*Buenos dias Hermanos.
Con el permiso de la excelente Médium espiritual que Canalizo los fluidos espirituales que permitieron recibir estos mensajes tan hermosos y con la autorización de mi madrina espiritual Francisca Duarte publico a continuación en este prestigioso foro de espiritismo en forma de aporte; la Biografía de Francisca Duarte. (Anima del Taguapire) Ser especial, amoroso, que cuida, aconseja y sana a sus devotos en el nombre de DIOS Todopoderoso.
Dicha Biografía fue narrada por ella misma encajonada espiritualmente…
Gracias a ella y a otros espíritus de Alta Luz, tuve la dicha de Conocer el Poder infinito de DIOS ya que me curaron de un Tumor cerebral hace muchísimos años; que la ciencia médica terrenal dio por desahuciado, me enseñaron lo hermoso de los buenos caminos Espirituales y me hicieron enamorarme profundamente del Espiritismo, Amor que ha perdurado por Muuchos Años y cada vez se fortalece y aumenta más…
Honor a quien Honor Merece…DIOS todo poderoso bendiga, eleve y le de mucha más a luz a Francisca Duarte, Anima del taguapire y Científica espiritual…Amen
Debido a lo extenso del contenido, he dividido la información en 2 partes…próximamente DIOS mediante, les estaré entregando la segunda y ultima parte de su biografía…
Roberto Salas…
Biografía De Francisca Duarte narrada por ella misma 1ra parte:
¡Ah mis hijos!, hace tanto tiempo que he recorrido por todos los caminos, que voy a recorrer mi pasado y mi presente para traerte lo mejor de mi vida y mi historia.
Retrocedo un poco hacia atrás y hablo de la Venezuela en la época de los españoles. Era una época donde la gente nacía preparada para luchar, por eso nuestros padres se encargaban de prepararnos para batallar por la tierra.
Se sabían que existían muchas tribus a nuestro alrededor, pero ninguno se preocupaba de ir hasta donde estaban los indígenas, ya que ellos siempre buscaban lugares aislados.
Era la época en que los españoles, en un primer momento llegaron por el sur del territorio y al no encontrar rastros humanos en esos momentos, se marcharon. Luego regresaron por el occidente, por los llanos, por lo cual tuvieron que caminar mucha tierra. Para no perderse dejaban huellas y marcas en el camino; hasta que un día, unos españoles perdidos consiguieron unas tribus de indígenas.
Tiempo después, los españoles vuelven nuevamente a este territorio, porque un mensajero dijo que aquí en estas tierras había muchas riquezas y tesoros. En esta época todas las rocas y piedras eran doradas, tenían oro y era a través del brillo de esas piedras que los indios conocían la hora y el tiempo.
Esta etapa para mí fue la más dura, por la llegada de los españoles, ya que persona que encontraban en su camino, la mataban, ellos tenían armas y nosotros no; nuestras herramientas eran palos y garrotes y los indígenas tenían sus flechas. Por eso perdimos.
Yo percibía a los españoles como traicioneros. Ellos tenían algunas sabidurías y palabras desconocidas. Traían espadas y cruces, a nosotros los pobladores y a los indígenas nos parecían extraños. Cuando los españoles colocaban la espada hacia la tierra eso significaba “No Lucha”, “No Guerra” y la cruz significaba “DIOS”, y era de esta manera que obtenían las cosas que querían para luego quitárselas a la gente hasta con la muerte; por eso eran traicioneros.
Nosotros los pobladores y los indígenas pensamos que los españoles eran demonios porque con los símbolos de espadas, cruces y armas sembraban el terror y la muerte…
En esta etapa, debíamos luchar y batallar por la tierra.
Y así, mijo, seguí avanzando en mi camino y te relato la otra etapa de mi vida que es la más hermosa que viví.
