Hola roberto salas,
Comprendo lo que dice, yo conozco tales casos también, no hay que olvidar que yo también pisé ese terreno; yo hice referencia al desánimo como fuente de negatividad, porque el mandato nos llama a atender todas las circunstancias de la vida con la mejor actitud posible procurando extraer de todo la valiosa lección (de ahí deriva un gran mérito), que no debe faltar y que es la promotora de nuestro crecimiento integro, mas, no por ello dejo de considerar la advertencia que usted hizo, por ello, simplemente hay que leer más adelante donde se recomienda el análisis de los hechos. ¿No considera que dentro de la meditación misma surja una respuesta reveladora más certera que una mera suposición? Hasta donde comprendemos, pueden haber tanto motivos para alentar a proceder como alentar a no hacerlo, esa es decisión que yo no puedo tocar porque sería entrometerse en el libre albedrío ajeno; además, fue una sugerencia de un amigo que se acercó y con amigo no me refiero a los que aún comen y duermen.
No conozco prodigio sobre la Tierra que sea infalible por el hecho de estar vinculado a un ejercicio integro con espíritus de luz, lejos de eso, sé y me consta en todos los espacios que mientras más sincera y pura sea la práctica mayor es el asedio y la persecución, mayores son los esfuerzos de quienes pretenden desalentar a una persona a realizar algo que así como puede convenirle podría no hacerlo, cabe decidir y proceder. Hasta los hombres de renombre como el ya mencionado Chico Xavier fue víctima de las manipulaciones, razón por la cual, no en vano siguió indicaciones de Jesús quién avisó para orar y vigilar todo el tiempo que fuese necesario, siendo eso en el Espiritismo la única manera de detectar lo que es propio de lo ajeno, ya que, guste a quien le guste, las 24 horas del día estamos siendo influenciados y si bien, un acto bueno o malo se hace, éste nunca se realiza solo, alguien genera el impulso y crea la tentación. No todo lo que sale en los oráculos es real, entonces, ¿cómo suponer que responde a todo? En los centros espiritas se verifica incalculables casos de personas que practicando una religión de naturaleza espirita nunca se dieron cuenta de que eran títeres de fuerzas invisibles porque un guía de dicho espacio nunca lo mencionó ni nunca salió en algún oráculo que haya consultado, ahí me incluyo yo, quien cansado estoy ya de verificar en los mismos cuando dicen “tienes malos pensamientos, tentaciones de esto, de aquello, etc…,” terminan viendo el efecto que las influencias generan pero aunque tenga pegado al cuerpo el obsesor ni sale ni reportan que está ahí (sin dejar de lado que desconociendo la fuente que habla a través de esos medios, podría tratarse del mismo bromista, cosa común), por ello, tampoco busco en éstos lo que no pueden darme, el que no sabe de obsesión no la ve ni en pantalla gigante y un alegorismo responde éste hecho así: a cada enfermedad, el respectivo médico, alegando así que, el traumatólogo es incapaz de diagnosticar y tratar los defectos del musculo cardiaco porque ni siquiera conoce cuáles son; ya he sido trabajado, limpiado y fortalecido y en el proceso ningún espíritu obsesor fue removido, al cabo de los días, el problema ha vuelto de hecho con intensidad, ya que esos espíritus que abusan de la inteligencia manipulan la voluntad del sujeto, y saben ocultarse muy bien: en el lenguaje evangélico oí una vez decir a un pastor por la radio “no le prestes tu voluntad al diablo” lo que encaja perfectamente en lo que son las influencias ocultas de lo invisible que pese a la mediumnidad, parece seguir siendo una batalla desigual. Resumiendo cuentas, no creo en la infalibilidad, especialmente de quien cree que ésta existe; si tal cosa fuese posible no habría la necesidad de vigilancia continua tanto de los pensamientos como de las emociones en lo que respecta a mediumnidad y las relaciones con el más allá, y especialmente, no me encontraría con gente buena, de buen juicio y ejercicio integro ser burlado todos los días indiferente del credo que práctica. En mi filosofía los espíritus son embusteros hasta que demuestren lo contrario, por consiguiente, aparte de la lógica considero que lo que puede resolver esa incertidumbre vendría a ser la oración realizada en solicitud de conseguir discernir, pues, si el peligro existe, la alerta no dejará de surgir y es que al final, lo que no debe ocurrir, no ocurre y Dios dispone para impedirlo todos los recursos que esté a su alcance, de eso también conozco casos, como el de un compañero que ignorando una advertencia directa que indicaba faltar a sus clases en la ciudad vecina, él fue y al subirse en el bus, un niño que solo él vio lo hizo bajar a buscar a su madre, el niño desapareció sin darse cuenta y el bus lo dejó, maldijo hasta el cansancio porque tenía que esperar el otro y resultó que ese bus fue atracado, ¿no es esa prueba de que cuando la cosa no es para ti, Dios tiene el poder de impedirlo? Porque parece una contradicción muy grande alegar invulnerabilidad porque se alía a espíritus de luz, pero tener miedo de acudir a un lugar por mala voluntad, asociando la misma a peligros cuando si tal confianza existe, esta debe dar la certeza de que los mismos no dejarán que el mal inmerecido caiga sobre nosotros; hago mención de esto porque lo veo todos los días, gente que asegura tener protección de la más poderosa pero vive encerrada en sus casas con miedo al mundo.
Estas cosas pasan, cabe usar la razón y tomar una decisión. Si la compañera tiene dudas, la oración debe atender a su incertidumbre e implorar que, si su mala voluntad es injustificada, producto de quienes persiguen desanimar a los hombres, la buena voluntad, promovida por los buenos espíritus llegue y con ello pueda lograr discernir y concretar lo que la mayor parte de la humanidad pospone o deja de hacer porque se dejan manipular por cosas que ni saben que existen.
malumi en su respuesta exhibe comprensión de lo que son las pruebas, que persiguen tentar al hombre a abandonar un camino recto y de conveniencia reportando que esas situaciones ocurren a todo el mundo con el mismo propósito: medir la perseverancia de la persona, su firmeza y su fe; alegato que apoyan los espíritus que imparten enseñanzas en los espacios a los cuales soy afín. ¿Qué fin tendría que la espiritualidad facilitara el camino espiritual si es de las adversidades y el vencimiento de dichas pruebas de donde surge el mérito que nos hace crecer? Si Dios permite al hombre ser tentado y conducido por caminos inciertos no es ni porque está desprotegido ni porque le haya designado un castigo sino que hay un propósito educativo en cuanto a las dificultades y los asedios que se enfrentan. Ellos dicen: si te engañan es para ejercitar el juicio; si te manipulan, es para ejercitar la voluntad; si te someten en la tristeza, es para ejercitar la alegría. El método consiste en adversar el defecto que nos impide seguir.
Ésta ha sido mi respuesta, la cual dispongo a libre razonamiento de la compañera, quien la puede invalidar por sus motivos o darle relevancia; vería innecesario prolongar el debate considerando que, creyendo en prodigios terminaría pidiendo ver uno al que no le encontrase ninguna falla y terminaría una vez más doblegado por el tan feroz desengaño que hasta la fe me la ha hecho tambalear y particularmente en materia de mediumnidad, donde entre los hombres ninguno es santo ¿suponer que hay uno que siquiera pase 24 horas sin la intromisión de pensamientos y emociones ajenas? ¡no lo creo! Todos los días veo especialmente a los religiosos ser controlados, y ni intenciones exhiben de querer darse cuenta de ello, pero hasta en eso, Dios tendrá algún propósito. Sus experiencias me son útiles, saludos.
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.