Si un niño ha fallecido o está en peligro de muerte, y no ha sido bautizado, podemos hacerlo nosotros mismos, con agua bendita o agua natural que puede bendecir uno mismo y proceder a bautizarlo, de la siguiente forma:
Encomiéndate a Dios y encomiéndale al angelito, pídele que lo proteja y que lo cuide, y bautízalo diciendo:
“Yo te bautizo (nombre),
En el nombre del Padre,
Del Hijo,
Y del Espíritu Santo.
Amén”,
Mientras dices esto, haces la señal de la cruz con agua bendita sobre su frente, boca y pecho.
Éste bautizo es completamente válido para la Iglesia Católica, pero, si el niño sobrevive, hay que llevarlo a bautizar con un sacerdote, para que tenga una constancia de bautizo (indispensable para los efectos legales)
Antiguamente se hablaba del Limbo como un lugar al que iban los niños no bautizados, sin pena ni Gloria, pero también sin Dios.
El Limbo es un estado del alma, es un estado de incertidumbre, el bebé no sabe porqué su mamá ya no está con él y se siente perdido. Por ti y por él, es importante que le hables, que le expliques las cosas, que tus brazos lo entreguen en los brazos de Dios, el mejor lugar que puede existir.
Para esto sirve el bautizo de un angelito, nacido o no nato, para entregarlo en las manos de Dios
Y tengamos presente siempre que Dios está en todas partes, en el cielo, el campo, la ciudad, a nuestro lado, en el aire que respiramos. Los angelitos están con Dios.
Mamaita linda me les bendiga
Encomiéndate a Dios y encomiéndale al angelito, pídele que lo proteja y que lo cuide, y bautízalo diciendo:
“Yo te bautizo (nombre),
En el nombre del Padre,
Del Hijo,
Y del Espíritu Santo.
Amén”,
Mientras dices esto, haces la señal de la cruz con agua bendita sobre su frente, boca y pecho.
Éste bautizo es completamente válido para la Iglesia Católica, pero, si el niño sobrevive, hay que llevarlo a bautizar con un sacerdote, para que tenga una constancia de bautizo (indispensable para los efectos legales)
Antiguamente se hablaba del Limbo como un lugar al que iban los niños no bautizados, sin pena ni Gloria, pero también sin Dios.
El Limbo es un estado del alma, es un estado de incertidumbre, el bebé no sabe porqué su mamá ya no está con él y se siente perdido. Por ti y por él, es importante que le hables, que le expliques las cosas, que tus brazos lo entreguen en los brazos de Dios, el mejor lugar que puede existir.
Para esto sirve el bautizo de un angelito, nacido o no nato, para entregarlo en las manos de Dios
Y tengamos presente siempre que Dios está en todas partes, en el cielo, el campo, la ciudad, a nuestro lado, en el aire que respiramos. Los angelitos están con Dios.
Mamaita linda me les bendiga