Naci un 03 de Marzo de 1846, en las llanuras del estado Guárico, hija de padres llaneros que recorrieron rumbos dentro del mismo llano. Mi madre se llamaba Altagracia Duarte y mi padre Marcolino.
Mis años como niña fueron felices, hasta que a los 7 años muere mi madre, y al morir ella, la hermana de mi madre, cuida de mi hasta la edad de 11 años. Cuando mi tía decida hacer su vida con un hombre, se marcha y nuevamente vuelvo a quedar sola con mi padre.
Mi padre era un hombre con Hacienda, un hombre trabajador de la tierra, amante de los animales, producía mucho ajonjolí y girasol. Por lluvias, tempestades y por muchas otras cosas pierde sus tierras y nos vamos a Santa María de Ipire. A los 11 años me llevan a trabajar a una hacienda llamada Mirralla.
Cuando tenía 15 años, mi padre muere y quedo nuevamente sola. A los 16 años regreso a Santa Marie de Ipire y a los 19 años hago mi vida con un hombre llamado José, un hombre bueno, un hombre ideal y buen padre. Con el engendro 4 hijos: José, Arquímedes, David y Aníbal.
Aníbal y David eran muy Callados, José era muy Alegre y Arquímedes muy trabajador, pero muy aventurero. Todos mis hijos eran hombres encaminados a trabajar. A todos les gustaban las fiestas. Aníbal era amante de los animales y aunque no estudio medicina, curaba todo lo que tenían los animales.
El murió joven a los 38 años, de una epidemia. De mis hijos 3 murieron de enfermedades y uno de viejo.
José mi marido, muere a los 30 años, picado por una culebra que le causo gangrena.
Luego de todo lo vivido, yo me dedique a cumplir misiones que para mi significaban solo una luz que DIOS me dio para ayudar a los demás.
Durante esa época viví muchas tristeza y en muy pocas oportunidades felicidad. Fui muy querida por la gente que me rodeaba y me llegaron a conocer como la negra Francisca Duarte, una mujer que a edad joven, le gustaba moverse y pensar ante las cosas; me gustaba mucho buscar alguna labor que hacer y así fue durante esos años.
Luego de la muerte de mi marido, comencé la misión ante mi vida, que debía cumplirla sola, sin que nadie estuviera cerca de mí. Al pasar los años, acepte la sabiduría que DIOS me había dado; me sentaba a meditar y luego a realizar curaciones.
En aquella época, en los campos y en las afueras de la ciudad, comenzaron muchas enfermedades, pero no fueron enfermedades para los seres humanos sino para los animales, todos eran señalados.
Una de las primeras curaciones que viví, fue hermosa: Había un hermoso caballo que se llamaba Colibrí, inquieto pero bueno, al que le cayó una peste que hasta los pelos de su cuerpo se le caían. Estas pestes o enfermedades, se transmitían a través de las aguas que caían y la suciedad que quedaba en las tierras. Este animal tomo de esas aguas.
Un día, llego a la palacera y vi una gran mancha en el cuerpo del caballo, lo cure sin saber que tenia. Vuelvo el día siguiente a ver como estaba y lo noto mas decaído, se le estaba comenzando a caer el pelo. Preocupada por eso, pido ayuda con mi mente para salvarle la vida. Le pido a DIOS que me ilumine y con un poco de tierra y hojas de tremerá comienzo a ponerle parches en el cuerpo con las cosas que produce la naturaleza.
2 días después, veo al caballo levantado ya, pero al pasarle las manos por su cuerpo, los pelos se me quedaban en ellas.
Le pido a DIOS nuevamente que me diera la solución para eliminar la caída del pelo y DIOS me dijo “En tus manos te lo encomiendo, con Fe lo curaras, no necesitaras a nadie para curarlo, pero voy a necesitar toda tu Fe para levantarlo y para que no caiga”
Tome una parte del pelo y lo moje con agua reposada y con ese pelo limpie el cuerpo del caballo y a partir de ese momento el caballo se curó, tal vez no era el agua ni el pelo, sino mi Fe y el poder que DIOS me había dado.
