Allan Kardec no creó el término, conjugó palabras ya existentes a fin de generar un término que definiera el proyecto espiritualista que se estaba fundando en la Tierra por medio de la comunión entre vivos y muertos sometido a una rigurosa organización impuesta por hombres de ciencia y razonamiento avanzado en la época determinando el punto de partida de una doctrina que llevaría por nombre Espiritismo. Anterior a ello, absolutamente todo lo que hubo se definió en base a conceptos propios de la cultura donde se forjó y para hacer una separación en el campo doctrinario, siendo más leal a la etimología de las palabras que a la RAE como institución de razonamiento netamente materialista, se creó una separación que al estudio se percibe como "mediumnismo o espiritualismo" cualquiera siendo validas por no querer el Espiritismo invadir ni fusionar preceptos con otras tradiciones que no reflejaban sus ideales, no obstante, la historia forzó a etnias a cruzar sus creencias y prácticas para preservarlas y entonces el Espiritismo como una unidad del espiritualismo pasó a prestar preceptos, métodos y una definición que vulgarmente hoy califican de "comunicación con los espíritus" cuando bajo ese concepto quizá vago para unos es forzar a los médiums (que siempre los han habido) a ser tildados de espiritistas y no en base a la tradición que nortea su vida y explica los fenómenos de la misma. En lo afro-brasileño es ofensivo para un practicante de religiones y doctrinas que hacen uso de médiums de espiritistas y si vamos a la Umbanda, no solo los practicantes se ofenden sino muchas veces las mismas entidades que agotan las cuerdas vocales de los caballos explicando que aunque son una práctica espiritista no son una doctrina espiritista por ende no deben ni aceptar ser considerados como tal enfrentando el prejuicio e ignorancia social que hoy obliga también al Espiritismo a unirse a esas otras prácticas a decirle a Brasil y al mundo que aunque se parezcan no deben ser confundidos. Durante el siglo pasado se intentó por sugerencia de los espíritus espiritas cambiar el nombre de Espiritismo para erradicar esa confusión doctrinaria, propuesta rechazada en España por lo que se tomó la consideración de ser llamados desde entonces espiritas para hacer diferencia entre lo que es producto del sincretismo religioso y lo que es fundamentado en base a un método riguroso de estudio.
Evidentemente, en el presente debate las exposiciones que apenas citan referencias que nada tienen que ver con la doctrina del Espiritismo, no hay la presencia de personajes espiritas ya que Allan Kardec se encargó de convertir en un absurdo éste tipo de debates al explicar que toda práctica, doctrina o filosofía que crea en la supervivencia del alma y crea en los espíritus es de naturaleza espiritista pero doctrinariamente no pueden estar obligados a subyugarse al término doctrinario que en su etimología define un sistema, doctrina o filosofía que no podemos estar seguros que las vertientes actuales, espiritualistas de naturaleza espiritista la tengan. En base a eso, en el territorio afro-brasileño si le echas a perder el día a un practicante de Kimbanda (por ejemplo) por llamarlo espiritista no es mero capricho, ha sido ofendido y su práctica desconocida por una persona que ignora las diferencias. En Venezuela sí se acepta denominar todo espiritismo sin generar distinción, motivo por el cual el sincretismo se sigue produciendo en tiempos donde no hay necesidad del mismo. En Brasil las diferencias tienen más relevancia porque allá sí se incorpora en el sentido literal los metodos y conocimientos habiendo incluso armonía doctrinaria al permitir la unión pero sin penetrar en la fusión. En Venezuela es difícil conseguir el Espiritismo en cualquiera de sus formas que mayormente sepa siquiera quien fue Allan Kardec, por lo que se supone que acogieron solo el término para enmascarar otra práctica, un proceso que ocurrió también en Brasil y originó las doctrinas cruzadas, evidentemente partiendo del Espiritismo doctrinario y la Umbanda que fueron los únicos cultos que no fueron perseguidos por las autoridades en el país.
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«Aparte del Espíritu protector ¿está unido un mal Espíritu a cada individuo, con miras a incitarlo al mal y darle ocasión de luchar entre el bien y el mal?
- "Unido" no es la palabra exacta. Bien es verdad que los malos Espíritus tratan de desviar del camino recto al hombre cuando se les presenta la oportunidad: pero si uno de ellos se apega a un individuo, lo hace por determinación propia, porque espera que el hombre le haga caso. Entonces se desarrolla una lucha entre el bueno y el malo, y la victoria corresponderá a aquel cuyo dominio el individuo entregue»
Libro de los Espíritus, cuestión 511.