigian la obra infeliz, les siguen los pasos como aprendices en el seguimiento de los mentores a los cuales se devotan”.

Habla también del futuro de estos hermanos envueltos en el proceso de simbiosis mental:

“En la hipótesis de no reajustarse en el bien, tan luego desencarnen el dirigente de este grupo y los instrumentos medianímicos que le copian las actitudes, serán ellos sorprendidos por las entidades que les esclavizarán a reclamarles orientación y socorro.”

Chico Xavier: en toda relación interpersonal se crean lazos de fluidos que pueden entenderse como especie de cuerdas que nos atan a los otros ya sea en aspectos positivos como negativos, es decir, tanto en el odio como en el afecto. Cuando la persona muere y se hace receptiva en mayor intensidad de todo el Universo pasa a recibir las emanaciones de los seres a los que se ató donde si no aprendió a controlar nunca sus estados internos y más que eso, no aprendió nada sobre la realidad espiritual va a pasar que va a entrar en desespero y en vez de procurar su desprendimiento se va a acercar a sus seres queridos fortaleciendo esos lazos que los unen desde la vida y quizá desde mucho antes de la misma. Juntos en el mismo espacio las emanaciones del difunto son absorbidas por los seres queridos que lo identifican y pasan a sintonizar con el ser desencarnado y así se produce un intercambio de fluidos que puede ser desigual siempre que uno de los dos se entregue descontrolado a las emociones producidas por esas influencias.

Protección

La forma de huir de esta influencia es seguir las orientaciones de la Espiritualidad que recomienda la vigilancia y el cambio de hábitos. Nadie puede forzarnos a hacer aquello que no deseamos desde que  tengamos fuerzas para resistir, conforme enseña el nostálgico escritor Herculano Pires:

“Viviendo en el plano extra-físico, los vampiros actúan sobre nosotros por inducción mental y afectiva. Nos inducen a hacer lo que desean y que no pueden hacer por sí mismos. Mientras más los obedecemos, más sumisos nos volvemos”.

Es necesario tener fuerza para ignorar y resistir las malas orientaciones, perdonar a sus enemigos. Más allá de mejorar su condición espiritual, usted todavía invita a sus obsesores a seguir sus pasos en dirección al bien.

Chico Xavier: el maestro Jesús alertó para orar y vigilar todo el tiempo comprendiendo sobre ello nosotros que todo el tiempo estamos propensos a ser tentados por la infiltración de una presencia externa y con ello muchos males se originan. Para quien ha leído el Libro de los Espíritus es claro el por qué, el hecho de que hayan tantos de aquel lado que se satisfacen de inducirnos al error por el mero placer de vernos sufrir las consecuencias y que sea el propósito de ellos el de hacernos fracasar en las diversas pruebas de la vida es un gran incentivo para desarrollar el carácter y tener la firmeza y valentía para tener control sobre nuestros pensamientos y sentimientos, ejecutar nuestras voluntades basados en el raciocinio y no impulsado por un deseo o fuerza inexplicable que bien puede conducirnos a actos que lamentemos de por vida. Escala Espirita - cita :