En esa época había enemigos que decían que todo lo que yo hacía era por obtener unos granos de café y DIOS me dio el privilegio de que cerca de mi casa naciera una mata de café.
Sabes, Mijo, yo ayudaba y aconsejaba a toda la gente que me necesitara. En esta época las preocupaciones de los pobladores era la lucha por preservar sus siembras y porque el ganado no se les enfermara. No habían más ideales para los que estábamos en el llano.
1 día me senté en una piedra a la orilla del rio a descansar, después de una larga labor y llegó un hombre dueño de ganados y me pregunto, preocupado, ¿Qué podía hacer para salvar su ganado, porque se le estaba enfermando? Yo le dije: Mijo lleva tu ganado a arar en las mañanas, llévalos a las aguas y frótales las caras y todos sus cuerpos y veras que se fortalecerán.
Aquel hombre tomo su camino y a los días paso nuevamente por el mismo lugar y me dijo que su ganado se había curado. Como ese hombre recorría tantos caminos, se fue corriendo la voz de que yo, Francisca Duarte, curaba y de allí comenzó la gente a buscarme en la misma piedra de aquel lugar.
En aquellos años había tierra en abundancia y la gente no tenia limites para extender las siembras hasta donde quisieran porque había plenitud. Todo era tuyo, si tú querías, si tu lo trabajabas. Me hice dueña de ganado, porque el venia y se quedaba allí y los atendía, les regaba su comida, el maíz, entonces ya eran míos y de todos. Eso me recuerda una de las tantas anécdotas de mi camino.
Salgo una mañana, como a las 4, en búsqueda de semillas para sembrar un solar que estaba medio muerto. Siempre me preguntaba que si lo que estaba en tierra caliente, podía nacer en tierra fría; es decir, a las orillas de las aguas (porque generalmente esto no crece a orillas de los ríos).
Salgo preocupada porque no había cosecha y esa parte del solar nunca había tenido la suerte de que lo que sembrara se cumpliera.
Esa mañana no me ocupe de mis hijos y me voy a hacer el camino. Le pido a DIOS y al rio, al poder de las aguas, que me presten sus semillas, alguna que pudiese encontrar. Siento que las aguas seguían tranquilas, sin movimiento fuerte y le digo a mi DIOS y a las aguas, ¡Dame el poder para sembrar y que se me dé ya, va mucho tiempo sin encontrarla, dámelo con toda mi alma!
Recojo mis semillas y ramas de lo que encontraba, siembro y espero que llegue el atardecer. Aro en el día, al lucero y en el atardecer siembro y tapo mis semillas y me quedo con mi fe.
Pasaron los días y veo que las maticas estaban secas. Entonces, después de días, otra mañana me paro, veo las maticas apunto de secarse y digo ¡Bueno DIOS y el poder de las aguas, está bien, no puedo recoger nada de ti y tu tampoco me sembraste!
Pero no las quite y en el instante que digo esas frases para él y para el poder de las aguas, comienza a llover mucho y muy fuerte. Llovía toda la noche y escampaba y otra vez llovía.
Otra noche volvía a llover y así durante 2 días llovió muy fuerte. Había otra semana que no llovía y así fue cambiando el tiempo de sembrar a la cascada.
Ese año no se cumplió la cosecha, pero al año siguiente sí. Y al final del solar, se hizo una quebrada y tuve buenos sembradíos
Sabes mijo, la tierra tiene un don, es de quien la hace, es la más absorbedora del agua y cuando son vírgenes se hacen quebradas.
Estos son relatos e historias verdaderas de mi vida….
Próximamente debido a lo largo del contenido les estare entregando la 2da y ultima parte de esta biografia…
Feliz inicio de Semana y buenas vibras para todos...
paz, Bendiciones y energias Positivas para Ustedes y sus entornos...Amen.
