Las propiedades de la Árnica son muy estimados, la raíz, las hojas y las flores de Árnica en uso interno, como febrífuga, antiespasmódico, contra la gota, el reumatismo y la parálisis.
La Árnica es conocida como hierba cicatrizante, puede aplicarse además en compresas, contra los golpes, las caídas, y también contra las llagas, heridas y ulceras purulentas.
Es una planta anticongestiva y desinflamante, tónica de la circulación y de los nervios, por cuyo motivo está recomendada en catarros crónicos del estomago e intestinos, ulcera del estomago, presión alta, apoplejía, arteriosclerosis y hemorragias.
Para tratar síntomas originados de traumatismos: golpes, esguinces, fracturas, caídas, luxaciones y todo tipo de algias.
Antes, durante y luego de toda intervención quirúrgica, odontológica y en el trabajo de parto.
En enfermedades vasculares, de plaquetas y en toda enfermedad con hemorragias y en el tratamiento de un accidente cerebrovascular y en cardiopatías.
En el embarazo y en menstruaciones adelantadas.
En casos de pequeños forúnculos cutáneos, en el acné indurado y en el eczema de color azulado.
Personas que sufren fatiga en las cuerdas vocales, laringitis, faringitis, disfonía y afonía.
Apendicitis.
Gripe.
En anorexia nerviosa o postraumática.
En incontinencia nocturna, (niños o de ancianos).
En el Síndrome de Fatiga Crónica, síntomas de cansancio o agotamiento.
Es muy buena para baños regenerativos de las energia personal, para traer la salud, la serenidad, la tranquilidad, alejar la ansiedad y dar tranquilidad mental a quien la usa, en baños amargos aleja las entidades y fluidos portadores de estos efectos que el árnica minimiza o combate