Obsesión y vampirismo ¿cómo protegerse?
¡Mucho se habla sobre obsesión! Algunos autores la colocan como el “mal del siglo”, pero ¿qué es al final una obsesión?
De forma bien objetiva; obsesión es una acción insistente, siempre de cuño negativo y nefasto que un espíritu invierte a otro. Existen tipos diferentes de obsesión, pero en este primer momento no me profundizaré en este punto. Así, como tipos diferentes, hay intensidades y niveles diferentes también de procesos obsesivos, pudiendo en casos graves, llevar una persona a la muerte.
¿Cómo sabemos que estamos sufriendo obsesión? Solamente por evaluación de un médium competente o de una entidad para probar tal estado, pero hay síntomas que pueden indicar más compañías si no sufren fruto de desarreglos patológicos.
Vale recordar que estos síntomas asociados y no aislados, puede indicar acción negativa espiritual. Y no podemos dejar de mencionar que ciertos comportamientos como el uso de drogas, alcohol en demasía, ninfomanía, depresión, pueden atraer obsesores del mismo patrón energético que irá a absorber la energía de los elementos junto con el individuo. Nuestro estado mental es un factor muy determinante para las compañías que tendremos por el camino.
Vampirismo – es un tipo de obsesión donde el espíritu se adhiere a nuestro cuerpo astral para chupar nuestras energías para sí. Y las sensaciones son las ya citadas; cansancio, postración, anemias, desanimo.
Pero acuérdese que solamente una entidad o/y en un centro es que se puede evaluar el cuadro obsesivo de una persona. Si usted siente por lo menos, más de 3 síntomas también pueden indicar afloramiento mediúmnico. Cuando estamos con la mediumnidad en pleno desabrochar, es como si abriésemos una puerta larga que atrae muchos vampiros, sufrientes y espíritus perdidos que son atraídos por el magnetismo en demasía que emanamos. Entonces es preciso cuidar. Más allá de eso, existe lo contrario; casos de obsesión pueden pasar como afloramiento mediúmnico, cuando en verdad, basta tratar las causas y los síntomas desaparecen.
Un tratamiento para obsesión, precisa pasar por una orientación para nuevas retomadas de conductas y posturas frente de la vida. Si la obsesión es fruto de algún comportamiento negativo y auto-destructivo del individuo; no ayuda apartar un obsesor y él continuar teniendo los mismos comportamientos. Volverá más temprano o más tarde la obsesión y otros vendrán. Entonces quien sufre de obsesión necesita estar en constante vigilancia con su propia forma de encarar y conducir su vida, pues sabemos que si alguien se instaló junto a nosotros de forma intima así, es porque en algún momento alimentamos esa relación y ofrecemos campo fértil al obsesor.
Uno de los tipos, sino el más complejo de obsesión, es la obsesión reencarnatoria, donde el obsesor es nuestro “compañero” de otras vidas. Pero dejaré este asunto para abordar en otra ocasión.
Ana Araújo para Umbanda é Caminho.
De forma bien objetiva; obsesión es una acción insistente, siempre de cuño negativo y nefasto que un espíritu invierte a otro. Existen tipos diferentes de obsesión, pero en este primer momento no me profundizaré en este punto. Así, como tipos diferentes, hay intensidades y niveles diferentes también de procesos obsesivos, pudiendo en casos graves, llevar una persona a la muerte.
¿Cómo sabemos que estamos sufriendo obsesión? Solamente por evaluación de un médium competente o de una entidad para probar tal estado, pero hay síntomas que pueden indicar más compañías si no sufren fruto de desarreglos patológicos.
- Estados depresivos.
Disturbios del sueño; ausencia o exceso.
Apatía, desanimo, falta de voluntad, debilidad generalizada (puede indicar vampirismo)
Estados de irritabilidad exacerbada, crisis de furia sin causas aparentes.
Ganas de llorar sin motivos, pensamientos repentinos extraños a personas, tristezas, miedos y fobias. Tales síntomas pueden ser interpretados como crisis de pánico.
Nada sale bien, caminos cerrados, peleas y pérdidas.
Enfermedades que la medicina no consigue diagnosticar.
Sensaciones de presencias invisibles, voluntad súbita de escribir o hablar sobre asuntos ajenos al individuo.
Disturbios con alcohol, drogas o algún tipo de estupefacientes, o sexualidad desarreglada.
Hormigueo en las manos u otras extremidades del cuerpo.
Sensaciones de inflar, como si el cuerpo estuviese pulsando. También puede ser apenas en la cabeza, piernas y pies.
Vale recordar que estos síntomas asociados y no aislados, puede indicar acción negativa espiritual. Y no podemos dejar de mencionar que ciertos comportamientos como el uso de drogas, alcohol en demasía, ninfomanía, depresión, pueden atraer obsesores del mismo patrón energético que irá a absorber la energía de los elementos junto con el individuo. Nuestro estado mental es un factor muy determinante para las compañías que tendremos por el camino.
Vampirismo – es un tipo de obsesión donde el espíritu se adhiere a nuestro cuerpo astral para chupar nuestras energías para sí. Y las sensaciones son las ya citadas; cansancio, postración, anemias, desanimo.
Pero acuérdese que solamente una entidad o/y en un centro es que se puede evaluar el cuadro obsesivo de una persona. Si usted siente por lo menos, más de 3 síntomas también pueden indicar afloramiento mediúmnico. Cuando estamos con la mediumnidad en pleno desabrochar, es como si abriésemos una puerta larga que atrae muchos vampiros, sufrientes y espíritus perdidos que son atraídos por el magnetismo en demasía que emanamos. Entonces es preciso cuidar. Más allá de eso, existe lo contrario; casos de obsesión pueden pasar como afloramiento mediúmnico, cuando en verdad, basta tratar las causas y los síntomas desaparecen.
Un tratamiento para obsesión, precisa pasar por una orientación para nuevas retomadas de conductas y posturas frente de la vida. Si la obsesión es fruto de algún comportamiento negativo y auto-destructivo del individuo; no ayuda apartar un obsesor y él continuar teniendo los mismos comportamientos. Volverá más temprano o más tarde la obsesión y otros vendrán. Entonces quien sufre de obsesión necesita estar en constante vigilancia con su propia forma de encarar y conducir su vida, pues sabemos que si alguien se instaló junto a nosotros de forma intima así, es porque en algún momento alimentamos esa relación y ofrecemos campo fértil al obsesor.
Uno de los tipos, sino el más complejo de obsesión, es la obsesión reencarnatoria, donde el obsesor es nuestro “compañero” de otras vidas. Pero dejaré este asunto para abordar en otra ocasión.
Ana Araújo para Umbanda é Caminho.
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.