Con el permiso de la excelente Médium espiritual que Canalizo los fluidos espirituales que permitieron recibir estos mensajes tan hermosos y con la autorización de mi madrina espiritual Francisca Duarte publico a continuación en este prestigioso foro de espiritismo en forma de aporte; la Biografía de Francisca Duarte. (Anima del Taguapire) Ser especial, amoroso, que cuida, aconseja y sana a sus devotos en el nombre de DIOS Todopoderoso.
Dicha Biografía fue narrada por ella misma encajonada espiritualmente…
Gracias a ella y a otros espíritus de Alta Luz, tuve la dicha de Conocer el Poder infinito de DIOS ya que me curaron de un Tumor cerebral hace muchísimos años; que la ciencia médica terrenal dio por desahuciado, me enseñaron lo hermoso de los buenos caminos Espirituales y me hicieron enamorarme profundamente del Espiritismo, Amor que ha perdurado por Muuchos Años y cada vez se fortalece y aumenta más…
Honor a quien Honor Merece…DIOS todo poderoso bendiga, eleve y le de mucha más a luz a Francisca Duarte, Anima del taguapire y Científica espiritual…Amen
Debido a lo extenso del contenido, he dividido la información en 2 partes…próximamente DIOS mediante, les estaré entregando la segunda y ultima parte de su biografía…
Roberto Salas…
Biografía De Francisca Duarte narrada por ella misma 1ra parte:
¡Ah mis hijos!, hace tanto tiempo que he recorrido por todos los caminos, que voy a recorrer mi pasado y mi presente para traerte lo mejor de mi vida y mi historia.
Retrocedo un poco hacia atrás y hablo de la Venezuela en la época de los españoles. Era una época donde la gente nacía preparada para luchar, por eso nuestros padres se encargaban de prepararnos para batallar por la tierra.
Se sabían que existían muchas tribus a nuestro alrededor, pero ninguno se preocupaba de ir hasta donde estaban los indígenas, ya que ellos siempre buscaban lugares aislados.
Era la época en que los españoles, en un primer momento llegaron por el sur del territorio y al no encontrar rastros humanos en esos momentos, se marcharon. Luego regresaron por el occidente, por los llanos, por lo cual tuvieron que caminar mucha tierra. Para no perderse dejaban huellas y marcas en el camino; hasta que un día, unos españoles perdidos consiguieron unas tribus de indígenas.
Tiempo después, los españoles vuelven nuevamente a este territorio, porque un mensajero dijo que aquí en estas tierras había muchas riquezas y tesoros. En esta época todas las rocas y piedras eran doradas, tenían oro y era a través del brillo de esas piedras que los indios conocían la hora y el tiempo.
Esta etapa para mí fue la más dura, por la llegada de los españoles, ya que persona que encontraban en su camino, la mataban, ellos tenían armas y nosotros no; nuestras herramientas eran palos y garrotes y los indígenas tenían sus flechas. Por eso perdimos.
Yo percibía a los españoles como traicioneros. Ellos tenían algunas sabidurías y palabras desconocidas. Traían espadas y cruces, a nosotros los pobladores y a los indígenas nos parecían extraños. Cuando los españoles colocaban la espada hacia la tierra eso significaba “No Lucha”, “No Guerra” y la cruz significaba “DIOS”, y era de esta manera que obtenían las cosas que querían para luego quitárselas a la gente hasta con la muerte; por eso eran traicioneros.
Nosotros los pobladores y los indígenas pensamos que los españoles eran demonios porque con los símbolos de espadas, cruces y armas sembraban el terror y la muerte…
En esta etapa, debíamos luchar y batallar por la tierra.
Y así, mijo, seguí avanzando en mi camino y te relato la otra etapa de mi vida que es la más hermosa que viví.
Naci un 03 de Marzo de 1846, en las llanuras del estado Guárico, hija de padres llaneros que recorrieron rumbos dentro del mismo llano. Mi madre se llamaba Altagracia Duarte y mi padre Marcolino.
Mis años como niña fueron felices, hasta que a los 7 años muere mi madre, y al morir ella, la hermana de mi madre, cuida de mi hasta la edad de 11 años. Cuando mi tía decida hacer su vida con un hombre, se marcha y nuevamente vuelvo a quedar sola con mi padre.
Mi padre era un hombre con Hacienda, un hombre trabajador de la tierra, amante de los animales, producía mucho ajonjolí y girasol. Por lluvias, tempestades y por muchas otras cosas pierde sus tierras y nos vamos a Santa María de Ipire. A los 11 años me llevan a trabajar a una hacienda llamada Mirralla.
Cuando tenía 15 años, mi padre muere y quedo nuevamente sola. A los 16 años regreso a Santa Marie de Ipire y a los 19 años hago mi vida con un hombre llamado José, un hombre bueno, un hombre ideal y buen padre. Con el engendro 4 hijos: José, Arquímedes, David y Aníbal.
Aníbal y David eran muy Callados, José era muy Alegre y Arquímedes muy trabajador, pero muy aventurero. Todos mis hijos eran hombres encaminados a trabajar. A todos les gustaban las fiestas. Aníbal era amante de los animales y aunque no estudio medicina, curaba todo lo que tenían los animales.
El murió joven a los 38 años, de una epidemia. De mis hijos 3 murieron de enfermedades y uno de viejo.
José mi marido, muere a los 30 años, picado por una culebra que le causo gangrena.
Luego de todo lo vivido, yo me dedique a cumplir misiones que para mi significaban solo una luz que DIOS me dio para ayudar a los demás.
Durante esa época viví muchas tristeza y en muy pocas oportunidades felicidad. Fui muy querida por la gente que me rodeaba y me llegaron a conocer como la negra Francisca Duarte, una mujer que a edad joven, le gustaba moverse y pensar ante las cosas; me gustaba mucho buscar alguna labor que hacer y así fue durante esos años.
Luego de la muerte de mi marido, comencé la misión ante mi vida, que debía cumplirla sola, sin que nadie estuviera cerca de mí. Al pasar los años, acepte la sabiduría que DIOS me había dado; me sentaba a meditar y luego a realizar curaciones.
En aquella época, en los campos y en las afueras de la ciudad, comenzaron muchas enfermedades, pero no fueron enfermedades para los seres humanos sino para los animales, todos eran señalados.
Una de las primeras curaciones que viví, fue hermosa: Había un hermoso caballo que se llamaba Colibrí, inquieto pero bueno, al que le cayó una peste que hasta los pelos de su cuerpo se le caían. Estas pestes o enfermedades, se transmitían a través de las aguas que caían y la suciedad que quedaba en las tierras. Este animal tomo de esas aguas.
Un día, llego a la palacera y vi una gran mancha en el cuerpo del caballo, lo cure sin saber que tenia. Vuelvo el día siguiente a ver como estaba y lo noto mas decaído, se le estaba comenzando a caer el pelo. Preocupada por eso, pido ayuda con mi mente para salvarle la vida. Le pido a DIOS que me ilumine y con un poco de tierra y hojas de tremerá comienzo a ponerle parches en el cuerpo con las cosas que produce la naturaleza.
2 días después, veo al caballo levantado ya, pero al pasarle las manos por su cuerpo, los pelos se me quedaban en ellas.
Le pido a DIOS nuevamente que me diera la solución para eliminar la caída del pelo y DIOS me dijo “En tus manos te lo encomiendo, con Fe lo curaras, no necesitaras a nadie para curarlo, pero voy a necesitar toda tu Fe para levantarlo y para que no caiga”
Tome una parte del pelo y lo moje con agua reposada y con ese pelo limpie el cuerpo del caballo y a partir de ese momento el caballo se curó, tal vez no era el agua ni el pelo, sino mi Fe y el poder que DIOS me había dado.
En esa época había enemigos que decían que todo lo que yo hacía era por obtener unos granos de café y DIOS me dio el privilegio de que cerca de mi casa naciera una mata de café.
Sabes, Mijo, yo ayudaba y aconsejaba a toda la gente que me necesitara. En esta época las preocupaciones de los pobladores era la lucha por preservar sus siembras y porque el ganado no se les enfermara. No habían más ideales para los que estábamos en el llano.
1 día me senté en una piedra a la orilla del rio a descansar, después de una larga labor y llegó un hombre dueño de ganados y me pregunto, preocupado, ¿Qué podía hacer para salvar su ganado, porque se le estaba enfermando? Yo le dije: Mijo lleva tu ganado a arar en las mañanas, llévalos a las aguas y frótales las caras y todos sus cuerpos y veras que se fortalecerán.
Aquel hombre tomo su camino y a los días paso nuevamente por el mismo lugar y me dijo que su ganado se había curado. Como ese hombre recorría tantos caminos, se fue corriendo la voz de que yo, Francisca Duarte, curaba y de allí comenzó la gente a buscarme en la misma piedra de aquel lugar.
En aquellos años había tierra en abundancia y la gente no tenia limites para extender las siembras hasta donde quisieran porque había plenitud. Todo era tuyo, si tú querías, si tu lo trabajabas. Me hice dueña de ganado, porque el venia y se quedaba allí y los atendía, les regaba su comida, el maíz, entonces ya eran míos y de todos. Eso me recuerda una de las tantas anécdotas de mi camino.
Salgo una mañana, como a las 4, en búsqueda de semillas para sembrar un solar que estaba medio muerto. Siempre me preguntaba que si lo que estaba en tierra caliente, podía nacer en tierra fría; es decir, a las orillas de las aguas (porque generalmente esto no crece a orillas de los ríos).
Salgo preocupada porque no había cosecha y esa parte del solar nunca había tenido la suerte de que lo que sembrara se cumpliera.
Esa mañana no me ocupe de mis hijos y me voy a hacer el camino. Le pido a DIOS y al rio, al poder de las aguas, que me presten sus semillas, alguna que pudiese encontrar. Siento que las aguas seguían tranquilas, sin movimiento fuerte y le digo a mi DIOS y a las aguas, ¡Dame el poder para sembrar y que se me dé ya, va mucho tiempo sin encontrarla, dámelo con toda mi alma!
Recojo mis semillas y ramas de lo que encontraba, siembro y espero que llegue el atardecer. Aro en el día, al lucero y en el atardecer siembro y tapo mis semillas y me quedo con mi fe.
Pasaron los días y veo que las maticas estaban secas. Entonces, después de días, otra mañana me paro, veo las maticas apunto de secarse y digo ¡Bueno DIOS y el poder de las aguas, está bien, no puedo recoger nada de ti y tu tampoco me sembraste!
Pero no las quite y en el instante que digo esas frases para él y para el poder de las aguas, comienza a llover mucho y muy fuerte. Llovía toda la noche y escampaba y otra vez llovía.
Otra noche volvía a llover y así durante 2 días llovió muy fuerte. Había otra semana que no llovía y así fue cambiando el tiempo de sembrar a la cascada.
Ese año no se cumplió la cosecha, pero al año siguiente sí. Y al final del solar, se hizo una quebrada y tuve buenos sembradíos
Sabes mijo, la tierra tiene un don, es de quien la hace, es la más absorbedora del agua y cuando son vírgenes se hacen quebradas.
Estos son relatos e historias verdaderas de mi vida….
Próximamente debido a lo largo del contenido les estare entregando la 2da y ultima parte de esta biografia…
Feliz inicio de Semana y buenas vibras para todos...
paz, Bendiciones y energias Positivas para Ustedes y sus entornos...Amen.